40 Versículo de la Biblia sobre Damasco

Profecía sobre Damasco. He aquí, Damasco dejará de ser ciudad, y vendrá a ser un montón de ruinas.

Desaparecerá la fortaleza de Efraín y la soberanía de Damasco, y el resto de Aram vendrá a ser como la gloria de los hijos de Israel --declara el SEÑOR de los ejércitos.

En Damasco, el gobernador bajo el rey Aretas, vigilaba la ciudad de los damascenos con el fin de prenderme,

Y aconteció que cuando iba de camino, estando ya cerca de Damasco, como al mediodía, de repente una luz muy brillante fulguró desde el cielo a mi derredor,

pero sus discípulos lo tomaron de noche y lo sacaron por {una abertura en} la muralla, bajándolo en una canasta.

y le pidió cartas para las sinagogas de Damasco, para que si encontraba algunos que pertenecieran al Camino, tanto hombres como mujeres, los pudiera llevar atados a Jerusalén.

Saulo se levantó del suelo, y aunque sus ojos estaban abiertos, no veía nada; y llevándolo por la mano, lo trajeron a Damasco.

Y estuvo tres días sin ver, y no comió ni bebió.

Pero como yo no veía por causa del resplandor de aquella luz, los que estaban conmigo me llevaron de la mano y entré a Damasco.

Pero Saulo seguía fortaleciéndose y confundiendo a los judíos que habitaban en Damasco, demostrando que este {Jesús} es el Cristo.

Tomó alimentos y cobró fuerzas. Y por varios días estuvo con los discípulos que estaban en Damasco.

Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo;

Entonces Eliseo fue a Damasco. Y Ben-adad, rey de Aram, estaba enfermo, y le dieron aviso, diciendo: El hombre de Dios ha venido acá.

sino que anunciaba, primeramente a los que {estaban} en Damasco y {también} en Jerusalén, y {después} por toda la región de Judea, y {aun} a los gentiles, que debían arrepentirse y volverse a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.

Había en Damasco cierto discípulo llamado Ananías; y el Señor le dijo en una visión: Ananías. Y él dijo: Heme aquí, Señor.

ni subí a Jerusalén a los que eran apóstoles antes que yo, sino que fui a Arabia, y regresé otra vez a Damasco.

Y yo dije: `` ¿Qué debo hacer, Señor?" Y el Señor me dijo: ``Levántate y entra a Damasco; y allí se te dirá todo lo que se ha ordenado que hagas."

Y el SEÑOR le dijo: Ve, regresa por tu camino al desierto de Damasco y cuando hayas llegado, ungirás a Hazael por rey sobre Aram;

Y prenderé fuego al muro de Damasco que consumirá los palacios de Ben-adad.

Porque la cabeza de Aram es Damasco, y la cabeza de Damasco es Rezín (y dentro de otros sesenta y cinco años Efraín será destrozado, dejando de ser pueblo),

Profecía de la palabra del SEÑOR contra la tierra de Hadrac y Damasco, su lugar de reposo (porque hacia el SEÑOR están {puestos} los ojos de los hombres y de todas las tribus de Israel),

Pero Bernabé lo tomó y lo presentó a los apóstoles, y les contó cómo {Saulo} había visto al Señor en el camino, y que El le había hablado, y cómo en Damasco había hablado con valor en el nombre de Jesús.

porque antes que el niño sepa clamar ``padre mío" o ``madre mía", la riqueza de Damasco y el botín de Samaria serán llevados ante el rey de Asiria.

Ocupado en esto, cuando iba para Damasco con autoridad y comisión de los principales sacerdotes,

Saulo, respirando todavía amenazas y muerte contra los discípulos del Señor, fue al sumo sacerdote,

y al caer a tierra, oyó una voz que le decía: Saulo, Saulo, ¿por qué me persigues?

También romperé el cerrojo de Damasco, extirparé al morador del valle de Avén y al que empuña el cetro de Bet-edén, y el pueblo de Aram será desterrado a Kir --dice el SEÑOR.

Al instante cayeron de sus ojos como unas escamas, y recobró la vista; y se levantó y fue bautizado.

Cuando llegó a Jerusalén, trataba de juntarse con los discípulos; y todos le temían, no creyendo que era discípulo.

y había reunido consigo hombres y se había hecho jefe de una banda de merodeadores, después que David mató a los de Soba; y fueron a Damasco y permanecieron allí, y reinaron en Damasco.

Y uno llamado Ananías, hombre piadoso según las normas de la ley, {y} de quien daban buen testimonio todos los judíos que vivían allí,

Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del SEÑOR y de la casa del rey, y los envió a Ben-adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciendo:

Desamparada está Damasco; se ha vuelto para huir, y el pánico se ha apoderado de ella; angustia y dolores la oprimen como a mujer de parto.

Entonces David puso guarniciones entre los arameos de Damasco, y los arameos fueron siervos de David, trayéndo{le} tributo. Y el SEÑOR ayudaba a David dondequiera que iba.

Acerca de Damasco. Avergonzadas están Hamat y Arfad. Porque han oído malas noticias están desalentadas. Hay ansiedad {como} en el mar que no se puede calmar.

sacrificaba a los dioses de Damasco que lo habían derrotado, y decía: Por cuanto los dioses de los reyes de Aram los ayudaron, sacrificaré a ellos para que me ayuden. Pero ellos fueron su ruina y la de todo Israel.

Ananías fue y entró en la casa, y después de poner las manos sobre él, dijo: Hermano Saulo, el Señor Jesús, que se te apareció en el camino por donde venías, me ha enviado para que recobres la vista y seas lleno del Espíritu Santo.

Así dice el SEÑOR: Como el pastor rescata de la boca del león dos patas o un pedazo de oreja, así serán rescatados los hijos de Israel que moran en Samaria, en la esquina de una cama y en el damasco de un sofá.