26 Versículo de la Biblia sobre Dos de las partes del cuerpo
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Y {había} esculpidos querubines y palmeras; una palmera entre querubín y querubín, y cada querubín tenía dos caras:
los dos riñones con la grasa que {está} sobre ellos y sobre los lomos, y el lóbulo del hígado, que quitará con los riñones.
los dos riñones con la grasa que {está} sobre ellos y sobre los lomos, y el lóbulo del hígado, que quitará con los riñones.
los dos riñones con la grasa que {está} sobre ellos y sobre los lomos, y el lóbulo del hígado, que quitará con los riñones
los dos riñones con la grasa que hay sobre ellos y sobre los lomos, y quitará el lóbulo del hígado con los riñones.
Tomó también toda la grasa que había en las entrañas y el lóbulo del hígado, y los dos riñones con su grasa, y {los} quemó Moisés sobre el altar.
Y tomó la grasa y la cola gorda, y toda la grasa que estaba en las entrañas, el lóbulo del hígado, los dos riñones con su grasa y la pierna derecha.
Cuando el mensajero vino y le avisó, diciendo: Han traído las cabezas de los hijos del rey, él dijo: Ponedlas en dos montones a la entrada de la puerta hasta la mañana.
Más vale una mano llena de descanso que dos puños llenos de trabajo y correr tras el viento.
La primera {era} como un león y tenía alas de águila. Mientras yo miraba, sus alas le fueron arrancadas, fue levantada del suelo y puesta sobre dos pies, como un hombre, y le fue dado corazón de hombre.
Alcé, pues, mis ojos y miré, y he aquí que un carnero estaba delante del río. Tenía dos cuernos, y los dos cuernos {eran} altos, pero uno {era} más alto que el otro, y el más alto creció el último.
Lo vi venir junto al carnero, y enfurecido contra él, hirió al carnero y le rompió los dos cuernos, y el carnero no tenía fuerza para mantenerse en pie delante de él; lo arrojó en tierra y lo pisoteó, y no hubo nadie que librara al carnero de su poder.
los dos riñones con la grasa que {está} sobre ellos y sobre los lomos, y el lóbulo del hígado, que quitará con los riñones.
Y se le dieron a la mujer las dos alas de la gran águila a fin de que volara de la presencia de la serpiente al desierto, a su lugar, donde fue* sustentada por un tiempo, tiempos y medio tiempo.
Para el mal las dos manos son diestras. El príncipe pide, y {también} el juez, una recompensa; el grande habla de lo que desea su alma, y juntos lo traman.
Y si tu mano te es ocasión de pecar, córtala; te es mejor entrar en la vida manco, que teniendo las dos manos ir al infierno, al fuego inextinguible,
Y si tu pie te es ocasión de pecar, córtalo; te es mejor entrar cojo a la vida, que teniendo los dos pies ser echado al infierno,
Y si tu mano o tu pie te es ocasión de pecar, córtatelo y échalo de ti; te es mejor entrar en la vida manco o cojo, que teniendo dos manos y dos pies, ser echado en el fuego eterno.
Y si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un solo ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego.
Y si tu ojo te es ocasión de pecar, sácatelo; te es mejor entrar al reino de Dios con un solo ojo, que teniendo dos ojos ser echado al infierno,
Sansón invocó al SEÑOR y dijo: Señor DIOS, te ruego que te acuerdes de mí, y te suplico que me des fuerzas sólo esta vez, oh Dios, para vengarme ahora de los filisteos por mis dos ojos.
Y el SEÑOR dijo a Samuel: He aquí, estoy a punto de hacer una cosa en Israel la cual hará retiñir ambos oídos a todo aquel que la oiga.
Pero yo os digo: no resistáis al que es malo; antes bien, a cualquiera que te abofetee en la mejilla derecha, vuélvele también la otra.
Por encima de El había serafines; cada uno tenía seis alas: con dos cubrían sus rostros, con dos cubrían sus pies y con dos volaban.
{así eran} sus caras. Sus alas se extendían por encima; con dos se tocaban uno a otro y con dos cubrían su cuerpo.
Y vi otra bestia que subía de la tierra; tenía dos cuernos semejantes a los de un cordero y hablaba como un dragón.