55 Bible Verses about el hombre

Porque tampoco el varón fue creado por causa de la mujer, sino la mujer por causa del varón.

Porque así como la mujer procede del varón, también el varón nace por causa de la mujer; pero todo procede de Dios.

Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?

Mas quiero que sepáis que Cristo es la cabeza de todo varón; y el varón es la cabeza de la mujer; y Dios la cabeza de Cristo.

Mas en el Señor, ni el varón es sin la mujer, ni la mujer sin el varón.

Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó.

Muchos pensamientos hay en el corazón del hombre; mas el consejo de Jehová permanecerá.

Del hombre son las disposiciones del corazón; mas de Jehová es la respuesta de la lengua.

El primer hombre, es de la tierra, terrenal; el segundo hombre que es el Señor, es del cielo.

El hombre, como la hierba son sus días, florece como la flor del campo;

para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.

Como está escrito: No hay justo, ni aun uno.

pues yo ni lo recibí de hombre, ni tampoco me fue enseñado, sino por revelación de Jesucristo.

Todos los caminos del hombre son limpios en su propia opinión; mas Jehová pesa los espíritus.

y miráis con agrado al que trae ropa fina, y le decís: Siéntate tú aquí en buen lugar; y dijeres al pobre: Estate tú allí en pie, o siéntate aquí bajo mi estrado;

Al hombre hereje, después de una y otra amonestación, deséchalo,

Mirad que no hagáis vuestras limosnas delante de los hombres, para ser vistos de ellos; de otra manera no tenéis recompensa de vuestro Padre que está en el cielo.

Gloria de los hombres no recibo.

¿Dónde está el sabio? ¿Dónde está el escriba? ¿Dónde está el disputador de este mundo? ¿No ha enloquecido Dios la sabiduría del mundo?

Porque los celos son el furor del hombre, y no perdonará en el día de la venganza.

Y Él les dijo: Lo que es imposible con los hombres, es posible con Dios.

Y cualquiera que tuviere ayuntamiento con varón como con mujer, abominación hicieron; indefectiblemente han de ser muertos; su sangre será sobre ellos.

Y dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree sobre los peces del mar, sobre las aves de los cielos, sobre las bestias, sobre toda la tierra, y sobre todo reptil que se arrastra sobre la tierra.

Por tanto, nadie os juzgue en comida o en bebida, o respecto a días de fiesta o de luna nueva, o de sábados;

Y he visto todas las obras de Dios, que el hombre no puede alcanzar la obra que debajo del sol se hace; por mucho que se afane el hombre buscándola, no la hallará: aunque diga el sabio que la sabe, no por eso podrá alcanzarla.

Porque todos ofendemos en muchas cosas. Si alguno no ofende en palabra, éste es varón perfecto, capaz también de refrenar todo el cuerpo.

Y vino al segundo, y le dijo de la misma manera; y respondiendo él, dijo: Yo señor, voy, y no fue.

Y he aquí, vino uno y le dijo: Maestro bueno, ¿qué bien haré para tener la vida eterna?

Y el hombre en quien estaba el espíritu malo saltó sobre ellos, y dominándolos, prevaleció contra ellos, de tal manera que huyeron de aquella casa, desnudos y heridos.

Él entonces le dijo: Un hombre hizo una gran cena, y convidó a muchos.

Ciertamente espíritu hay en el hombre, y la inspiración del Omnipotente le da entendimiento.

Y les dijo: Venid en pos de mí, y yo os haré pescadores de hombres.

Nadie tiene mayor amor que éste, que uno ponga su vida por sus amigos.

Cuando alguno tomare esposa nueva, no saldrá a la guerra, ni en ninguna cosa se le ocupará; libre estará en su casa por un año, para alegrar a su esposa que tomó.

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco nadie conoce las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Porque como el relámpago que sale del oriente y se muestra hasta el occidente, así será también la venida del Hijo del Hombre.

Qué, ¿persuado yo ahora a los hombres, o a Dios? ¿Acaso busco agradar a los hombres? Pues si todavía agradara a los hombres, no sería siervo de Cristo.

Y por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.

Cuando Pedro lo vio, dijo a Jesús: Señor, ¿y éste qué?

Como en el agua el rostro corresponde al rostro, así el corazón del hombre al del hombre.