Porque mis pensamientos no son como vuestros pensamientos; ni vuestros caminos, como mis caminos, dijo el SEÑOR. Como son más altos los cielos que la tierra, así son más altos mis caminos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos.

He aquí, Dios es grande, y nosotros no le conocemos; ni se puede rastrear el número de sus años.

Lo encubierto del SEÑOR nuestro Dios es descubierto a nosotros y a nuestros hijos para siempre, para que hagamos todas las palabras de esta ley.

el cual hace grandes cosas, que no hay quien las comprenda; y maravillas que no tienen cuento.

¿Alcanzarás tú el rastro de Dios? ¿Llegarás tú a la perfección del Todopoderoso?

He aquí que Dios es excelso con su potencia; ¿qué enseñador semejante a él? ¿Quién le ha prescrito su camino? ¿Y quién le dirá: Iniquidad has hecho?

SEÑOR, tú me has examinado y conocido. Tú has conocido mi sentarme y mi levantarme, has entendido desde lejos mis pensamientos. Mi andar y mi reposo has ceñido, y todos mis caminos has aparejado.Leer más.
Pues aun no está la palabra en mi lengua, y he aquí, oh SEÑOR, tú la supiste toda. Rostro y envés tú me formaste, y sobre mí pusiste tu mano. Más maravillosa es su ciencia que mi capacidad; alta es, no puedo comprenderla.

Honra de Dios es encubrir la palabra; mas honra del rey es escudriñar la palabra.

¿No has sabido? ¿No has oído que el Dios del siglo es el SEÑOR, el cual creó los términos de la tierra? No se trabaja, ni se fatiga con cansancio; y su inteligencia no hay quien la alcance.

¡Oh profundidad de las riquezas de la sabiduría y de la ciencia de Dios! ¡Cuán incomprensibles son sus juicios, e inescrutables sus caminos! Porque ¿quién entendió el intento del Señor? ¿O quién fue su consejero?

Porque ¿quién de los hombres sabe las cosas del hombre, sino el espíritu del mismo hombre que está en él? Así tampoco nadie conoció las cosas que son de Dios, sino el Espíritu de Dios.

Porque ¿quién conoció el entendimiento del Señor? ¿Quién le instruyó? Mas nosotros tenemos el entendimiento de Cristo.

Todo lo hizo hermoso en su tiempo; y aun el mundo les entregó a su voluntad, de tal manera que no alcance el hombre esta obra de Dios desde el principio hasta el fin.