28 Versículo de la Biblia sobre Esposos abusivos
Versículos Más Relevantes
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor.
Maridos, amad a vuestras mujeres y no seáis ásperos con ellas.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella,
Porque yo detesto el divorcio --dice el SEÑOR, Dios de Israel-- y al que cubre de iniquidad su vestidura --dice el SEÑOR de los ejércitos--. Prestad atención, pues, a vuestro espíritu y no seáis desleales.
Por tanto el hombre dejará a su padre y a su madre y se unirá a su mujer, y serán una sola carne.
Mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, como conviene en el Señor.
{Y} vosotros, maridos, igualmente, convivid de manera comprensiva {con vuestras mujeres,} como con un vaso más frágil, puesto que es mujer, dándole honor como a coheredera de la gracia de la vida, para que vuestras oraciones no sean estorbadas.
A la mujer dijo: En gran manera multiplicaré tu dolor en el parto, con dolor darás a luz los hijos; y con todo, tu deseo será para tu marido, y él tendrá dominio sobre ti.
Fuente de vida es la boca del justo, pero la boca de los impíos encubre violencia.
Pero yo os digo que todo el que se divorcia de su mujer, a no ser por causa de infidelidad, la hace cometer adulterio; y cualquiera que se casa con una mujer divorciada, comete adulterio.
Asimismo vosotras, mujeres, estad sujetas a vuestros maridos, de modo que si algunos {de ellos} son desobedientes a la palabra, puedan ser ganados sin palabra alguna por la conducta de sus mujeres al observar vuestra conducta casta y respetuosa. Y que vuestro adorno no sea externo: peinados ostentosos, joyas de oro o vestidos lujosos,Leer más.
sino {que sea} el yo interno, con el adorno incorruptible de un espíritu tierno y sereno, lo cual es precioso delante de Dios. Porque así también se adornaban en otro tiempo las santas mujeres que esperaban en Dios, estando sujetas a sus maridos. Así obedeció Sara a Abraham, llamándolo señor, y vosotras habéis llegado a ser hijas de ella, si hacéis el bien y no estáis amedrentadas por ningún temor.
Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, {siendo} El mismo el Salvador del cuerpo.
El SEÑOR prueba al justo y al impío, y su alma aborrece al que ama la violencia.
Y el SEÑOR Dios dijo: No es bueno que el hombre esté solo; le haré una ayuda idónea.
Por consiguiente, ya no son dos, sino una sola carne. Por tanto, lo que Dios ha unido, ningún hombre lo separe.
Sin embargo, si el que no es creyente se separa, que se separe; en tales {casos} el hermano o la hermana no están obligados, sino que Dios nos ha llamado {para vivir} en paz.
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, {siendo} El mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres {deben estarlo} a sus maridos en todo.
Sed más bien amables unos con otros, misericordiosos, perdonándoos unos a otros, así como también Dios os perdonó en Cristo.
Si es posible, en cuanto de vosotros dependa, estad en paz con todos los hombres.
No entres en la senda de los impíos, ni vayas por el camino de los malvados. Evítalo, no pases por él; apártate de él y pasa adelante. Porque ellos no duermen a menos que hagan el mal, y pierden el sueño si no han hecho caer {a alguno.}Leer más.
Porque comen pan de maldad, y beben vino de violencia.
Libra a los que son llevados a la muerte, y retén a los que van con pasos vacilantes a la matanza.
Cuando alguno toma una mujer y se casa con ella, si sucede que no le es agradable porque ha encontrado algo reprochable en ella, y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa, y ella sale de su casa y llega a ser {mujer} de otro hombre; si el segundo marido la aborrece y le escribe certificado de divorcio, {lo} pone en su mano y la despide de su casa, o si muere este último marido que la tomó para ser su mujer,Leer más.
al primer marido que la despidió no le es permitido tomarla nuevamente como mujer, porque ha sido menospreciada; pues eso es abominación ante el SEÑOR. No traerás pecado sobre la tierra que el SEÑOR tu Dios te da por heredad.
Asimismo, las ancianas deben ser reverentes en {su} conducta: no calumniadoras ni esclavas de mucho vino, que enseñen lo bueno, que enseñen a las jóvenes a que amen a sus maridos, a que amen a sus hijos, {a ser} prudentes, puras, hacendosas en el hogar, amables, sujetas a sus maridos, para que la palabra de Dios no sea blasfemada.
Las mujeres {estén sometidas} a sus propios maridos como al Señor. Porque el marido es cabeza de la mujer, así como Cristo es cabeza de la iglesia, {siendo} El mismo el Salvador del cuerpo. Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres {deben estarlo} a sus maridos en todo.Leer más.
Maridos, amad a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la iglesia y se dio a sí mismo por ella, para santificarla, habiéndola purificado por el lavamiento del agua con la palabra, a fin de presentársela a sí mismo, una iglesia en toda su gloria, sin que tenga mancha ni arruga ni cosa semejante, sino que fuera santa e inmaculada. Así también deben amar los maridos a sus mujeres, como a sus propios cuerpos. El que ama a su mujer, a sí mismo se ama. Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia; porque somos miembros de su cuerpo. POR ESTO EL HOMBRE DEJARA A SU PADRE Y A SU MADRE, Y SE UNIRA A SU MUJER, Y LOS DOS SERAN UNA SOLA CARNE. Grande es este misterio, pero hablo con referencia a Cristo y a la iglesia. En todo caso, cada uno de vosotros ame también a su mujer como a sí mismo, y que la mujer respete a su marido.
Pero así como la iglesia está sujeta a Cristo, también las mujeres {deben estarlo} a sus maridos en todo.
Y descendió con ellos y vino a Nazaret, y continuó sujeto a ellos. Y su madre atesoraba todas estas cosas en su corazón.
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