32 Versículo de la Biblia sobre La utilización de las carreteras
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Entonces comenzaréis a decir: Delante de ti hemos comido y bebido, y en nuestras plazas enseñaste;
Y la multitud, que era muy numerosa, tendía sus mantos en el camino; y otros cortaban ramas de los árboles, y las tendían por el camino.
Y muchos tendían sus vestidos por el camino, y otros cortaban hojas de los árboles, y las tendían por el camino.
Tanto que echaban los enfermos por las calles, y los ponían en camas y en lechos, para que viniendo Pedro, a lo menos su sombra tocase a alguno de ellos.
Y he aquí dos ciegos sentados junto al camino, cuando oyeron que Jesús pasaba, clamaron, diciendo: Señor, Hijo de David, ten misericordia de nosotros.
Entonces vienen a Jericó; y saliendo él de Jericó y sus discípulos y una gran multitud, Bartimeo el ciego, hijo de Timeo, estaba sentado junto al camino mendigando.
Y aconteció que acercándose él a Jericó, un ciego estaba sentado junto al camino mendigando;
Alza tus ojos a los altos, y ve en qué lugar no te hayas publicado; para ellos te sentabas en los caminos, como árabe en el desierto; y con tus fornicaciones y con tu malicia has contaminado la tierra.
Entonces quitó ella de sobre sí los vestidos de su viudez, y se cubrió con un velo, y se arrebozó, y se puso a la puerta de las aguas que están junto al camino de Timnat; porque veía que había crecido Sela, y ella no era dada a él por mujer.
Y fueron, y hallaron el pollino atado a la puerta fuera, entre dos caminos; y le desataron.
Y las calles de la ciudad serán llenas de muchachos y muchachas, que jugarán en ellas.
Así dijo el SEÑOR de los ejércitos: Aún han de morar ancianos y ancianas en las plazas de Jerusalén, y cada cual con bordón en su mano por la multitud de los días.
en toda cabeza de camino edificaste tu altar, y tornaste abominable tu hermosura, y abriste tus piernas a cuantos pasaban, y multiplicaste tus fornicaciones.
edificando tus altares en cabeza de todo camino, y haciendo tus altares en todas las plazas! Y no fuiste semejante a ramera, menospreciando el salario,
Y cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en las sinagogas, y en las esquinas de las calles en pie, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su salario.
Cuando, pues, des limosna, no hagas tocar trompeta delante de ti, como hacen los hipócritas en las sinagogas y en las plazas, para tener gloria de los hombres; de cierto os digo, que ya tienen su recompensa.
Mas en cualquier ciudad donde entréis, y no os recibieren, saliendo por sus calles, decid:
Y vuelto el siervo, hizo saber estas cosas a su señor. Entonces enojado el padre de la familia, dijo a su siervo: Ve presto por las plazas y por las calles de la ciudad, y mete acá los pobres, los mancos, y cojos, y ciegos.
Id pues a las salidas de los caminos, y llamad a las bodas a cuantos hallareis.
Y saliendo los siervos por los caminos, juntaron a todos los que hallaron, malos y buenos; y las bodas fueron llenas de convidados.
Y dijo el señor al siervo: Ve por los caminos y por los vallados, y fuérzalos a entrar, para que se llene mi casa.
Subió destruidor contra ti; guarda la fortaleza, mira el camino, fortifica los lomos, fortalece mucho la fuerza.
Los carros harán locuras en las plazas, discurrirán por las calles; sus rostros como antorchas; correrán como relámpagos.
Con los cascos de sus caballos hollará todas tus plazas; a tu pueblo matará a cuchillo, y las estatuas de tu fortaleza caerán a tierra.
Y sembrando, parte de la simiente cayó junto al camino; y vinieron las aves, y la comieron.
Oyendo cualquiera la Palabra del Reino, y no entendiéndola, viene el Malo, y arrebata lo que fue sembrado en su corazón; éste es el que fue sembrado junto al camino.
Y aconteció sembrando, que una parte cayó junto al camino; y vinieron las aves del cielo, y la tragaron.
Y éstos son los de junto al camino; en los que la Palabra es sembrada; mas después que la oyeron, luego viene Satanás, y quita la Palabra que fue sembrada en sus corazones.
Uno que sembraba, salió a sembrar su simiente; y sembrando, una parte cayó junto al camino, y fue hollada; y las aves del cielo la comieron.
Y los de junto al camino, éstos son los que oyen; y luego viene el diablo, y quita la palabra de su corazón, para que no se salven creyendo.
No contenderá, ni voceará; ni nadie oirá en las calles su voz.