39 Versículo de la Biblia sobre La crueldad, ejemplos de
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Dios mío, rescátame de la mano del impío, De la mano del malhechor y del implacable,
Y así como ellos no tuvieron a bien reconocer a Dios, Dios los entregó a una mente depravada, para que hicieran las cosas que no convienen. Están llenos de toda injusticia, maldad (perversidad), avaricia {y} malicia, llenos de envidia, homicidios, pleitos, engaños, {y} malignidad. Son chismosos, detractores (calumniadores), aborrecedores (enemigos) de Dios, insolentes, soberbios, jactanciosos (arrogantes), inventores de lo malo, desobedientes (rebeldes) a los padres,Leer más.
sin entendimiento, indignos de confianza (desleales), sin amor, despiadados.
Como bufones impíos en una fiesta, Rechinaban sus dientes contra mí.
Oh Dios, los arrogantes se han levantado contra mí, Y una banda de violentos ha buscado mi vida, Y no Te han tenido en cuenta.
El que se burla del pobre afrenta a su Hacedor; El que se regocija de la desgracia no quedará sin castigo.
Pues yo sé que muchas son sus transgresiones y graves sus pecados: Oprimen al justo, aceptan soborno Y rechazan a los pobres en la puerta (de la ciudad).
Y Hazael dijo: `` ¿Por qué llora mi señor?" Entonces respondió: ``Porque sé el mal que harás a los Israelitas: incendiarás sus fortalezas, matarás a espada a sus jóvenes, estrellarás a sus niños y rasgarás {el vientre} a sus mujeres encinta."
Entonces Manahem hirió a Tifsa y a todos los que {estaban} en ella y en sus alrededores desde Tirsa, porque no {le} abrieron {las puertas,} por eso {la} hirió; y abrió {el vientre} a todas las mujeres que estaban encinta.
Cualquiera que sea hallado será traspasado, Y cualquiera que sea capturado caerá a espada.
Se levantará un tumulto entre tu pueblo, Y todas tus fortalezas serán destruidas, Como Salmán destruyó a Bet Arbel el día de la batalla, {Cuando} las madres fueron despedazadas con {sus} hijos.
Samaria será considerada culpable, Porque se rebeló contra su Dios. Caerán a espada; Serán estrellados sus niños, Y abiertos los vientres de sus mujeres encinta.
Sin embargo ella fue desterrada, Llevada al cautiverio; También sus niños fueron estrellados En todas las bocacalles. Sobre sus nobles echaron suertes, Y todos sus principales fueron atados con cadenas.
Cuando la vio Siquem, hijo de Hamor Heveo, príncipe de la tierra, se la llevó y se acostó con ella y la violó.
Pero los hombres no quisieron escucharle, así que el Levita tomó a su concubina y {la} trajo a ellos. Y ellos la ultrajaron y abusaron de ella toda la noche hasta la mañana; entonces la dejaron libre al amanecer.
Pero él no quiso escucharla; como era más fuerte que ella, la forzó, y se acostó con ella.
Porque Yo reuniré a todas las naciones en batalla contra Jerusalén; y será tomada la ciudad y serán saqueadas las casas y violadas las mujeres. La mitad de la ciudad será desterrada, pero el resto del pueblo no será cortado de la ciudad.
``Mi espíritu está quebrantado, mis días extinguidos, El sepulcro {está preparado} para mí. No hay sino escarnecedores conmigo, Y mis ojos ven su provocación.
Como quien quebranta mis huesos, mis adversarios me afrentan, Mientras me dicen todo el día: `` ¿Dónde está tu Dios?"
De igual manera, también los principales sacerdotes junto con los escribas, burlándose {de El} entre ellos, decían: ``A otros salvó, El mismo no se puede salvar.
Su rival, Penina, la provocaba amargamente para irritarla, porque el SEÑOR no le había dado hijos. Esto sucedía año tras año; siempre que ella subía a la casa del SEÑOR, Penina la provocaba, por lo que Ana lloraba y no comía.
Todos los que me ven, de mí se burlan; Hacen muecas con los labios, menean la cabeza, {diciendo:}
Se levantan testigos malvados, {Y} de lo que no sé me preguntan.
Recuerda, Señor, el oprobio de Tus siervos; {Cómo} llevo dentro de mí {el oprobio de} muchos pueblos, Con el cual Tus enemigos, oh SEÑOR, han injuriado, Con el cual han injuriado los pasos de Tu ungido.
Mis enemigos me han afrentado todo el día; Los que me escarnecen han usado mi {nombre} como maldición.
Me persuadiste, oh SEÑOR, y quedé persuadido; Fuiste más fuerte que yo y prevaleciste. He sido el hazmerreír cada día; Todos se burlan de mí.
He venido a ser objeto de burla de todo mi pueblo, Su canción todo el día.
Y cuando José llegó a sus hermanos, lo despojaron de su túnica, la túnica de muchos colores que llevaba puesta. Lo tomaron y lo echaron en el pozo. El pozo estaba vacío, no había agua en él.
"Simeón y Leví son hermanos; Sus armas instrumentos de violencia. "En su consejo no entre mi alma, A su asamblea no se una mi gloria, Porque en su ira mataron hombres, Y en su terquedad mutilaron bueyes. "Maldita su ira porque es feroz; Y su furor porque es cruel. Los dividiré en Jacob, Y los dispersaré en Israel.
Entonces Faraón ordenó a todo su pueblo: ``Todo hijo que nazca lo echarán al Nilo, pero a toda hija la dejarán con vida."
Adoni Bezec huyó, pero lo persiguieron, lo prendieron y le cortaron los pulgares de las manos y de los pies.
Y el SEÑOR los vendió en mano de Jabín, rey de Canaán, que reinaba en Hazor. El comandante de su ejército era Sísara, que vivía en Haroset Goyim. Entonces los Israelitas clamaron al SEÑOR, porque Jabín tenía 900 carros de hierro y había oprimido duramente a los Israelitas durante veinte años.
Pero los Israelitas volvieron a hacer lo malo ante los ojos del SEÑOR. Sirvieron a los Baales, a Astarot, a los dioses de Aram, a los dioses de Sidón, a los dioses de Moab, a los dioses de los Amonitas y a los dioses de los Filisteos. Abandonaron, pues, al SEÑOR y no le sirvieron. Entonces se encendió la ira del SEÑOR contra Israel, y los entregó en manos de los Filisteos y en manos de los Amonitas. Y ellos afligieron y quebrantaron a los Israelitas ese año. Y por dieciocho años {oprimieron} a todos los Israelitas que {estaban} al otro lado del Jordán, en Galaad, en la tierra de los Amorreos.
Entonces Asa se irritó contra el vidente y lo metió en la cárcel, porque {estaba} enojado contra él por esto. Por ese tiempo, Asa oprimió a algunos del pueblo.
Aleja de la extraña tu camino, Y no te acerques a la puerta de su casa; No sea que des tu vigor a otros Y tus años al cruel;
"Y después," declara el SEÑOR, ``a Sedequías, rey de Judá, a sus siervos, al pueblo y a los que sobrevivan en esta ciudad de la pestilencia, de la espada y del hambre, los entregaré en manos de Nabucodonosor, rey de Babilonia, en manos de sus enemigos y en manos de los que buscan sus vidas; y él los herirá a filo de espada. No los perdonará ni les tendrá piedad ni compasión."'
Entonces Nabucodonosor, enojado y furioso, dio orden de traer a Sadrac, Mesac y Abed Nego. Estos hombres, pues, fueron conducidos ante el rey. Habló Nabucodonosor y les dijo: `` ¿Es verdad Sadrac, Mesac y Abed Nego que no sirven a mis dioses ni adoran la estatua de oro que he levantado? " ¿Están dispuestos ahora, para que cuando oigan el sonido del cuerno, la flauta, la lira, el arpa, el salterio, la gaita y toda clase de música, se postren y adoren la estatua que he hecho? Porque si no {la} adoran, inmediatamente serán echados en un horno de fuego ardiente. ¿Y qué dios será el que los libre de mis manos?"Leer más.
Sadrac, Mesac y Abed Nego le respondieron al rey Nabucodonosor: ``No necesitamos darle una respuesta acerca de este asunto. "Ciertamente nuestro Dios a quien servimos puede librarnos del horno de fuego ardiente. Y de su mano, oh rey, nos librará. "Pero si no {lo hace,} ha de saber, oh rey, que no serviremos a sus dioses ni adoraremos la estatua de oro que ha levantado." Entonces Nabucodonosor se llenó de furor, y demudó su semblante contra Sadrac, Mesac y Abed Nego. Reaccionó ordenando que se calentara el horno siete veces más de lo que se acostumbraba calentar. Y mandó que algunos valientes guerreros de su ejército ataran a Sadrac, Mesac y Abed Nego, {y los} echaran en el horno de fuego ardiente.
Entonces los oficiales se enojaron contra Jeremías y lo azotaron, y lo encarcelaron en la casa del escriba Jonatán, la cual habían convertido en prisión.
Entonces ellos tomaron a Jeremías, y bajándolo con cuerdas lo echaron en la cisterna de Malaquías, hijo del rey, que había en el patio de la guardia. En la cisterna no había agua, sino lodo, así que Jeremías se hundió en el lodo. Ebed Melec el Etíope, eunuco del palacio del rey, oyó que habían echado a Jeremías en la cisterna. Estando el rey sentado a la Puerta de Benjamín,