21 Versículo de la Biblia sobre La presciencia de Cristo
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Mas hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús desde el principio sabía quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
Antes del día de la Fiesta de la Pascua, sabiendo Jesús que su hora había venido para que pasara de este mundo al Padre, como había amado a los suyos que estaban en el mundo, los amó hasta el fin.
Porque sabía quién era el que lo entregaba; por eso dijo: No sois limpios todos.
Pero Jesús, sabiendo todas las cosas que habían de venir sobre él, salió delante, y les dijo: ¿A quién buscáis?
Después de esto, sabiendo Jesús que todas las cosas eran ya cumplidas, para que la Escritura se cumpliera, dijo: Sed tengo.
Y comenzó a enseñarles, que convenía que el Hijo del hombre padeciera mucho, y ser reprobado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas; y ser muerto, y resucitar después de tres días.
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre padezca muchas cosas, y sea desechado de los ancianos, y de los príncipes de los sacerdotes, y de los escribas, y que sea muerto, y resucite al tercer día.
Pero de un bautismo me es necesario ser bautizado; y ¡cómo me angustio hasta que sea cumplido!
Porque os digo, que es necesario que se cumpla todavía en mí aquello que está escrito: Y con los malos fue contado; porque lo que está escrito de mí, su cumplimiento tiene.
diciendo: Es necesario que el Hijo del hombre sea entregado en manos de hombres pecadores, y que sea colgado en un madero, y resucite al tercer día.
¿No era necesario que el Cristo padeciera estas cosas, y que entrara (así) en su gloria?
y les dijo: Así está escrito, y así fue necesario que el Cristo padeciera, y resucitara de los muertos al tercer día;
Y como Moisés levantó la serpiente en el desierto, así es necesario que el Hijo del hombre sea levantado;
Y Jesús dijo: Aún un poco de tiempo estaré con vosotros, e iré al que me envió.
Hijitos, aun un poco estoy con vosotros. Me buscaréis; mas, como dije a los judíos: Donde yo voy, vosotros no podéis venir; y ahora os lo digo.
Habéis oído cómo yo os he dicho: Voy, y vengo a vosotros. Si me amarais, ciertamente os gozaríais, (porque he dicho) que voy al Padre; porque el Padre mayor es que yo.
Mas ahora voy al que me envió; y ninguno de vosotros me pregunta: ¿Adónde vas?
Aún un poquito, y no me veréis después; y otra vez un poquito, y me veréis; porque yo voy al Padre.
Salí del Padre, y he venido al mundo; otra vez dejo el mundo, y voy al Padre.
Y ya no estoy en el mundo; mas éstos están en el mundo, y yo a ti vengo. Padre Santo, a los que me has dado, guárdalos en tu Nombre, para que sean una cosa, como también nosotros.