21 Versículo de la Biblia sobre Las Escrituras, la suficiencia de la
Versículos Más Relevantes
Ahora pues, oh Israel, escucha los estatutos y los decretos que yo os enseño para que los ejecutéis, a fin de que viváis y entréis a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os da. No añadiréis {nada} a la palabra que yo os mando, ni quitaréis {nada} de ella, para que guardéis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios que yo os mando.
Cuidarás de hacer todo lo que te mando; nada le añadirás ni le quitarás.
Solamente sé fuerte y muy valiente; cuídate de cumplir toda la ley que Moisés mi siervo te mandó; no te desvíes de ella ni a la derecha ni a la izquierda, para que tengas éxito dondequiera que vayas. Este libro de la ley no se apartará de tu boca, sino que meditarás en él día y noche, para que cuides de hacer todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino y tendrás éxito.
Probada es toda palabra de Dios; El es escudo para los que en El se refugian. No añadas a sus palabras, no sea que El te reprenda y seas hallado mentiroso.
Así dice el SEÑOR: ``Ponte en el atrio de la casa del SEÑOR, y habla a todas las ciudades de Judá que vienen a adorar en la casa del SEÑOR todas las palabras que te he mandado decirles. No omitas ni una palabra.
Dios, habiendo hablado hace mucho tiempo, en muchas ocasiones y de muchas maneras a los padres por los profetas, en estos últimos días nos ha hablado por {su} Hijo, a quien constituyó heredero de todas las cosas, por medio de quien hizo también el universo.
Si alguno oye mis palabras y no las guarda, yo no lo juzgo; porque no vine a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo. El que me rechaza y no recibe mis palabras, tiene quien lo juzgue; la palabra que he hablado, ésa lo juzgará en el día final. Porque yo no he hablado por mi propia cuenta, sino que el Padre mismo que me ha enviado me ha dado mandamiento {sobre} lo que he de decir y lo que he de hablar.Leer más.
Y sé que su mandamiento es vida eterna; por eso lo que hablo, lo hablo tal como el Padre me lo ha dicho.
edificados sobre el fundamento de los apóstoles y profetas, siendo Cristo Jesús mismo la {piedra} angular,
Yo testifico a todos los que oyen las palabras de la profecía de este libro: Si alguno añade a ellas, Dios traerá sobre él las plagas que están escritas en este libro; y si alguno quita de las palabras del libro de esta profecía, Dios quitará su parte del árbol de la vida y de la ciudad santa descritos en este libro.
Me maravillo de que tan pronto hayáis abandonado al que os llamó por la gracia de Cristo, para {seguir} un evangelio diferente; que {en realidad} no es otro {evangelio,} sólo que hay algunos que os perturban y quieren pervertir el evangelio de Cristo. Pero si aun nosotros, o un ángel del cielo, os anunciara {otro} evangelio contrario al que os hemos anunciado, sea anatema.Leer más.
Como hemos dicho antes, también repito ahora: Si alguno os anuncia un evangelio contrario al que recibisteis, sea anatema.
Pero con respecto a la venida de nuestro Señor Jesucristo y a nuestra reunión con El, os rogamos, hermanos, que no seáis sacudidos fácilmente en vuestro modo de pensar, ni os alarméis, ni por espíritu, ni por palabra, ni por carta como {si fuera} de nosotros, en el sentido de que el día del Señor ha llegado.
Así que la ley es santa, y el mandamiento es santo, justo y bueno.
Pero nosotros sabemos que la ley es buena, si uno la usa legítimamente,
La ley del SEÑOR es perfecta, que restaura el alma; el testimonio del SEÑOR es seguro, que hace sabio al sencillo.
Pero el que mira atentamente a la ley perfecta, la {ley} de la libertad, y permanece {en ella,} no habiéndose vuelto un oidor olvidadizo sino un hacedor eficaz, éste será bienaventurado en lo que hace.
Para siempre, oh SEÑOR, tu palabra está firme en los cielos.
Porque en verdad os digo que hasta que pasen el cielo y la tierra, no se perderá ni la letra más pequeña ni una tilde de la ley hasta que toda se cumpla.
Porque: TODA CARNE ES COMO LA HIERBA, Y TODA SU GLORIA COMO LA FLOR DE LA HIERBA. SECASE LA HIERBA, CAESE LA FLOR, MAS LA PALABRA DEL SEÑOR PERMANECE PARA SIEMPRE. Y esta es la palabra que os fue predicada.
Una voz dijo: Clama. Entonces él respondió: ¿Qué he de clamar? Toda carne es hierba, y todo su esplendor es como flor del campo. Sécase la hierba, marchítase la flor cuando el aliento del SEÑOR sopla sobre ella; en verdad el pueblo es hierba. Sécase la hierba, marchítase la flor, mas la palabra del Dios nuestro permanece para siempre.