24 Versículo de la Biblia sobre Las actitudes, en la oración
Versículos Más Relevantes
Perseverad en la oración, velando en ella con acción de gracias;
Venid, postrémonos y adoremos; arrodillémonos delante del SEÑOR nuestro hacedor.
Y el pueblo creyó; y oyendo que el SEÑOR había visitado los hijos de Israel, y que había visto su aflicción, se inclinaron y adoraron.
Por mí hice juramento, de mi boca salió palabra en justicia, la cual no se tornará; que a mí se doblará toda rodilla, y jurará toda lengua.
Y Daniel, cuando supo que la escritura estaba firmada, entró en su casa, y abiertas las ventanas de su cenadero que estaban hacia Jerusalén, se arrodillaba tres veces al día, y oraba, y confesaba delante de su Dios, como lo solía hacer antes.
Y él se apartó de ellos como a un tiro de piedra; y puesto de rodillas oró,
Y puesto de rodillas, clamó a gran voz: Señor, no les imputes este pecado. Y habiendo dicho esto, durmió en el Señor.
Por esta causa doblo mis rodillas al Padre del Señor nuestro, Jesús el Cristo,
que al Nombre de Jesús toda rodilla de lo celestial, de lo terrenal, y de lo infernal se doble.
Y yéndose un poco más adelante, se postró sobre su rostro, orando, y diciendo: Padre mío, si es posible, pase de mí este vaso; pero no como yo quiero, sino como tú.
Y se fueron Moisés y Aarón de delante de la congregación a la puerta del tabernáculo del testimonio, y se postraron sobre sus rostros; y la gloria del SEÑOR apareció sobre ellos.
Y él respondió: No; mas yo soy el Príncipe del ejército del SEÑOR; ahora he venido. Entonces Josué postrándose sobre su rostro en tierra le adoró; y le dijo: ¿Qué dice mi Señor a su siervo?
Entonces Josafat se inclinó rostro a tierra, y asimismo todo Judá y los moradores de Jerusalén se postraron delante del SEÑOR, y adoraron al SEÑOR.
Y cuando estuviereis orando, perdonad, si tenéis algo contra alguno, para que vuestro Padre que está en los cielos os perdone también a vosotros vuestras ofensas.
Y se puso Salomón delante del altar del SEÑOR, en presencia de toda la congregación de Israel, y extendiendo sus manos al cielo,
El fariseo, en pie, oraba consigo de esta manera: Dios, te doy gracias, que no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros, ni aun como este publicano;
Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y estar firmes, acabada toda la obra. Estad pues firmes, ceñidos vuestros lomos de la verdad, y vestidos de la cota de justicia.
Así que, hermanos, estad firmes, y retened la doctrina que habéis aprendido, sea por palabra, o por carta nuestra.
Sed también vosotros pacientes, y confirmad vuestros corazones, porque la venida del Señor se acerca.
Oh hombre, él te ha declarado qué sea lo bueno, y qué pide de ti el SEÑOR: solamente hacer juicio recto, y amar misericordia, y humillarte para andar con tu Dios.
pero los que esperan al SEÑOR tendrán nuevas fuerzas; levantarán las alas, como las águilas; correrán, y no se cansarán; caminarán, y no se fatigarán.
mas si andamos en luz, como él está en luz, tenemos comunión con él, entre nosotros, y la sangre de Jesucristo, su Hijo, nos limpia de todo pecado.
Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta,