14 Versículo de la Biblia sobre Limitaciones del cuerpo

Entonces el SEÑOR dijo: No contenderá mi Espíritu para siempre con el hombre, porque ciertamente él es carne. Serán, pues, sus días ciento veinte años.

Se acordaba de que ellos eran carne, un soplo que pasa y no vuelve.

Porque El sabe de qué estamos hechos, se acuerda de que somos {sólo} polvo.

Pues los egipcios son hombres, y no Dios, y sus caballos son carne, y no espíritu; el SEÑOR, pues, extenderá su mano, y el que ayuda tropezará, y el que recibe ayuda caerá; todos ellos a una perecerán.

Y terminado aquel año, vinieron a él el segundo año, y le dijeron: No encubriremos a mi señor que el dinero se ha acabado, y que el ganado pertenece a mi señor. No queda nada para mi señor, excepto nuestros cuerpos y nuestras tierras.

Y sin debilitarse en la fe contempló su propio cuerpo, que ya estaba como muerto puesto que tenía como cien años, y la esterilidad de la matriz de Sara;

Y esto digo, hermanos: que la carne y la sangre no pueden heredar el reino de Dios; ni lo que se corrompe hereda lo incorruptible.

puesto que {tienen que ver} sólo con comidas y bebidas, y diversas abluciones y ordenanzas para el cuerpo, impuestas hasta el tiempo de reformar {las cosas}.

Porque si la sangre de los machos cabríos y de los toros, y la ceniza de la becerra rociada sobre los que se han contaminado, santifican para la purificación de la carne,

Lo que es nacido de la carne, carne es, y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es.

Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.

Velad y orad para que no entréis en tentación; el espíritu está dispuesto, pero la carne es débil.

Hablo en términos humanos, por causa de la debilidad de vuestra carne. Porque de la manera que presentasteis vuestros miembros {como} esclavos a la impureza y a la iniquidad, para iniquidad, así ahora presentad vuestros miembros {como} esclavos a la justicia, para santificación.

Y si Cristo está en vosotros, aunque el cuerpo esté muerto a causa del pecado, sin embargo, el espíritu está vivo a causa de la justicia.