16 Versículo de la Biblia sobre Los hombres Pleasers
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Porque ¿busco ahora el favor de los hombres o el de Dios? ¿O me esfuerzo por agradar a los hombres? Si yo todavía estuviera tratando de agradar a los hombres, no sería siervo de Cristo.
Mas respondiendo Pedro y los apóstoles, dijeron: Debemos obedecer a Dios antes que a los hombres.
Siervos, obedeced a vuestros amos en la tierra, con temor y temblor, con la sinceridad de vuestro corazón, como a Cristo; no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios. Servid de buena voluntad, como al Señor y no a los hombres,Leer más.
sabiendo que cualquier cosa buena que cada uno haga, esto recibirá del Señor, sea siervo o sea libre. Y {vosotros,} amos, haced lo mismo con ellos, y dejad las amenazas, sabiendo que el Señor de ellos y de vosotros está en los cielos, y que para El no hay acepción de personas.
Porque amaban más el reconocimiento de los hombres que el reconocimiento de Dios.
Por aquel tiempo el rey Herodes echó mano a algunos que pertenecían a la iglesia para maltratarlos. E hizo matar a espada a Jacobo, el hermano de Juan. Y viendo que esto agradaba a los judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días de los panes sin levadura.
Pero transcurridos dos años, Porcio Festo llegó como sucesor de Félix, y deseando hacer un favor a los judíos, Félix dejó preso a Pablo.
Pero Festo, queriendo hacer un favor a los judíos, respondió a Pablo, y dijo: ¿Estás dispuesto a subir a Jerusalén y a ser juzgado delante de mí por estas {acusaciones}?
no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino como siervos de Cristo, haciendo de corazón la voluntad de Dios.
Siervos, obedeced en todo a vuestros amos en la tierra, no para ser vistos, como los que quieren agradar a los hombres, sino con sinceridad de corazón, temiendo al Señor.
Amos, tratad con justicia y equidad a vuestros siervos, sabiendo que vosotros también tenéis un Señor en el cielo.
sino que así como hemos sido aprobados por Dios para que se nos confiara el evangelio, así hablamos, no como agradando a los hombres, sino a Dios que examina nuestros corazones.
ni buscando gloria de los hombres, ni de vosotros ni de otros, aunque como apóstoles de Cristo hubiéramos podido imponer nuestra autoridad.
Y El les dijo: Vosotros sois los que os justificáis a vosotros mismos ante los hombres, pero Dios conoce vuestros corazones, porque lo que entre los hombres es de alta estima, abominable es delante de Dios.
Someteos, por causa del Señor, a toda institución humana, ya sea al rey, como autoridad,
pues nos preocupamos por lo que es honrado, no sólo ante los ojos del Señor, sino también ante los ojos de los hombres.