16 Versículo de la Biblia sobre Los jóvenes que sufren
Versículos Más Relevantes
Yod Los leoncillos necesitaron, y tuvieron hambre; pero los que buscan al SEÑOR, no tendrán falta de ningún bien.
Tet: Bueno es al varón, si llevare el yugo desde su juventud.
Por tanto, estoy lleno de la furia del SEÑOR, he trabajado por contenerme de derramarla sobre los niños en la calle, y sobre la reunión de los jóvenes juntamente; porque el marido también será preso con la mujer, el viejo con el lleno de días.
Porque la muerte ha subido por nuestras ventanas, ha entrado en nuestros palacios; para talar los niños de las calles, los jóvenes de las plazas.
He: Sus enemigos han sido hechos cabeza, sus aborrecedores fueron prosperados; porque el SEÑOR la afligió por la multitud de sus rebeliones; sus niños fueron en cautividad delante del enemigo.
Tsade: El SEÑOR es justo; que yo contra su boca me rebelé. Oíd ahora, todos los pueblos, y ved mi dolor; mis vírgenes y mis jóvenes fueron en cautiverio.
Sámec: El Señor ha hollado todos mis fuertes en medio de mí; llamó contra mi compañía para quebrantar mis jóvenes, como lagar ha pisado el Señor a la Virgen hija de Judá.
Caf: Mis ojos desfallecieron de lágrimas, rugieron mis entrañas, mi hígado se derramó por tierra por el quebrantamiento de la hija de mi pueblo, desfalleciendo el niño y el que mamaba, en las plazas de la ciudad.
Cof: Levántate, da voces en la noche, en el principio de las velas; derrama como agua tu corazón ante la presencia del Señor; alza tus manos a él por la vida de tus pequeñitos, que desfallecen de hambre en las entradas de todas las calles.
Dálet: La lengua del niño de pecho, de sed se pegó a su paladar; los cachorros pidieron pan, y no hubo quien lo partiere.
Llevaron los jóvenes a moler, y los niños desfallecieron en la leña.
Los ancianos cesaron de la puerta, los jóvenes de sus canciones.
Los jóvenes de Heliópolis y de Pubásti caerán a espada; y ellas irán en cautiverio.
Envié entre vosotros mortandad en el camino a Egipto; maté a espada a vuestros jóvenes, quité vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.
En aquel tiempo las doncellas hermosas y los jóvenes desmayarán de sed.
Dichoso el que tomara y estrellara tus niños a las piedras.