26 Bible Verses about Los viajeros
Versículos Más Relevantes
En los días de Samgar, hijo de Anat, en los días de Jael, quedaron desiertos los caminos, y los viajeros andaban por sendas tortuosas.
Vino un viajero al hombre rico y éste no quiso tomar de sus ovejas ni de sus vacas para preparar {comida} para el caminante que había venido a él, sino que tomó la corderita de aquel hombre pobre y la preparó para el hombre que había venido a él.
{Tú,} esperanza de Israel, Salvador suyo en tiempo de angustia, ¿por qué has de ser como forastero en la tierra, o como caminante que ha plantado su {tienda} para pasar la noche?
Un obispo debe ser, pues, irreprochable, marido de una sola mujer, sobrio, prudente, de conducta decorosa, hospitalario, apto para enseñar,
que tenga testimonio de buenas obras; si ha criado hijos, si ha mostrado hospitalidad a extraños, si ha lavado los pies de los santos, si ha ayudado a los afligidos {y} si se ha consagrado a toda buena obra.
No os olvidéis de mostrar hospitalidad, porque por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles.
y dijo: He aquí ahora, señores míos, os ruego que entréis en la casa de vuestro siervo y paséis {en ella} la noche y lavéis vuestros pies; entonces os levantaréis temprano y continuaréis vuestro camino. Pero ellos dijeron: No, sino que pasaremos la noche en la plaza.
Y le dijo: Entra, bendito del SEÑOR. ¿Por qué estás fuera? Yo he preparado la casa y un lugar para los camellos.
Y él dijo a sus hijas: ¿Y dónde está? ¿Por qué habéis dejado al hombre? Invitadlo a que coma algo.
Y el anciano dijo: Paz sea contigo. Permíteme {suplir} todas tus necesidades; pero no pases la noche en la plaza.
Y aconteció que un día pasaba Eliseo por Sunem, donde había una mujer distinguida, y ella le persuadió a que comiera. Y así fue que siempre que pasaba, entraba allí a comer.
Y había a mi mesa ciento cincuenta judíos y oficiales, sin contar los que vinieron a nosotros de las naciones que nos rodeaban.
El forastero no pasa la noche afuera, {porque} al viajero he abierto mis puertas.
Cuando ella y su familia se bautizaron, {nos} rogó, diciendo: Si juzgáis que soy fiel al Señor, venid a mi casa y quedaos {en ella.} Y nos persuadió {a ir.}
Llevándolos a su hogar, les dio de comer, y se regocijó grandemente por haber creído en Dios con todos los suyos.
Al día siguiente partimos y llegamos a Cesarea, y entrando en la casa de Felipe, el evangelista, que era uno de los siete, nos quedamos con él.
Y los habitantes nos mostraron toda clase de atenciones, porque a causa de la lluvia que caía y del frío, encendieron una hoguera y nos acogieron a todos.
Y cerca de allí había unas tierras que pertenecían al hombre principal de la isla, que se llamaba Publio, el cual nos recibió y nos hospedó con toda amabilidad por tres días.
Los que cabalgáis en asnas blancas, los que os sentáis en {ricos} tapices, los que viajáis por el camino, cantad.
Las calzadas están desiertas, el transeúnte ya no pasa; ha quebrantado el pacto, ha despreciado las ciudades, no tiene en estima al hombre.