21 Versículo de la Biblia sobre Suerte, y el fatalismo
Versículos Más Relevantes
Y dijo Dios: Sean luminarias en el extendimiento de los cielos para apartar el día y la noche; y sean por señales, y por tiempos determinados, y por días y años; y sean por luminarias en el extendimiento de los cielos para alumbrar sobre la tierra; y fue así. E hizo Dios las dos luminarias grandes; la luminaria grande para que señoreara en el día, y la luminaria pequeña para que señoreara en la noche, y las estrellas.Leer más.
Y las puso Dios en el extendimiento de los cielos, para alumbrar sobre la tierra, y para señorear en el día y en la noche, y para apartar la luz y las tinieblas; y vio Dios que era bueno.
El que hizo la Osa, y el Orión, y las Pléyades, y los lugares secretos del mediodía;
Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú compusiste:
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol.
Alabadle, el sol y la luna: alabadle, todas las estrellas de luz. Alabadle, los cielos de los cielos; y las aguas que están sobre los cielos. Alaben el Nombre del SEÑOR; porque él mandó, y fueron creados.
miren al que hace el Arcturo y el Orión, y las tinieblas vuelve en mañana, y hace oscurecer el día en noche; el que llama a las aguas del mar, y las derrama sobre la faz de la tierra; el SEÑOR es su nombre;
Levantad en alto vuestros ojos y mirad quién creó estas cosas: él saca por cuenta su ejército; a todas llama por sus nombres; ninguna faltará por la multitud de sus fuerzas, y por la fortaleza de su fuerza.
¿Detendrás tú por ventura las delicias de las Pléyades, o desatarás las ligaduras del Orión? ¿Sacarás tú a su tiempo los signos de los cielos, o guiarás el Arcturo con sus hijos?
Hizo la luna para los tiempos; el sol conoció su occidente.
Así dijo el SEÑOR, que da el sol para luz del día, las leyes de la luna y de las estrellas para luz de la noche; que parte el mar y sus ondas braman; el SEÑOR de los ejércitos es su Nombre:
para que seáis hijos de vuestro Padre que está en los cielos; que hace que su sol salga sobre malos y buenos, y llueva sobre justos e injustos.
Mira, yo pongo hoy delante de vosotros la bendición y la maldición: La bendición, si oyereis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, que yo os mando hoy; y la maldición, si no oyereis los mandamientos del SEÑOR vuestro Dios, mas os apartareis del camino que yo os ordeno hoy, para andar en pos de dioses ajenos que no habéis conocido.
Mira, yo he puesto delante de ti hoy la vida y el bien, la muerte y el mal; porque yo te mando hoy que ames al SEÑOR tu Dios, que andes en sus caminos, y guardes sus mandamientos y sus estatutos y sus derechos, para que vivas y seas multiplicado, y el SEÑOR tu Dios te bendiga en la tierra a la cual entras para heredarla. Mas si tu corazón se apartare, y no oyeres, y fueres incitado, y te inclinares a dioses ajenos, y les sirvieres;Leer más.
os protesto hoy que de cierto pereceréis; no tendréis largos días sobre la tierra, para ir a la cual pasas el Jordán para que la heredes. A los cielos y a la tierra llamo por testigos hoy contra vosotros, que os he puesto delante la vida y la muerte, la bendición y la maldición; escoge, pues, la vida, para que vivas tú y tu simiente;
Mas el impío, si se apartare de todos sus pecados que hizo, y guardare todas mis ordenanzas, e hiciere juicio y justicia, de cierto vivirá; no morirá. Todas sus rebeliones que cometió, no le serán recordadas; por su justicia que hizo vivirá. ¿Quiero yo por ventura la muerte del impío? Dijo el Señor DIOS. ¿No vivirá, si se apartare de sus caminos?
Y será que cualquiera que invocare el Nombre del SEÑOR, escapará; porque en el Monte de Sion y en Jerusalén habrá salvación, como el SEÑOR ha dicho, y en los que quedaren, a los cuales el SEÑOR habrá llamado.
y acontecerá que todo aquel que invocare el Nombre del Señor, será salvo.
Porque la Escritura dice: Todo aquel que en él creyere, no será avergonzado. Porque no hay diferencia de judío y de griego; porque el mismo es el Señor de todos, rico para con todos los que le invocan; porque todo aquel que invocare el Nombre del Señor, será salvo.
Y tú, Salomón, hijo mío, conoce al Dios de tu padre, y sírvele de corazón perfecto, y de ánimo voluntario; porque el SEÑOR escudriña los corazones de todos, y entiende toda imaginación de los pensamientos. Si tú le buscares, lo hallarás; mas si le dejares, él te desechará para siempre.
Buscad al SEÑOR, mientras se halla; llamadle en tanto que está cercano.
Y el Espíritu y la Esposa dicen: Ven. Y el que oye, diga: Ven. Y el que tiene sed, venga; y el que quiere, tome del agua de la vida gratuitamente.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, que yo os haré descansar.