21 Versículo de la Biblia sobre Tesoros espirituales
Versículos Más Relevantes
Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros;
Mas haceos tesoros en el cielo, donde ni la polilla, ni el orín corrompen, y donde ladrones no minan ni hurtan.
Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo.
Jesús le dijo: Si quieres ser perfecto, ve, vende lo que tienes, y da a los pobres, y tendrás tesoro en el cielo, y ven y sígueme.
La vida es más que la comida, y el cuerpo más que el vestido.
Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por el cual lo he perdido todo, y lo tengo por estiércol, para ganar a Cristo,
atesorando para sí buen fundamento para lo por venir; que echen mano de la vida eterna.
Yo te aconsejo que de mí compres oro refinado en fuego, para que seas rico, y vestiduras blancas para que te vistas, y no se descubra la vergüenza de tu desnudez; y unge tus ojos con colirio, para que veas.
para que sean consolados sus corazones, unidos en amor, hasta alcanzar todas las riquezas de la plena seguridad del entendimiento; a fin de conocer el misterio de Dios, y del Padre, y de Cristo, en quien están escondidos todos los tesoros de sabiduría y conocimiento.
Mas ¿dónde se hallará la sabiduría? ¿Y dónde está el lugar de la inteligencia? No conoce su valor el hombre, ni se halla en la tierra de los vivientes. El abismo dice: No está en mí: Y el mar dijo: Ni conmigo.Leer más.
No se dará por oro, ni su precio será a peso de plata. No puede ser apreciada con oro de Ofir, ni con ónice precioso, ni con zafiro. El oro no se le igualará, ni el diamante; ni se cambiará por joyas de oro fino. No se hará mención de coral ni de perlas: La sabiduría es mejor que las piedras preciosas. No se igualará con ella topacio de Etiopía; no se podrá apreciar con oro fino.
Si como a la plata la buscares, y la procurares como a tesoros escondidos;
Bienaventurado el hombre que halla la sabiduría, y que obtiene la inteligencia; porque su mercadería es mejor que la mercadería de la plata, y sus frutos más que el oro fino. Más preciosa es que las piedras preciosas; y todo lo que puedes desear, no se puede comparar a ella.
Recibid mi enseñanza, y no plata; y entendimiento antes que el oro escogido. Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; y todas las cosas que se pueden desear, no son de comparar con ella.
Con sabiduría se edifica la casa, y con prudencia se afirma; y con inteligencia se llenarán las cámaras de todo bien preciado y agradable.
Y reinarán en tus tiempos la sabiduría y la ciencia, y el poder de la salvación; El temor de Jehová será tu tesoro.
Del mandamiento de sus labios nunca me separé; guardé las palabras de su boca más que mi comida.
El temor de Jehová, es limpio, que permanece para siempre; los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Deseables son más que el oro, y más que mucho oro afinado; y dulces más que la miel, y la que destila del panal.
Mejor me es la ley de tu boca, que millares de oro y plata. YOD. Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender, y aprenderé tus mandamientos. Los que te temen me verán, y se alegrarán; porque en tu palabra he esperado.Leer más.
Conozco, oh Jehová, que tus juicios son justos, y que conforme a tu fidelidad me afligiste. Sea ahora tu misericordia para consolarme, conforme a lo que has dicho a tu siervo. Vengan a mí tus misericordias, y viva; porque tu ley es mi delicia. Sean avergonzados los soberbios, porque sin causa me han calumniado; mas yo, meditaré en tus mandamientos. Tórnense a mí los que te temen y conocen tus testimonios. Sea mi corazón íntegro en tus estatutos; para que no sea yo avergonzado. KAF. Desfallece mi alma por tu salvación, mas espero en tu palabra. Desfallecieron mis ojos por tu palabra, diciendo: ¿Cuándo me consolarás? Porque estoy como el odre al humo; pero no he olvidado tus estatutos. ¿Cuántos son los días de tu siervo? ¿Cuándo harás juicio contra los que me persiguen? Los soberbios han cavado hoyos para mí; mas no obran según tu ley. Todos tus mandamientos son verdad; sin causa me persiguen; ayúdame. Casi me han echado por tierra; mas yo no he dejado tus mandamientos. Vivifícame conforme a tu misericordia; y guardaré los testimonios de tu boca. LAMED. Para siempre, oh Jehová, está establecida tu palabra en el cielo. Por generación y generación es tu fidelidad; tú afirmaste la tierra, y permanece. Por tus ordenanzas permanecen todas las cosas hasta hoy, pues todas ellas te sirven. Si tu ley no hubiese sido mi delicia, ya en mi aflicción hubiera perecido. Nunca jamás me olvidaré de tus mandamientos; porque con ellos me has vivificado. Tuyo soy yo, guárdame; porque he buscado tus mandamientos. Los impíos me han aguardado para destruirme; mas yo consideraré tus testimonios. A toda perfección he visto fin; extenso sobremanera es tu mandamiento. MEM. ¡Oh, cuánto amo yo tu ley! Todo el día es ella mi meditación. Me has hecho más sabio que mis enemigos con tus mandamientos; porque siempre están conmigo. Más que todos mis enseñadores he entendido; porque tus testimonios son mi meditación. Más que los viejos he entendido, porque he guardado tus mandamientos. De todo mal camino contuve mis pies, para guardar tu palabra. No me aparté de tus juicios; porque tú me enseñaste. ¡Cuán dulces son a mi paladar tus palabras! Más que la miel a mi boca. De tus mandamientos he adquirido inteligencia; por tanto, he aborrecido todo camino de mentira. NUN. Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino. Juré y ratifiqué que he de guardar tus justos juicios. Afligido estoy en gran manera: vivifícame, oh Jehová, conforme a tu palabra. Te ruego, oh Jehová, que te sean agradables las ofrendas voluntarias de mi boca; y enséñame tus juicios. De continuo está mi alma en mi mano; mas no me he olvidado de tu ley. Me tendieron lazo los impíos; pero yo no me desvié de tus mandamientos. Por heredad he tomado tus testimonios para siempre; porque son el gozo de mi corazón. Mi corazón incliné a poner por obra tus estatutos de continuo, hasta el fin. SAMEC. Los pensamientos vanos aborrezco; mas amo tu ley. Mi escondedero y mi escudo eres tú; en tu palabra he esperado. Apartaos de mí, malignos; pues yo guardaré los mandamientos de mi Dios. Susténtame conforme a tu palabra, y viviré; y no dejes que me avergüence de mi esperanza. Sostenme, y seré salvo; y me deleitaré siempre en tus estatutos. Hollaste a todos los que se desvían de tus estatutos; porque mentira es su engaño. Como escorias hiciste consumir a todos los impíos de la tierra; por tanto yo he amado tus testimonios. Mi carne se ha estremecido por temor de ti; y de tus juicios tengo miedo. AIN. Juicio y justicia he hecho; no me abandones a mis opresores. Responde por tu siervo para bien; no permitas que me opriman los soberbios. Mis ojos desfallecieron por tu salvación, y por el dicho de tu justicia. Haz con tu siervo según tu misericordia, y enséñame tus estatutos. Tu siervo soy yo, dame entendimiento; para que sepa tus testimonios. Tiempo es de actuar, oh Jehová; porque han invalidado tu ley. Por tanto, amo tus mandamientos más que el oro, y más que oro muy puro.
Teniendo por mayores riquezas el vituperio de Cristo que los tesoros en Egipto; porque tenía puesta su mirada en el galardón.
Si te volvieres al Omnipotente, serás edificado; alejarás de tu tienda la aflicción; Y tendrás más oro que tierra, y como piedras de arroyos oro de Ofir; y el Todopoderoso será tu defensa, y tendrás plata en abundancia.
Además, el reino de los cielos es semejante a un tesoro escondido en un campo; el cual hallándolo un hombre, lo esconde, y gozoso por ello, va y vende todo lo que tiene, y compra aquel campo. También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas; el cual, hallando una perla preciosa, fue y vendió todo lo que tenía, y la compró.