27 Versículo de la Biblia sobre Tumbado para descansar
Versículos Más Relevantes
En paz me acostaré, y asimismo dormiré; porque sólo tú, Jehová, me haces estar confiado.
Mi andar y mi acostarme has rodeado, y todos mis caminos te son conocidos.
Te acostarás, y no habrá quien te espante; y muchos implorarán tu favor.
El remanente de Israel no hará iniquidad, ni dirá mentira, ni en boca de ellos se hallará lengua engañosa: porque ellos serán apacentados y dormirán, y no habrá quien los espante.
Y las repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas estando en tu casa, y andando por el camino, y al acostarte, y cuando te levantes:
Y las enseñaréis a vuestros hijos, hablando de ellas, cuando estés sentado en tu casa, y cuando andes por el camino; cuando te acuestes, y cuando te levantes.
Y cuando ella llegó a su casa, halló que el demonio había salido, y a su hija acostada sobre la cama.
Estando tú, oh rey, en tu cama subieron tus pensamientos por saber lo que había de suceder en lo por venir; y el que revela los misterios te mostró lo que ha de suceder.
Éstas son las visiones de mi cabeza cuando estaba en mi cama: Me parecía que veía un árbol en medio de la tierra, cuya altura era grande.
Veía en las visiones de mi cabeza estando en mi cama, y he aquí que un vigilante y santo descendía del cielo.
Y la ribera será para el resto de la casa de Judá; allí apacentarán: en las casas de Ascalón dormirán a la noche; porque Jehová su Dios los visitará, y hará volver a sus cautivos.
Y el que durmiere en aquella casa, lavará sus ropas; también el que comiere en la casa, lavará sus ropas.
Y aconteció un día, que estando Elí acostado en su aposento, cuando sus ojos comenzaban a oscurecerse, y no podía ver,
Samuel estaba durmiendo en el templo de Jehová, donde el arca de Dios estaba; y antes que la lámpara de Dios fuese apagada,
Y dijo Elí a Samuel: Ve, y acuéstate: y si Él te llama, dirás: Habla, Jehová, que tu siervo oye. Así se fue Samuel, y se acostó en su lugar.
Y Samuel estuvo acostado hasta la mañana, y abrió las puertas de la casa de Jehová. Y Samuel temía descubrir la visión a Elí.
Y corriendo luego a Elí, dijo: Heme aquí; ¿para qué me llamaste? Y Elí le dijo: Yo no he llamado; vuelve y acuéstate. Y él se volvió, y se acostó.
Y Jehová volvió a llamar otra vez a Samuel. Y levantándose Samuel vino a Elí, y dijo: Heme aquí; ¿para qué me has llamado? Y él dijo: Hijo mío, yo no he llamado; vuelve, y acuéstate.
Y Jonadab le dijo: Acuéstate en tu cama, y finge que estás enfermo; y cuando tu padre viniere a visitarte, dile: Te ruego que venga mi hermana Tamar, para que me dé de comer, y prepare delante de mí alguna vianda, para que al verla yo la coma de su mano.
Le dijeron por tanto sus siervos: Busquen a mi señor el rey una joven virgen, para que esté delante del rey, y lo abrigue, y duerma a su lado para que dé calor a mi señor el rey.
Y vino Acab a su casa, triste y enojado por la palabra que Nabot de Jezreel le había respondido, diciendo: No te daré la heredad de mis padres. Y se acostó en su cama, y volvió su rostro, y no comió pan.
Y cuando él se acostare, observa tú el lugar donde él se acuesta, e irás, y descubrirás sus pies, y te acostarás allí; y él te dirá lo que debes hacer.
Y cuando Boaz hubo comido y bebido, y su corazón estuvo contento, se retiró a dormir a un lado del montón de grano. Entonces ella vino calladamente, y le descubrió los pies y se acostó.
Se encorvará para echarse como león, y como leona; ¿quién lo despertará? Benditos los que te bendijeren, y malditos los que te maldijeren.
Y viendo el asna al Ángel de Jehová, se echó debajo de Balaam; y se enojó Balaam, y golpeó al asna con un palo.