36 Versículo de la Biblia sobre el acoso
Versículos Más Relevantes
todavía, porque esta viuda me es molesta, le haré justicia, porque al fin no venga y me muela.
Y si no echareis a los moradores de la tierra de delante de vosotros, sucederá que los que dejareis de ellos serán por aguijones en vuestros ojos, y por espinas en vuestros costados, y os afligirán sobre la tierra en que vosotros habitareis.
Me devoran mis enemigos cada día; porque muchos son los que pelean contra mí, oh Altísimo.
Y por tu misericordia disiparás mis enemigos, y destruirás todos los adversarios de mi alma; porque yo soy tu siervo.
Y el SEÑOR me dijo: No molestes a Moab, ni te busques la guerra con ellos, que no te daré posesión de su tierra; porque yo he dado a Ar por heredad a los hijos de Lot.
por cuanto ellos os afligieron a vosotros con sus engaños, con que os han engañado en el negocio de Peor, y en el negocio de Cozbi, hija del príncipe de Madián, su hermana, la cual fue muerta el día de la mortandad por causa de Peor.
Padres, no irritéis a vuestros hijos, para que no se vuelvan de poco ánimo.
los cuales molieron y quebrantaron a los hijos de Israel en aquel tiempo por dieciocho años, a todos los hijos de Israel que estaban al otro lado del Jordán en la tierra del amorreo, que es en Galaad.
Y se disipará la envidia de Efraín, y los enemigos de Judá serán talados. Efraín no tendrá envidia contra Judá, ni Judá afligirá a Efraín;
Porque aun cuando vinimos a Macedonia, ningún reposo tuvo nuestra carne; antes, en todo fuimos atribulados; de fuera, cuestiones; de dentro, temores.
Porque persiguieron al que tú heriste; y se jactan que les matas sus enemigos.
¿A la hoja arrebatada has de quebrantar? ¿Y a una arista seca has de perseguir?
Vamos contra Judá, y la despertaremos, y la repartiremos entre nosotros, y pondremos en medio de ella por rey al hijo de Tabeel.
Y viendo la multitud, tuvo misericordia de ella; porque estaba derramada y esparcida como ovejas que no tienen pastor.
y te acercarás delante de los hijos de Amón, no los molestes, ni pelees con ellos; porque no te daré posesión de la tierra de los hijos de Amón; que a los hijos de Lot la he dado por heredad.
De todas partes lo asombrarán temores, y con sus mismos pies lo ahuyentarán.
El enviará desde los cielos, y me salvará de la infamia del que me devora; (Selah) Dios enviará su misericordia y su verdad.
Y para que la grandeza de las revelaciones no me exalte descomedidamente, me es dado un aguijón en mi carne, un mensajero de Satanás que me abofetee, para que no me enaltezca sobremanera.
Y le causaron amargura, y asaetearon, y le aborrecieron los señores de saetas;
Y al extranjero no engañarás, ni angustiarás, porque extranjeros fuisteis vosotros en la tierra de Egipto.
y los que eran atormentados de espíritus inmundos eran curados.
Y he aquí una mujer cananea, que había salido de aquellos términos, clamaba, diciéndole: Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí; mi hija está enferma, poseida del demonio.
Y vino el rey David hasta Bahurim; y he aquí, salía uno de la familia de la casa de Saúl, el cual se llamaba Simei, hijo de Gera; y salía maldiciendo,
Por cuanto no se acordó de hacer misericordia, y persiguió al varón pobre en espíritu, y menesteroso, y quebrantado de corazón, para matarlo.
Y los vio fatigados remando, porque el viento les era contrario; y cerca de la cuarta vigilia de la noche, vino a ellos andando sobre el mar, y quería precederlos.
a causa de la voz del enemigo, por la opresión del impío; porque echaron sobre mí iniquidad, y con furor me han amenazado.
Y le llevó el diablo a un alto monte, y le mostró todos los reinos de la redondez de la tierra en un momento de tiempo.
Después subió de allí a Bet-el; y subiendo por el camino, salieron los jóvenes de la ciudad, y se burlaban de él, diciendo: ¡Calvo, sube! ¡calvo, sube!
Y tomando Saúl el reino sobre Israel, hizo guerra a todos sus enemigos alrededor: contra Moab, contra los hijos de Amón, contra Edom, contra los reyes de Soba, y contra los filisteos; y adondequiera que se volvía, los atribuló.
Hablando aún él, vinieron de casa del príncipe de la sinagoga, diciendo: Tu hija es muerta; ¿para qué fatigas más al Maestro?
Y en el mismo tiempo el rey Herodes envió compañías de soldados para maltratar a algunos de la Iglesia.
Y aun de las ciudades vecinas concurría multitud a Jerusalén, trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos; los cuales todos eran curados.
En todo somos atribulados, mas no angustiados; dudamos (de nuestra vida), mas no desesperamos;
He aquí mi hija virgen, y la concubina de él; yo os las sacaré ahora; humilladlas, y haced con ellas como os pareciere, mas con este hombre no cometáis esta locura tan infame.