30 Versículo de la Biblia sobre la nube de la gloria

Y no podían los sacerdotes estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa de Dios.

Entonces una nube cubrió el tabernáculo del testimonio, y la gloria del SEÑOR llenó el tabernáculo.

He aquí que viene con las nubes, y todo ojo le verá, y los que le traspasaron; y todos los linajes de la tierra se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.

Veía en la visión de la noche, y he aquí en las nubes del cielo como un hijo de hombre que venía, y llegó hasta el Anciano de gran edad, y le hicieron llegar delante de él.

Y los sacerdotes no pudieron estar para ministrar por causa de la nube; porque la gloria del SEÑOR había llenado la Casa del SEÑOR.

Y entonces se mostrará la señal del Hijo del hombre en el cielo; y entonces lamentarán todas las tribus de la tierra, y verán al Hijo del hombre que vendrá sobre las nubes del cielo, con grande poder y gloria.

y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en las nubes con mucha potestad y gloria.

Y el SEÑOR iba delante de ellos de día en una columna de nube, para guiarlos por el camino; y de noche en una columna de fuego para alumbrarles; a fin de que anduvieran de día y de noche.

Y la gloria del SEÑOR se había levantado del querubín al umbral de la puerta; y la Casa fue llena de la nube, y el atrio se llenó del resplandor de la gloria del SEÑOR.

luego nosotros, los que vivimos, los que quedamos, y juntamente con ellos seremos arrebatados en las nubes a recibir al Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor.

Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el extendimiento denuncia la obra de sus manos.

Y creará el SEÑOR sobre toda la morada del Monte de Sion, y sobre los lugares de sus convocaciones, nube y oscuridad de día, y de noche resplandor de fuego que eche llamas; porque sobre toda gloria habrá cobertura.

Y la gloria del SEÑOR reposó sobre el monte Sinaí, y la nube lo cubrió por seis días; y al séptimo día llamó a Moisés de en medio de la nube.

Y entonces verán al Hijo del hombre, que vendrá en una nube con potestad y gran gloria.

Y tocaban las trompetas, y cantaban con la voz todos a una como un varón alabando y confesando al SEÑOR, cuando alzaban la voz con trompetas y címbalos, e instrumentos de música, cuando alababan al SEÑOR, diciendo: Porque es bueno, porque su misericordia es para siempre. Y la Casa fue llena de una nube, la Casa del SEÑOR.

que parecía el arco del cielo que está en las nubes el día que llueve, así era el parecer del resplandor alrededor. Esta fue la visión de la semejanza de la gloria del SEÑOR. Y yo lo vi, y caí sobre mi rostro, y oí voz de uno que hablaba.

Y cuando el Hijo del hombre venga en su gloria, y todos los santos ángeles con él, entonces se sentará sobre el trono de su gloria.

Por tanto nosotros también, teniendo puesta sobre nosotros una tan grande nube de testigos, dejando todo el peso del pecado que nos rodea, corramos por paciencia la carrera que nos es propuesta,

Y Jesús le dijo: YO SOY; y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra de la Potencia de Dios, y viniendo en las nubes del cielo.

Y he aquí la Gloria del Dios de Israel, que venía hacia el oriente; y su sonido era como el sonido de muchas aguas, y la tierra resplandecía a causa de su gloria.

Levántate, resplandece; que viene tu lumbre, y la gloria del SEÑOR ha nacido sobre ti.

Y no podía Moisés entrar en el tabernáculo del testimonio, porque la nube estaba sobre él, y la gloria del SEÑOR lo tenía lleno.

Y cuando Salomón acabó de orar, el fuego descendió de los cielos, y consumió el holocausto y las víctimas; y la gloria del SEÑOR llenó la Casa.

Yo seré para ella, dice el SEÑOR, muro de fuego en derredor, y seré por gloria en medio de ella.

Entonces nacerá tu luz, como el alba; y tu sanidad reverdecerá presto; e irá tu justicia delante de ti, y la gloria del SEÑOR te recogerá.

El entonces dijo: Te ruego que me muestres tu gloria.

Voz del SEÑOR sobre las aguas; el Dios de gloria hizo tronar; el SEÑOR sobre las muchas aguas.

Y sobre ella los querubines de la gloria que ponían su sombra sobre el asiento de la reconciliación, cosas de las cuales no se puede ahora hablar en detalle.

y haré temblar a todos los gentiles, y vendrá el Deseado de todos los gentiles; y llenaré esta casa de gloria, dijo el SEÑOR de los ejércitos.

la que ninguno de los príncipes de este siglo conoció (porque si la hubieran conocido, nunca habrían colgado en el madero al Señor de gloria);