15 Versículo de la Biblia sobre las batallas mentales

Por lo cual, teniendo los lomos de vuestro entendimiento ceñidos con templanza, esperad perfectamente en la gracia que os es presentada cuando Jesús, el Cristo, os es manifestado,

destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia del Cristo.

porque cual es su pensamiento en su alma, tal es él. Come y bebe, te dirá; mas su corazón no está contigo.

Estén ceñidos vuestros lomos, y vuestras lámparas encendidos;

mas veo otra ley en mis miembros, que se rebela contra la ley de mi mente, y que me lleva cautivo a la ley del pecado que está en mis miembros.

Porque la carne codicia contra el Espíritu, y el Espíritu contra la carne; y estas cosas se oponen la una a la otra, para que no hagáis lo que quisierais.

está envanecido, nada sabe, y enloquece acerca de cuestiones y contiendas de palabras, de las cuales nacen envidias, pleitos, maledicencias, malas sospechas,

Sed pues sujetos a Dios; resistid al diablo, y huirá de vosotros.

Porque no nos ha dado Dios el espíritu de temor, sino el de fortaleza, y de amor, y de templanza.

Pues que el Cristo ha padecido por nosotros en la carne, vosotros también estad armados del mismo pensamiento; que el que ha padecido en la carne, cesó de pecado;

Porque la prudencia de la carne es muerte; mas la prudencia del Espíritu, vida y paz;

Y no os conforméis a este siglo; mas trasformaos por la renovación de vuestra alma, para que experimentéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Y me ceñiste de fortaleza para la pelea; has agobiado mis enemigos debajo de mí.

Y de Zabulón cincuenta mil, que salían a batalla a punto de guerra, con todas armas de guerra, dispuestos a pelear sin doblez de corazón.

Y luego que el Faraón dejó ir al pueblo, Dios no los llevó por el camino de la tierra de los filisteos, que estaba cerca; porque dijo Dios: Que por ventura no se arrepienta el pueblo cuando vieren la guerra, y se vuelvan a Egipto;