27 Versículo de la Biblia sobre los gusanos
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Mas yo soy gusano, y no hombre; oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Y saldrán, y verán los cadáveres de los hombres que se rebelaron contra mí; porque su gusano nunca morirá, ni su fuego se apagará; y serán abominables a toda carne.
Descendió al sepulcro tu soberbia, y el sonido de tus arpas; gusanos serán tu cama, y gusanos te cubrirán.
¿Cuánto menos el hombre que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?
Plantarás viñas y las labrarás, mas no beberás del vino ni recogerás las uvas, porque el gusano se las comerá.
No temas, gusano de Jacob, ni vosotros, varones de Israel; Yo te ayudaré, dice Jehová tu Redentor, el Santo de Israel.
Dio también al pulgón sus frutos, y sus trabajos a la langosta.
y después de deshecha esta mi piel, en mi carne he de ver a Dios;
Se olvidará de ellos el seno materno; de ellos sentirán los gusanos dulzura; nunca más habrá de ellos memoria, y como un árbol serán quebrantados los impíos.
Todo lo que anda sobre el pecho, y todo lo que anda sobre cuatro o más patas, de todo animal que se arrastra sobre la tierra, no lo comeréis, porque es abominación.
Lamerán el polvo como la serpiente; saldrán de su agujeros como los gusanos de la tierra, temblarán en sus encierros; tendrán pavor de Jehová nuestro Dios, y temerán a causa de ti.
donde el gusano de ellos no muere, y el fuego nunca se apaga.
Mas Dios preparó un gusano al venir la mañana del día siguiente, el cual hirió a la calabacera, y se secó.
Y al instante el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dio la gloria a Dios; y expiró comido de gusanos.
Mas ellos no obedecieron a Moisés, sino que algunos dejaron de ello para otro día, y crió gusanos, y se pudrió; y se enojó contra ellos Moisés.
Y os restituiré los años que comió la oruga, la langosta, el pulgón, y el revoltón; mi grande ejército que envié contra vosotros.
Mi carne está vestida de gusanos, y de costras de polvo; mi piel hendida y abominable.
Porque como a vestidura los comerá la polilla, como a lana los comerá el gusano; mas mi justicia permanecerá para siempre, y mi salvación de generación en generación.
A la corrupción he dicho: Mi padre eres tú; a los gusanos: Mi madre y mi hermana.
Porque de éstos son los que se entran por las casas, y llevan cautivas las mujercillas cargadas de pecados, llevadas de diversas concupiscencias,
Y ellos lo guardaron hasta la mañana, según Moisés había mandado, y no se pudrió, ni hubo en él gusano.
Y el pueblo aclamaba, diciendo: ¡Voz de un dios, y no de hombre!
Y el cuerpo mío se va gastando como de carcoma, como vestido que es comido de polilla.
Los que te vean, te observarán, te contemplarán, diciendo: ¿Es éste aquel varón que hacía temblar la tierra, que trastornaba los reinos;
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