Isaac partió de allí, acampó en el valle de Gerar y se estableció allí.

`Asignaré también un lugar para mi pueblo Israel, y lo plantaré {allí} a fin de que habite en su propio lugar y no sea perturbado de nuevo, ni los aflijan más los malvados como antes,

porque en El vivimos, nos movemos y existimos, así como algunos de vuestros mismos poetas han dicho: ``Porque también nosotros somos linaje suyo."

No muevas el lindero antiguo que pusieron tus padres.

Pero en realidad, anhelan una {patria} mejor, es decir, celestial. Por lo cual, Dios no se avergüenza de ser llamado Dios de ellos, pues les ha preparado una ciudad.

Sucedió que cuando David {ya} moraba en su casa, dijo David al profeta Natán: He aquí, yo habito en una casa de cedro, pero el arca del pacto del SEÑOR está debajo de una tienda.

Sino que cuando seas invitado, ve y siéntate en el último lugar, para que cuando llegue el que te invitó, te diga: ``Amigo, ven más adelante"; entonces serás honrado delante de todos los que se sientan {a la mesa} contigo.

Y se trasladó de allí y cavó otro pozo, y no riñeron por él; por eso lo llamó Rehobot, porque dijo: Al fin el SEÑOR ha hecho lugar para nosotros, y prosperaremos en la tierra.

Y El les dijo*: Por vuestra poca fe; porque en verdad os digo que si tenéis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: ``Pásate de aquí allá", y se pasará; y nada os será imposible.

`Pues no he morado en una casa desde el día en que saqué de Egipto a los hijos de Israel hasta hoy, sino que he andado errante en una tienda, en un tabernáculo.

Y cuando la nube se levantaba de sobre la tienda, enseguida los hijos de Israel partían; y en el lugar donde la nube se detenía, allí acampaban los hijos de Israel.

``Y comeréis de las provisiones almacenadas y tendréis que sacar lo almacenado para guardar lo nuevo.

Oíd ahora, los que decís: Hoy o mañana iremos a tal o cual ciudad y pasaremos allá un año, haremos negocio y tendremos ganancia.

Y el cielo desapareció como un pergamino que se enrolla, y todo monte e isla fueron removidos de su lugar.

No moverás los linderos de tu prójimo, fijados por los antepasados, en la herencia que recibirás en la tierra que el SEÑOR tu Dios te da en posesión.

si he mirado al sol cuando brillaba, o a la luna marchando en esplendor,

Y tú, hijo de hombre, prepárate el equipaje del destierro y sal al destierro de día, ante sus ojos; sal al destierro desde tu lugar a otro lugar, ante sus ojos. Quizá entiendan, aunque son una casa rebelde.

No muevas el lindero antiguo, ni entres en la heredad de los huérfanos,

Pero el monte que cae se desmorona, y se cambia la roca de su lugar;

Pero cuando os persigan en esta ciudad, huid a la otra; porque en verdad os digo: no terminaréis {de recorrer} las ciudades de Israel antes que venga el Hijo del Hombre.

Y en cualquier ciudad o aldea donde entréis, averiguad quién es digno en ella, y quedaos allí hasta que os marchéis.

Permaneced entonces en esa casa, comiendo y bebiendo lo que os den; porque el obrero es digno de su salario. No os paséis de casa en casa.

Y se estremecieron los cimientos de los umbrales a la voz del que clamaba, y la casa se llenó de humo.

El estableció la tierra sobre sus cimientos, para que jamás sea sacudida.

{El es} el que remueve los montes, y {éstos} no saben {cómo} cuando los vuelca en su furor;

`No he morado en una casa desde el día en que hice subir a Israel hasta hoy, sino que he ido de tienda en tienda y de morada {en morada}.

En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no {fuera así,} os lo hubiera dicho; porque voy a preparar un lugar para vosotros.

Y cuando el tabernáculo haya de ser trasladado, los levitas lo desarmarán; y cuando el tabernáculo acampe, los levitas lo armarán. Pero el extraño que se acerque, morirá.

Bendito {serás} en la ciudad, y bendito {serás} en el campo.

Dios está en medio de ella, no será sacudida; Dios la ayudará al romper el alba.

Al entrar en la casa, dadle vuestro saludo {de paz}.

En éstos yacía una multitud de enfermos, ciegos, cojos y paralíticos que esperaban el movimiento del agua;

porque esperaba la ciudad que tiene cimientos, cuyo arquitecto y constructor es Dios.

Porque sabemos que si la tienda terrenal que es nuestra morada, es destruida, tenemos de Dios un edificio, una casa no hecha por manos, eterna en los cielos.

Y toda isla huyó, y los montes no fueron hallados.

Y el SEÑOR dijo a Abram: Vete de tu tierra, de {entre} tus parientes y de la casa de tu padre, a la tierra que yo te mostraré.

Entonces dijo el SEÑOR a Moisés: ¿Por qué clamas a mí? Di a los hijos de Israel que se pongan en marcha.

Todo lo que se mueve y tiene vida os será para alimento: todo os lo doy como {os di} la hierba verde.

En cualquier ciudad donde entréis y os reciban, comed lo que os sirvan;

Y en todas sus jornadas cuando la nube se alzaba de sobre el tabernáculo, los hijos de Israel se ponían en marcha;

Entonces se levantaron los jefes de las {casas} paternas de Judá y de Benjamín, y los sacerdotes y los levitas, y todos aquellos cuyo espíritu Dios había movido a subir para edificar la casa del SEÑOR que está en Jerusalén.

Y cualquiera que no os reciba ni oiga vuestras palabras, al salir de esa casa o de esa ciudad, sacudid el polvo de vuestros pies.

si fueras puro y recto, ciertamente El se despertaría ahora en tu favor y restauraría tu justa condición.

No se veían unos a otros, nadie se levantó de su lugar por tres días, pero todos los hijos de Israel tenían luz en sus moradas.

En cualquier casa que entréis, decid primero: ``Paz a esta casa."

``Volveos; partid e id a la región montañosa de los amorreos, y a todos sus vecinos, en el Arabá, en la región montañosa, en el valle, en el Neguev, y por la costa del mar, la tierra de los cananeos y el Líbano, hasta el gran río, el río Eufrates.

``La gloria postrera de esta casa será mayor que la primera" --dice el SEÑOR de los ejércitos-- ``y en este lugar daré paz" --declara el SEÑOR de los ejércitos.

Y los oficiales hablarán al pueblo, diciendo: `` ¿Quién es el hombre que ha edificado una casa nueva y no la ha estrenado? Que salga y regrese a su casa, no sea que muera en la batalla y otro la estrene.

Y cuando llega, la encuentra barrida y arreglada.

Después que oraron, el lugar donde estaban reunidos tembló, y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban la palabra de Dios con valor.