'Cabezas' en la Biblia
Y los que pasaban, le decían injurias, meneando sus cabezas,
Y los que pasaban le denostaban, meneando sus cabezas, y diciendo: ¡Ah! Tú que derribas el Templo de Dios, y en tres días lo edificas,
Y cuando estas cosas comenzaren a hacerse, mirad, y levantad vuestras cabezas, porque vuestra redención está cerca.
Pero cuando ellos se le opusieron y blasfemaron, él sacudió sus ropas y les dijo: Vuestra sangre {sea} sobre vuestras cabezas; yo soy limpio; desde ahora me iré a los gentiles.
Tomando a éstos contigo, purifícate con ellos, y gaste por ellos, para que rasuren sus cabezas, y todos entiendan que no hay nada de lo que fueron informados acerca de ti; sino que tú también andas guardando la ley.
Y alrededor del trono había veinticuatro tronos; y vi sobre los tronos veinticuatro ancianos sentados, vestidos de ropas blancas; y tenían sobre sus cabezas coronas de oro.
Y el parecer de las langostas era semejante a caballos aparejados para la guerra; y sobre sus cabezas tenían como coronas semejantes al oro; y sus caras eran como caras de hombres.
Y así vi los caballos en la visión; y los que estaban sentados sobre ellos tenían corazas de fuego, de jacinto, y de azufre. Y las cabezas de los caballos eran como cabezas de leones, y de la boca de ellos salía fuego, humo y azufre.
Porque su potencia está en su boca y en sus colas. Porque sus colas eran semejantes a serpientes que tienen cabezas, y por ellas dañan.
Y apareció otra señal en el cielo: y he aquí un grande dragón bermejo, que tenía siete cabezas y diez cuernos, y en sus cabezas siete diademas.
Y yo me paré sobre la arena del mar, y vi una bestia subir del mar, que tenía siete cabezas y diez cuernos; y sobre sus cuernos diez diademas; y sobre las cabezas de ella nombre de blasfemia.
Y vi una de sus cabezas como herida de muerte, y la llaga de su muerte fue curada; y toda la tierra maravillada, siguió a la bestia.
Y me llevó en el espíritu al desierto; y vi una mujer sentada sobre una bestia de color de grana, que estaba llena de nombres de blasfemia y que tenía siete cabezas y diez cuernos.
Y el ángel me dijo: ¿Por qué te maravillas? Yo te diré el misterio de la mujer, y de la bestia que la trae, la cual tiene siete cabezas y diez cuernos.
Y aquí hay sentido que tiene sabiduría. Las siete cabezas son siete montes, sobre los cuales se asienta la mujer.
Y echaron polvo sobre sus cabezas; y dieron voces, llorando y lamentando, diciendo: ¡Ay, ay, de aquella gran ciudad, en la cual todos los que tenían navíos en el mar se habían enriquecido de sus riquezas: que en una hora ha sido desolada!