'Clama' en la Biblia
Y él le dijo: ¿Qué has hecho? La voz de la sangre de tu hermano clama a mí desde la tierra.
Si lo afliges {y} él clama a mí, ciertamente yo escucharé su clamor,
Sin embargo ¿no extiende la mano {el que está} en un montón de ruinas, cuando clama en su calamidad?
Si mi tierra clama contra mí, Y lloran todos sus surcos;
Como el ciervo brama por las corrientes de las aguas, así clama por ti, oh Dios, el alma mía.
Moab es la vasija en que me lavo; sobre Edom arrojaré mi calzado; clama a gritos, oh Filistea, a causa de mí.
La sabiduría clama de fuera; en las plazas da su voz;
clama en los principales lugares de concurso; en las entradas de las puertas de la ciudad dice sus razones:
¿No clama la sabiduría, y da su voz la inteligencia?
ha enviado a sus doncellas, {y} clama desde los lugares más altos de la ciudad:
el que la escondió, escondió el viento; porque el aceite en su mano derecha clama.
¿Clama a gran voz, oh hija de Galim! ¿Pon atención, Lais; desdichada {de ti}, Anatot!
Clama y grita de júbilo, habitante de Sion, porque grande es en medio de ti el Santo de Israel.
Aúlla, oh puerta, clama, oh ciudad; desleída Filistea toda tú, porque humo vendrá del aquilón; no quedará uno solo en sus asambleas.
Mi corazón clama por Moab; sus fugitivos se extienden hasta Zoar {y} Eglat-selisiya, y suben la cuesta de Luhit llorando; ciertamente en el camino a Horonaim dan gritos de angustia por {su} ruina.
Voz que clama en el desierto; barred camino al SEÑOR, enderezad calzada en la soledad a nuestro Dios.
Una voz dijo: Clama. Entonces él respondió: ¿Qué he de clamar? Toda carne es hierba, y todo su esplendor es como flor del campo.
Grita de júbilo, oh estéril, la que no ha dado a luz; prorrumpe en gritos de júbilo y clama en alta voz, la que no ha estado de parto; porque son más los hijos de la desolada que los hijos de la casada --dice el SEÑOR.
Clama a alta voz, no te detengas; alza tu voz como shofar, y predicad a mi pueblo su rebelión; y a la casa de Jacob su pecado.
Anda, y clama en los oídos de Jerusalén, diciendo: Así dice el SEÑOR: Me he acordado de ti, de la misericordia de tu juventud, del amor de tu desposorio, cuando andabas en pos de mí en el desierto, en tierra no sembrada.
Ve, y clama estas palabras hacia el aquilón, y di: Vuélvete, oh rebelde Israel, dijo el SEÑOR; no haré caer mi ira sobre vosotros, porque Misericordioso soy, dijo el SEÑOR, ni guardaré para siempre el enojo.
Sube al Líbano, y clama, y en Basán da tu voz, y grita hacia todas partes; porque todos tus enamorados son quebrantados.
Clama a mí, y te responderé, y te enseñaré cosas grandes y dificultosas que tú no sabes.
Clama y aúlla, oh hijo de hombre; porque éste será sobre mi pueblo, será él sobre todos los príncipes de Israel. Temores de espada serán a mi pueblo; por tanto, hiere el muslo;
Y el maestre de la nave se llegó a él, y le dijo: ¿Qué tienes, dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; por ventura él tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.
La voz del SEÑOR clama a la ciudad; y el varón de sabiduría verá tu Nombre. Oíd la vara, y a quien lo establece.
Y me dijo el ángel que hablaba conmigo: Clama diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Celé a Jerusalén y a Sion con gran celo;
Clama aún, diciendo: Así dice el SEÑOR de los ejércitos: Aún serán ensanchadas mis ciudades por la abundancia del bien; y aún consolará el SEÑOR a Sion, y escogerá todavía a Jerusalén.