'Concedió' en la Biblia
Vio el SEÑOR que Lea era aborrecida, y le concedió hijos. Pero Raquel era estéril.
Entonces Dios se acordó de Raquel. Y Dios la escuchó y le concedió hijos.
Pero el SEÑOR estaba con José, le extendió {su} misericordia y le concedió gracia ante los ojos del jefe de la cárcel.
El se levantó e hirió a los Filisteos hasta que su mano se cansó y se quedó pegada a la espada; aquel día el SEÑOR concedió una gran victoria. El pueblo volvió en pos de él, {pero} sólo para despojar {a los muertos.}
Pero él se puso en medio del terreno, lo defendió e hirió a los Filisteos; y el SEÑOR le concedió una gran victoria.
Jabes invocó al Dios de Israel, diciendo: `` ¡Oh, si en verdad me bendijeras, ensancharas mi territorio, y Tu mano estuviera conmigo y {me} guardaras del mal para que no me causara dolor!" Y Dios le concedió lo que pidió.
Este Esdras subió de Babilonia, y {era} escriba experto en la ley de Moisés, que el SEÑOR, Dios de Israel, había dado. El rey le concedió todo lo que pedía porque la mano del SEÑOR su Dios {estaba} sobre él.
y una carta para Asaf, guarda del bosque del rey, a fin de que me dé madera para hacer las vigas de las puertas de la fortaleza que está junto al templo, para la muralla de la ciudad y para la casa a la cual iré." Y el rey me {lo} concedió, porque la mano bondadosa de mi Dios {estaba} sobre mí.
Entonces el rey hizo un gran banquete para todos sus príncipes y siervos, el banquete de Ester. También concedió un día de descanso para las provincias y dio presentes conforme a la liberalidad del rey.
Comieron y quedaron bien saciados, Y les concedió su deseo.
El les concedió lo que pedían, Pero envió una plaga mortal sobre ellos.
Dios concedió a Daniel hallar favor (misericordia) y gracia ante el jefe de oficiales,
"Oh rey, el Dios Altísimo concedió a tu padre Nabucodonosor soberanía (el reino), grandeza, gloria y majestad.
"Y a causa de la grandeza que El le concedió, todos los pueblos, naciones y lenguas temían y temblaban delante de él. A quien quería, mataba, y a quien quería, dejaba con vida; exaltaba a quien quería, y a quien quería humillaba.