'Dijo' en la Biblia
Y dijo Memucán delante del rey y de los príncipes: No solamente contra el rey ha pecado la reina Vasti, sino contra todos los príncipes, y contra todos los pueblos que hay en todas las provincias del rey Asuero.
Y llegado que fue el tiempo de Esther, hija de Abihail tío de Mardoqueo, que él se había tomado por hija, para venir al rey, ninguna cosa procuró sino lo que dijo Hegai eunuco del rey, guarda de las mujeres; y ganaba Esther el favor de todos los que la veían.
Mas entendido que fue esto por Mardoqueo, él lo denunció a la reina Esther, y Esther lo dijo al rey en nombre de Mardoqueo.
Y dijo Amán al rey Asuero: Hay un pueblo esparcido y dividido entre los pueblos en todas las provincias de tu reino, y sus leyes son diferentes de las de todo pueblo, y no observan las leyes del rey; y al rey nada le beneficia el dejarlos vivir.
y le dijo: La plata propuesta sea para ti, y asimismo el pueblo, para que hagas de él lo que bien te pareciere.
Entonces Esther dijo a Atac, y le mandó decir a Mardoqueo:
Entonces dijo Mardoqueo que respondiesen a Esther: No pienses en tu alma, que escaparás en la casa del rey más que todos los judíos.
Y Esther dijo que respondiesen a Mardoqueo:
Y dijo el rey: ¿Qué tienes, reina Esther, y cuál es tu petición? Hasta la mitad del reino se te dará.
Y Esther dijo: Si al rey place, venga hoy el rey con Amán al banquete que le he hecho.
Y dijo el rey a Esther en el banquete del vino: ¿Cuál es tu petición, y te será otorgada? ¿Cuál es tu deseo? Aunque sea la mitad del reino, te será concedido.
Entonces respondió Esther, y dijo: Mi petición y mi demanda es:
Y le dijo Zeres su esposa, y todos sus amigos: Hagan una horca alta de cincuenta codos, y mañana di al rey que cuelguen a Mardoqueo en ella; y entra alegre con el rey al banquete. Y el consejo agradó a Amán, e hizo preparar la horca.
Aquella noche se le fue el sueño al rey, y dijo que le trajesen el libro de las memorias y las crónicas; y las leyeron delante del rey.
Y dijo el rey: ¿Qué honra o qué distinción se hizo a Mardoqueo por esto? Y los siervos que ministraban al rey, respondieron: Nada se ha hecho por él.
Entonces dijo el rey: ¿Quién está en el patio? Y Amán había venido al patio de afuera de la casa del rey, para decir al rey que hiciese colgar a Mardoqueo en la horca que él le tenía preparada.
Y los servidores del rey le respondieron: He aquí Amán está en el patio. Y el rey dijo: Que entre.
Entró, pues, Amán, y el rey le dijo: ¿Qué se hará al hombre cuya honra desea el rey? Y dijo Amán en su corazón: ¿A quién deseará el rey hacer honra más que a mí?
Entonces el rey dijo a Amán: Date prisa, toma la vestidura y el caballo, como tú has dicho, y hazlo así con el judío Mardoqueo, que se sienta a la puerta del rey; no omitas nada de todo lo que has dicho.
Y también el segundo día dijo el rey a Esther en el convite del vino: ¿Cuál es tu petición, reina Esther, y se te concederá? ¿Cuál es tu demanda? Aunque sea la mitad del reino, y te será hecho.
Entonces la reina Esther respondió y dijo: Oh rey, si he hallado gracia en tus ojos, y si place al rey, me sea dada mi vida por mi petición, y mi pueblo por mi demanda.
Y respondió el rey Asuero, y dijo a la reina Esther: ¿Quién es, y dónde está, aquél que ha concebido en su corazón hacer tal cosa?
Y Esther dijo: El enemigo y adversario es este malvado Amán. Entonces se turbó Amán delante del rey y de la reina.
Volvió después el rey del huerto del palacio al aposento del banquete del vino, y Amán había caído sobre el lecho en que estaba Esther. Entonces dijo el rey: ¿Querrá también forzar a la reina estando yo en casa? Y al salir esta palabra de la boca del rey, cubrieron el rostro a Amán.
Y dijo Harbona, uno de los eunucos de delante del rey: He aquí también la horca de cincuenta codos de altura que hizo Amán para Mardoqueo, el cual había hablado bien por el rey, está en casa de Amán. Entonces el rey dijo: Colgadlo en ella.
Y dijo: Si place al rey, y si he hallado gracia delante de él, y si la cosa es recta delante del rey, y agradable yo en sus ojos, sea escrito para revocar las cartas del designio de Amán hijo de Amadata agageo, que escribió para destruir a los judíos que están en todas las provincias del rey.
Y dijo el rey a la reina Esther: En Susán, capital del reino, los judíos han matado y destruido a quinientos hombres, y a diez hijos de Amán; ¿qué habrán hecho en las otras provincias del rey? ¿Cuál, pues, es tu petición? Y te será concedida; ¿o qué más es tu demanda? y será hecho.