'Egipto' en la Biblia
Así dijo el Señor DIOS: Haré cesar la multitud de Egipto por mano de Nabucodonosor, rey de Babilonia.
El, y con él su pueblo, los más fuertes de los gentiles, serán traídos a destruir la tierra; y desenvainarán sus espadas sobre Egipto, y llenarán la tierra de muertos.
Así dijo el Señor DIOS: Destruiré también las imágenes, y haré cesar los ídolos de Menfis; y no habrá más príncipe de la tierra de Egipto, y en la tierra de Egipto pondré temor.
Y derramaré mi ira sobre Pelusio, fortaleza de Egipto, y talaré la multitud de No.
Y pondré fuego a Egipto; Pelusio tendrá gran dolor, y No será destrozada, y Menfis tendrá continuas angustias.
Y en Tafnes se oscurecerá el día, cuando quebrantaré yo allí los yugos de Egipto, y cesará en ella la soberbia de su fortaleza; nublado la cubrirá, y los moradores de sus aldeas irán en cautiverio.
Hijo de hombre, he quebrantado el brazo de Faraón rey de Egipto; y he aquí que no ha sido vendado poniéndole medicinas, poniéndole faja para ligarlo, a fin de vigorizarle para que pueda tener espada.
Por tanto, así dijo el Señor DIOS: Heme aquí contra Faraón rey de Egipto, y quebraré sus brazos, el fuerte y el fracturado, y haré que la espada se le caiga de la mano.
Fortificaré, pues, los brazos del rey de Babilonia, y los brazos de Faraón caerán; y sabrán que yo soy el SEÑOR, cuando yo pusiere mi espada en la mano del rey de Babilonia, y él la extendiere sobre la tierra de Egipto.
Hijo de hombre, di a Faraón rey de Egipto, y a su pueblo: ¿A quién te comparaste en tu grandeza?
Hijo de hombre, levanta endechas sobre Faraón rey de Egipto, y dile: A leoncillo de naciones eres semejante, y eres como el dragón en los mares, que secabas tus ríos, y enturbiabas las aguas con tus pies, y hollabas sus riberas.
Con espadas de fuertes haré caer tu pueblo; todos ellos serán los fuertes de los gentiles; y destruirán la soberbia de Egipto, y toda su multitud será deshecha.
Cuando asolare la tierra de Egipto, y la tierra fuere asolada de su plenitud, cuando herire a todos los que en ella moran, sabrán que yo soy el SEÑOR.
Esta es la endecha, y la cantarán; las hijas de los gentiles la cantarán; endecharán sobre Egipto, y sobre toda su multitud, dijo el Señor DIOS.
Hijo de hombre, endecha sobre la multitud de Egipto, y despéñalo a él, y a las villas de los gentiles fuertes, en la tierra de los profundos, con los que descienden a la sepultura.
Ahora pues, Señor Dios nuestro, que sacaste tu pueblo de la tierra de Egipto con mano poderosa, y ganaste para ti Nombre clarísimo, como hasta hoy parece; hemos pecado, impíamente hemos hecho.
Y aun los dioses de ellos, con sus príncipes, con sus vasos preciosos de plata y de oro, llevará cautivos en Egipto; y por algunos años se mantendrá él contra el rey del norte.
Extenderá su mano a las tierras, y la tierra de Egipto no escapará.
Y se apoderará de los tesoros de oro y plata, y de todas las cosas preciosas de Egipto, de Libia, y Etiopía por donde pasará.
Y le daré sus viñas desde allí, y el valle de Acor por puerta de esperanza; y allí cantará como en los tiempos de su juventud, y como en el día de su subida de la tierra de Egipto.
Y fue Efraín como paloma engañada, sin entendimiento; llamarán a Egipto, acudirán al asirio.
Se tornaron, mas no al Altísimo; fueron como arco engañoso; cayeron sus príncipes a cuchillo por la soberbia de su lengua; éste será su escarnio en la tierra de Egipto.
En los sacrificios de mis dones sacrificaron carne, y comieron; no los quiso el SEÑOR; ahora se acordará de su iniquidad, y visitará su pecado; ellos se tornarán a Egipto.
No quedarán en la tierra del SEÑOR, sino que volverá Efraín a Egipto, y a Asiria, donde comerán vianda inmunda.
Porque, he aquí se fueron ellos a causa de la destrucción; Egipto los recogerá, Menfis los enterrará; espino poseerá por heredad lo deseable de su plata, ortiga crecerá en sus moradas.
Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo.
No tornará a tierra de Egipto, antes el mismo Assur será su rey, porque no se quisieron convertir.
Como ave se moverán velozmente de Egipto, y de la tierra de Asiria como paloma; y los pondré en sus casas, dice el SEÑOR.
Efraín es apacentado del viento, y sigue al solano; mentira y destrucción aumentan continuamente ; porque hicieron alianza con los asirios, y el aceite se lleva a Egipto.
Pero yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; aún te haré morar en tiendas, como en los días de la fiesta.
Y por profeta hizo subir el SEÑOR a Israel de Egipto, y por profeta fue guardado.
Mas yo soy el SEÑOR tu Dios desde la tierra de Egipto; por tanto no conocerás Dios fuera de mí, ni otro salvador sino a mí.
Egipto será destruido, y Edom será vuelto en asolado desierto, por la injuria hecha a los hijos de Judá; porque derramaron en su tierra la sangre inocente.
Y yo os hice a vosotros subir de la tierra de Egipto, y os traje por el desierto cuarenta años, para que poseyeseis la tierra del amorreo.
Oíd esta palabra que ha hablado el SEÑOR contra vosotros, hijos de Israel, contra toda la familia que hice subir de la tierra de Egipto. Dice así:
Haced pregonar sobre los palacios de Azoto, y sobre los palacios de la tierra de Egipto, y decid: Reuníos sobre los montes de Samaria, y ved la gran opresión en medio de ella, y muchas violencias en medio de ella.
Envié entre vosotros mortandad en el camino a Egipto; maté a cuchillo a vuestros jóvenes, quité vuestros caballos; e hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices; y nunca os tornasteis a mí, dijo el SEÑOR.
¿No se ha de estremecer la tierra sobre esto? ¿Y todo habitador de ella no llorará? Y subirá toda como un río, y será arrojada, y será hundida como el río de Egipto.
El Señor DIOS de los ejércitos, que toca la tierra, y se derretirá, y llorarán todos los que en ella moran; y subirá toda como un río, y será hundida como el río de Egipto.
Hijos de Israel, ¿no me sois vosotros, como hijos de etíopes, dijo el SEÑOR? ¿No hice yo subir a Israel de la tierra de Egipto, y a los palestinos de Caftor, y a los sirios de Kir?
Porque yo te hice subir de la tierra de Egipto, y de la casa de siervos te redimí; y envié delante de ti a Moisés, y a Aarón, y a María.
Yo les mostraré maravillas como el día que saliste de Egipto.
Etiopía era su fortaleza, y Egipto sin límite; Fut y Libia fueron en tu ayuda.
La palabra que concerté con vosotros en vuestra salida de Egipto, y mi Espíritu est en medio de vosotros; no tem is.
Porque yo los tornaré de la tierra de Egipto, y de Asiria los congregaré; y los traeré a la tierra de Galaad y del Líbano, y no les bastará.
Y la tribulación pasará por el mar, y herirá en el mar las ondas, y se secarán todas las honduras del río; y la soberbia del Assur será derribada, y el cetro de Egipto se perderá.
Y si la familia de Egipto no subiere, y no viniere, sobre ellos no habrá lluvia; antes vendrá sobre ellos la plaga con que el SEÑOR herirá los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Esta será la pena del pecado de Egipto, y del pecado de todos los gentiles que no subieren a celebrar la Fiesta de los Tabernáculos.
Y partidos ellos, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José, diciendo: Levántate, y toma al niño y a su madre, y huye a Egipto, y permanece allá hasta que yo te lo diga; porque ha de acontecer, que Herodes buscará al niño para matarlo.
Y él despertando, tomó al niño y a su madre de noche, y se fue a Egipto;
y estuvo allá hasta la muerte de Herodes: para que se cumpliese lo que fue dicho por el Señor, por el profeta que dijo: De Egipto llamé a mi Hijo.
Mas muerto Herodes, he aquí el ángel del Señor aparece en sueños a José en Egipto,
En Frigia y Panfilia, en Egipto y en las partes de Africa que está de la otra parte de Cirene, y romanos extranjeros, tanto judíos como convertidos,
Y los patriarcas, movidos de envidia, vendieron a José para Egipto; mas Dios era con él;
y le libró de todas sus tribulaciones, y le dio gracia y sabiduría en la presencia de Faraón, rey de Egipto, el cual le puso por gobernador sobre Egipto, y sobre toda su casa.
Vino entonces hambre en toda la tierra de Egipto y de Canaán, y grande tribulación; y nuestros padres no hallaban alimentos.
Y como oyese Jacob que había trigo en Egipto, envió a nuestros padres la primera vez.
Pero cuando se acercaba el tiempo de la promesa, la cual Dios había jurado a Abraham, el pueblo creció y se multiplicó en Egipto,
He visto, he visto la aflicción de mi pueblo que está en Egipto, y he oído el gemido de ellos, y he descendido para librarlos. Ahora pues, ven, te enviaré a Egipto.
Este los sacó, haciendo prodigios y milagros en la tierra de Egipto, y en el mar Bermejo, y en el desierto por cuarenta años.
al cual nuestros padres no quisieron obedecer; antes le desecharon, y se apartaron de corazón a Egipto,
diciendo a Aarón: Haznos dioses que vayan delante de nosotros; porque a este Moisés, que nos sacó de tierra de Egipto, no sabemos qué le ha acontecido.
El Dios de este pueblo de Israel escogió a nuestros padres, y ensalzó al pueblo, siendo ellos extranjeros en la tierra de Egipto, y con brazo levantado los sacó de ella.
Porque algunos de los que habían salido de Egipto con Moisés, habiendo oído, provocaron; aunque no todos.
no como el testamento que hice a vuestros padres el día que los tomé por la mano que los sacaría de la tierra de Egipto; porque ellos no permanecieron en mi testamento, y yo los menosprecié a ellos, dice el Señor;
Por la fe, dejó a Egipto no temiendo la ira del rey; porque como aquel que ve al Invisible se esforzó.
Os quiero pues amonestar, ya que alguna vez habéis sabido esto, que el Señor habiendo salvado al pueblo sacándolo de Egipto, después destruyó a los que no creían;
Y sus cuerpos serán echados en las plazas de la gran ciudad, que espiritualmente es llamada Sodoma, y Egipto; donde también nuestro Señor fue colgado en el madero.