'Estaban' en la Biblia
Yendo un poco más adelante vio a Jacobo, el {hijo} de Zebedeo, y a su hermano Juan, los cuales estaban también en la barca, remendando las redes.
Y todos estaban maravillados, de tal manera que se preguntaban entre sí, diciendo: ¿Qué es esto? ¿Qué nueva doctrina es ésta, que con autoridad manda aun a los espíritus inmundos, y le obedecen?
A la caída de la tarde, después de la puesta del sol, le trajeron todos los que estaban enfermos y los endemoniados.
Y sanó a muchos que estaban enfermos de diversas enfermedades, y echó fuera muchos demonios; y no dejaba hablar a los demonios porque le conocían.
Y le siguió Simón, y los que estaban con él;
Y estaban allí sentados algunos de los escribas, los cuales pensando en sus corazones,
Y él se levantó, y tomando al instante la camilla, salió a la vista de todos, de manera que todos estaban asombrados, y glorificaban a Dios, diciendo: Jamás hemos visto cosa semejante.
Y aconteció que estando Jesús a la mesa en casa de él, muchos publicanos y pecadores estaban también a la mesa juntamente con Jesús y con sus discípulos; porque había muchos, y le habían seguido.
Los discípulos de Juan y los fariseos estaban ayunando; y vinieron* y le dijeron*: ¿Por qué ayunan los discípulos de Juan y los discípulos de los fariseos, pero tus discípulos no ayunan?
Y él les dijo: ¿Nunca leisteis qué hizo David cuando tuvo necesidad, y tuvo hambre, él y los que estaban con él;
cómo entró en la casa de Dios, siendo Abiatar sumo sacerdote, y comió los panes de la proposición, de los cuales no es lícito comer sino a los sacerdotes, y aun dio a los que con él estaban?
Y mirando alrededor a los que estaban sentados alrededor de él, dijo: He aquí mi madre y hermanos.
Cuando estuvo solo, le preguntaron los que estaban cerca de él con los doce, sobre la parábola.
Y hacían burla de él; mas él, echados fuera todos, toma al padre y a la madre de la muchacha, y a los que estaban con él, y entra donde la muchacha estaba.
Y al instante la muchacha se levantó y anduvo; porque tenía doce años. Y estaban atónitos, muy asombrados.
Llegado el sábado, comenzó a enseñar en la sinagoga; y muchos, oyéndole, estaban atónitos, diciendo: ¿De dónde tiene éste estas cosas? ¿Y qué sabiduría es ésta que le es dada, y tales maravillas que por sus manos son hechas?
y entrando la hija de Herodías, y danzando, y agradando a Herodes y a los que estaban con él a la mesa, el rey dijo a la muchacha: Pídeme lo que quisieres, que yo te lo daré.
Y el rey se entristeció mucho; mas a causa del juramento, y de los que estaban con él a la mesa, no quiso desecharla.
Y subió a ellos en el barco, y el viento reposó; y ellos en gran manera estaban fuera de sí, y se maravillaban;
porque aún no habían cobrado entendimiento en los panes, porque sus corazones estaban ciegos.
y corriendo a través de toda la región de alrededor, comenzaron a traer en lechos a los que estaban enfermos, a donde oían que estaba.
Y dondequiera que entraba, en aldeas, o ciudades, o heredades, ponían en las calles a los que estaban enfermos, y le rogaban que les dejara tocar siquiera el borde de su vestido; y todos los que le tocaban eran salvos.
Y estaban asombrados en gran manera, y decían: ``Todo lo ha hecho bien; aun a los sordos hace oír y a los mudos hablar."
Y se les apareció Elías junto con Moisés, y estaban hablando con Jesús.
Porque no sabía lo que hablaba; que estaban espantados.
Cuando regresaron adonde estaban los otros discípulos, vieron una gran multitud que los rodeaba, y a unos escribas que discutían con ellos.
Y estaban en el camino subiendo a Jerusalén; y Jesús iba delante de ellos, y se espantaban, y le seguían con miedo; entonces volviendo a tomar a los doce aparte, les comenzó a decir las cosas que le habían de acontecer:
Y unos de los que estaban allí, les dijeron: ¿Qué hacéis desatando el pollino?
Y {Jesús,} hablando {a la higuera,} le dijo: Nunca jamás coma nadie fruto de ti. Y sus discípulos {le} estaban escuchando.
Pero algunos estaban indignados {y se decían} unos a otros: ¿Para qué se ha hecho este desperdicio de perfume?
Y vuelto, los halló otra vez durmiendo, porque los ojos de ellos estaban cargados; y no sabían qué responderle.
Y uno de los que estaban allí, sacando la espada, hirió al siervo del sumo sacerdote; y le cortó la oreja.
Y trajeron a Jesús ante el sumo sacerdote; y estaban reunidos con él todos los príncipes de los sacerdotes y los ancianos y los escribas.
Y la criada viéndole otra vez, comenzó a decir a los que estaban allí: Este es de ellos.
Mas él negó otra vez. Y poco después, los que estaban allí dijeron otra vez a Pedro: Verdaderamente tú eres de ellos; porque eres Galileo, y tu habla es semejante.
El Cristo, Rey de Israel, descienda ahora del madero, para que veamos y creamos. También los que estaban colgados de maderos con él le denostaban.
Y oyéndole unos de los que estaban allí, decían: He aquí, llama a Elías.
Y también estaban algunas mujeres mirando de lejos; entre las cuales estaba María Magdalena, y María la madre de Jacobo el menor y de José, y Salomé;
Yendo ella, lo hizo saber a los que habían estado con él, que estaban tristes y llorando.
Después se apareció a los once mismos cuando estaban sentados {a la mesa,} y los reprendió por su incredulidad y dureza de corazón, porque no habían creído a los que le habían visto resucitado.
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