'Joven' en la Biblia
Y dijo Lamec a sus esposas: Ada y Zila, oíd mi voz; esposas de Lamec, escuchad mi dicho: Que a un varón maté por mi herida, y a un joven por mi golpe:
Y despertó Noé de su vino, y supo lo que había hecho con él su hijo el más joven;
Pero antes que se acostasen, rodearon la casa los hombres de la ciudad, los varones de Sodoma, todo el pueblo junto, desde el más joven hasta el más viejo.
Y no tardó el joven en hacer aquello, porque la hija de Jacob le había agradado; y él era el más honorable de toda la casa de su padre.
Éstas fueron las generaciones de Jacob. José, siendo de edad de diecisiete años apacentaba las ovejas con sus hermanos; y el joven estaba con los hijos de Bilha, y con los hijos de Zilpa, esposas de su padre; y José informaba a su padre la mala fama de ellos.
Y volvió a sus hermanos, y dijo: El joven no aparece; y yo, ¿adónde iré yo?
Y estaba allí con nosotros un joven hebreo, sirviente del capitán de la guardia; y se lo contamos, y él nos interpretó nuestros sueños, a cada uno conforme a su sueño, él interpretó.
Entonces Rubén les respondió, diciendo: ¿No os hablé yo y dije: No pequéis contra el joven; y no escuchasteis? He aquí también su sangre es requerida.
Entonces Judá dijo a Israel su padre: Envía al joven conmigo, y nos levantaremos e iremos, a fin que vivamos y no muramos nosotros, y tú, y nuestros niños.
Y nosotros respondimos a mi señor: Tenemos un padre anciano, y un joven que le nació en su vejez, pequeño aún; y un hermano suyo murió, y solo él ha quedado de su madre, y su padre lo ama.
Y nosotros dijimos a mi señor: El joven no puede dejar a su padre, porque si le dejare, su padre morirá.
Ahora, pues, cuando llegare yo a tu siervo mi padre, y el joven no fuere conmigo, como su alma está ligada al alma de él,
sucederá que cuando no vea al joven, morirá; y tus siervos harán descender las canas de tu siervo nuestro padre con dolor a la sepultura.
Como tu siervo salió por fiador del joven con mi padre, diciendo: Si no te lo volviere, entonces yo seré culpable ante mi padre todos los días.
Te ruego, por tanto, que quede ahora tu siervo en lugar del joven por siervo de mi señor, y que el joven vaya con sus hermanos.
Porque ¿cómo iré yo a mi padre sin el joven? No podré, por no ver el mal que sobrevendrá a mi padre.