'Maestros' en la Biblia
Después de tres días Lo encontraron en el templo, sentado en medio de los maestros, escuchándolos y haciéndoles preguntas.
Y un día que El estaba enseñando, estaban {allí} sentados {algunos} Fariseos y maestros de la ley que habían venido de todas las aldeas de Galilea y Judea, y {de} Jerusalén; y el poder del Señor estaba con El para sanar.
En la iglesia que estaba en Antioquía había profetas y maestros: Bernabé, Simón llamado Niger, Lucio de Cirene, Manaén, que se había criado con Herodes (Antipas, hijo de Herodes el Grande) el tetrarca, y Saulo.
Porque aunque ustedes tengan innumerables maestros (tutores) en Cristo, sin embargo no {tienen} muchos padres; pues en Cristo Jesús yo los engendré por medio del evangelio.
Y en la iglesia, Dios ha designado primeramente, apóstoles; en segundo {lugar,} profetas; en tercer {lugar,} maestros; luego, milagros; después, dones de sanidad, ayudas, administraciones, {diversas} clases de lenguas.
¿Acaso son todos apóstoles? ¿Acaso son todos profetas? ¿Acaso son todos maestros? ¿Acaso son todos {obradores de} milagros?
Y El dio a algunos {el ser} apóstoles, a otros profetas, a otros evangelistas, a otros pastores y maestros,
Quieren ser maestros de la Ley, aunque no saben lo que dicen ni {entienden} las cosas acerca de las cuales hacen declaraciones categóricas.
Porque vendrá tiempo cuando no soportarán la sana doctrina, sino que teniendo comezón de oídos, conforme a sus propios deseos, acumularán para sí maestros,
Pues aunque ya debieran ser maestros, otra vez tienen necesidad de que alguien les enseñe los principios elementales de los oráculos (las palabras) de Dios, y han llegado a tener necesidad de leche y no de alimento sólido.
Hermanos míos, que no se hagan maestros muchos {de ustedes}, sabiendo que recibiremos un juicio más severo (mayor condenación).
Pero se levantaron falsos profetas entre el pueblo, así como habrá también falsos maestros entre ustedes, los cuales encubiertamente introducirán herejías destructoras, negando incluso al Señor que los compró (los rescató), trayendo sobre sí una destrucción repentina.