'Mano' en la Biblia
- 1.Gé 3:22-Éx 17:5
- 2.Éx 17:9-Deuteronomio 10:3
- 3.Deuteronomio 11:2-Jueces 16:29
- 4.Jueces 17:3-2 Samuel 13:19
- 5.2 Samuel 14:16-1 Crónicas 5:10
- 6.1 Crónicas 6:15-Ester 9:10
- 7.Ester 9:15-Proverbios 12:24
- 8.Proverbios 13:11-Jeremías 6:12
- 9.Jeremías 15:6-Ezequiel 20:28
- 10.Ezequiel 20:33-Malaquías 2:13
- 11.Mateo 3:12-Apocalipsis 5:1
- 12.Apocalipsis 5:7-Apocalipsis 20:1
Y comprended hoy: porque no hablo con vuestros hijos que no han sabido ni visto el castigo de Jehová vuestro Dios, su grandeza, su mano fuerte, y su brazo extendido,
Por tanto, pondréis estas mis palabras en vuestro corazón y en vuestra alma, y las ataréis por señal en vuestra mano, y serán por frontales entre vuestros ojos.
antes has de matarlo; tu mano será primero sobre él para matarle, y después la mano de todo el pueblo.
Y no se pegará algo a tu mano del anatema; para que Jehová se aparte del furor de su ira y te muestre misericordia, y tenga compasión de ti, y te multiplique, como lo juró a tus padres,
entonces lo venderás, y atarás el dinero en tu mano, y vendrás al lugar que Jehová tu Dios escogiere;
Y ésta es la manera de la remisión: perdonará a su deudor todo aquel que hizo empréstito de su mano, con que obligó a su prójimo; no lo demandará más a su prójimo, o a su hermano; porque la remisión de Jehová es pregonada.
Del extranjero demandarás el reintegro: mas lo que tu hermano tuviere tuyo, lo perdonará tu mano;
Cuando hubiere en ti menesteroso de alguno de tus hermanos en alguna de tus ciudades, en tu tierra que Jehová tu Dios te da, no endurecerás tu corazón, ni cerrarás tu mano a tu hermano pobre:
Mas abrirás a él tu mano liberalmente, y en efecto le prestarás lo que basta, lo que necesite.
Sin falta le darás, y no sea tu corazón maligno cuando le dieres: que por ello te bendecirá Jehová tu Dios en todos tus hechos, y en todo lo que pusieres mano.
Porque no faltarán menesterosos de en medio de la tierra; por eso yo te mando, diciendo: Abrirás tu mano a tu hermano, a tu pobre, y a tu menesteroso en tu tierra.
Y harás la solemnidad de las semanas a Jehová tu Dios: de la suficiencia voluntaria de tu mano será lo que dieres, según Jehová tu Dios te hubiere bendecido.
La mano de los testigos será primero sobre él para matarlo, y después la mano de todo el pueblo: así quitarás el mal de en medio de ti.
Como el que fue con su prójimo al monte a cortar leña, y poniendo fuerza con su mano en el hacha para cortar algún leño, saltó el hierro del cabo, y encontró a su prójimo, y murió; aquél huirá a una de estas ciudades, y vivirá;
entonces los ancianos de su ciudad enviarán y lo sacarán de allí, y lo entregarán en mano del pariente del muerto, y morirá.
Y no perdonará tu ojo; vida por vida, ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie.
Luego que Jehová tu Dios la entregare en tu mano, herirás a todo varón suyo a filo de espada.
Cuando salieres a la guerra contra tus enemigos, y Jehová tu Dios los entregare en tu mano, y tomares de ellos cautivos,
Cuando entrares en la mies de tu prójimo, podrás cortar espigas con tu mano; mas no aplicarás hoz a la mies de tu prójimo.
Cuando alguno tomare mujer y se casare con ella, si no le agradare por haber hallado en ella alguna cosa vergonzosa, le escribirá carta de divorcio, y se la entregará en su mano, y la despedirá de su casa.
Y si la aborreciere este último, y le escribiere carta de divorcio, y se la entregare en su mano, y la despidiere de su casa; o si muriere el postrer hombre que la tomó para sí por esposa,
Cuando algunos riñeren juntos el uno con el otro, y llegare la esposa de uno para librar a su marido de mano del que le hiere, y metiere su mano y le trabare de sus vergüenzas;
La cortarás entonces la mano, no la perdonará tu ojo.
Y el sacerdote tomará el canastillo de tu mano, y lo pondrá delante del altar de Jehová tu Dios.
Y Jehová nos sacó de Egipto con mano fuerte, y con brazo extendido, y con grande espanto, y con señales y con milagros:
Maldito el hombre que hiciere escultura o imagen de fundición, abominación a Jehová, obra de mano de artífice, y la pusiere en oculto. Y todo el pueblo responderá y dirá: Amén.
Jehová mandará que la bendición sea contigo en tus graneros y en todo aquello en que pongas tu mano; y te bendecirá en la tierra que Jehová tu Dios te da.
Y Jehová enviará contra ti la maldición, quebranto y asombro en todo cuanto pusieres mano e hicieres, hasta que seas destruido y perezcas pronto a causa de la maldad de tus obras, por las cuales me habrás dejado.
Tus hijos y tus hijas serán entregados a otro pueblo, y tus ojos lo verán, y desfallecerán por ellos todo el día; y no habrá fuerza en tu mano.
si no temiese la ira del enemigo, no sea que se envanezcan sus adversarios, no sea que digan: Nuestra mano alta ha hecho todo esto, no Jehová.
Ved ahora que yo, yo soy, y no hay dioses conmigo; yo hago morir, y yo hago vivir; yo hiero, y yo curo; y no hay quien pueda librar de mi mano.
Porque yo alzo a los cielos mi mano, y digo: Vivo yo para siempre.
Si afilare mi reluciente espada, y mi mano tomare el juicio, yo tomaré venganza de mis enemigos, y daré el pago a los que me aborrecen.
Sí, Él amó al pueblo; todos sus santos están en tu mano; y ellos se sientan a tus pies; cada uno recibirá de tus palabras.
y en toda aquella mano poderosa, y en todos los hechos grandiosos y terribles que Moisés hizo a la vista de todo Israel.
Cualquiera que saliere fuera de las puertas de tu casa, su sangre será sobre su cabeza, y nosotros seremos sin culpa. Mas cualquiera que se estuviere en casa contigo, su sangre será sobre nuestra cabeza, si mano le tocare.
Para que todos los pueblos de la tierra conozcan la mano de Jehová, que es poderosa; para que temáis a Jehová vuestro Dios todos los días.
Y sucedió que cuando Josué estaba cerca de Jericó, alzó sus ojos y miró, y he aquí, un varón estaba delante de él con su espada desenvainada en su mano. Y Josué fue hacia Él y le dijo: ¿Eres de los nuestros, o de nuestros enemigos?
Mas Jehová dijo a Josué: Mira, yo he entregado en tu mano a Jericó y a su rey, con sus varones de guerra.
Y Jehová dijo a Josué: No temas, ni desmayes; toma contigo toda la gente de guerra, y levántate y sube a Hai. Mira, yo he entregado en tu mano al rey de Hai, y a su pueblo, a su ciudad, y a su tierra.
Entonces Jehová dijo a Josué: Levanta la lanza que tienes en tu mano hacia Hai, porque yo la entregaré en tu mano. Y Josué levantó hacia la ciudad la lanza que en su mano tenía.
Y levantándose prestamente de su lugar los que estaban en la emboscada, corrieron luego que él alzó su mano, y vinieron a la ciudad, y la tomaron, y se apresuraron a prenderle fuego.
Y Josué no retrajo su mano que había extendido con la lanza, hasta que hubo destruido a todos los moradores de Hai.
Ahora pues, henos aquí en tu mano; lo que te pareciere bueno y recto hacer de nosotros, hazlo.
Y él lo hizo así; que los libró de la mano de los hijos de Israel, para que no los matasen.
Y los moradores de Gabaón enviaron a decir a Josué al campo en Gilgal: No niegues dar la mano a tus siervos; sube rápidamente a nosotros para defendernos y ayudarnos; porque todos los reyes de los amorreos que habitan en las montañas se han reunido contra nosotros.
Y Jehová dijo a Josué: No tengas temor de ellos: porque yo los he entregado en tu mano, y ninguno de ellos parará delante de ti.
Y vosotros no os paréis, sino seguid a vuestros enemigos, y heridles la retaguardia, sin dejarles entrar en sus ciudades; porque Jehová vuestro Dios los ha entregado en vuestra mano.
Y Jehová entregó a Laquis en mano de Israel, y la tomó al día siguiente, y la hirió a filo de espada, con todas las almas que había en ella, como había hecho en Libna.
Y fue el término de Manasés desde Aser hasta Micmetat, la cual está delante de Siquem; y va este término a la mano derecha, a los que habitan en Tapúa.
Y cuando el cercano del muerto le siguiere, no entregarán en su mano al homicida, por cuanto hirió a su prójimo por accidente, ni tuvo con él antes enemistad.
Éstas fueron las ciudades señaladas para todos los hijos de Israel, y para el extranjero que habitase entre ellos, para que pudiese huir a ellas cualquiera que hiriese hombre por accidente, y no muriese por mano del vengador de la sangre, hasta que compareciese delante de la congregación.
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad, y la media tribu de Manasés, se volvieron, y se apartaron de los hijos de Israel, de Silo, que está en la tierra de Canaán, para ir a la tierra de Galaad, a la tierra de sus posesiones, de la cual eran poseedores, según palabra de Jehová por mano de Moisés.
Y dijo Finees hijo del sacerdote Eleazar, a los hijos de Rubén, a los hijos de Gad, y a los hijos de Manasés: Hoy hemos entendido que Jehová está entre nosotros, pues que no habéis intentado esta traición contra Jehová. Ahora habéis librado a los hijos de Israel de la mano de Jehová.
Y quiso el amorreo habitar en la montaña de Heres, en Ajalón y en Saalbim; sin embargo la mano de la casa de José prevaleció, y los hicieron tributarios.
Por dondequiera que salían, la mano de Jehová era contra ellos para mal, como Jehová había dicho, y como Jehová se lo había jurado; así los afligió en gran manera.
Mas Jehová levantó jueces que los librasen de mano de los que los saqueaban.
Y cuando Jehová les levantaba jueces, Jehová era con el juez, y los libraba de mano de los enemigos todo el tiempo de aquel juez; porque Jehová se arrepentía por sus gemidos a causa de los que los oprimían y afligían.
Por esto dejó Jehová aquellas naciones, y no las desarraigó luego, ni las entregó en mano de Josué.
Éstos, pues, fueron para probar por ellos a Israel, para saber si obedecerían a los mandamientos de Jehová, que Él había prescrito a sus padres por mano de Moisés.
Y el Espíritu de Jehová fue sobre él, y juzgó a Israel, y salió a batalla, y Jehová entregó en su mano a Cusan-risataim, rey de Mesopotamia, y prevaleció su mano contra Cusan-risataim.
Mas Aod metió su mano izquierda, y tomó el puñal de su lado derecho, y se lo metió por el vientre;
Así quedó Moab sojuzgado aquel día bajo la mano de Israel; y reposó la tierra ochenta años.
Y Jehová los vendió en mano de Jabín rey de Canaán, el cual reinó en Hazor: y el capitán de su ejército se llamaba Sísara, y él habitaba en Haroset de los gentiles.
Y ella dijo: Iré contigo; mas no será tu honra en el camino que vas; porque en mano de mujer venderá Jehová a Sísara. Y levantándose Débora fue con Barac a Cedes.
Y Jael, esposa de Heber, tomó una estaca de la tienda, y poniendo un mazo en su mano, vino a él calladamente, y le metió la estaca por las sienes, y lo enclavó en la tierra, pues él estaba cargado de sueño y cansado; y así murió.
Y la mano de los hijos de Israel prosperó y prevaleció contra Jabín rey de Canaán; hasta que destruyeron a Jabín, rey de Canaán.
Con su mano tomó la estaca, y con su diestra el mazo de trabajadores; y golpeó a Sísara, hirió su cabeza, horadó y atravesó sus sienes.
Y la mano de Madián prevaleció contra Israel. Y los hijos de Israel, por causa de los madianitas, se hicieron cuevas en los montes, y cavernas, y lugares fortificados.
Yo os libré de mano de los egipcios, y de mano de todos los que os afligieron, a los cuales eché de delante de vosotros, y os di su tierra;
Y mirándole Jehová, le dijo: Ve con esta tu fortaleza, y salvarás a Israel de la mano de los madianitas. ¿No te envío yo?
Y extendiendo el Ángel de Jehová el bordón que tenía en su mano, tocó con la punta en la carne y en los panes sin levadura; y subió fuego de la roca, el cual consumió la carne y los panes sin levadura. Y el Ángel de Jehová desapareció de delante de él.
Y Gedeón dijo a Dios: Si has de salvar a Israel por mi mano, como has dicho,
he aquí que yo pondré un vellón de lana en la era; y si el rocío estuviere en el vellón solamente, quedando seca toda la otra tierra, entonces entenderé que has de salvar a Israel por mi mano, como lo has dicho.
Y Jehová dijo a Gedeón: El pueblo que está contigo es mucho para que yo dé a los madianitas en su mano; no sea que se alabe Israel contra mí, diciendo: Mi mano me ha salvado.
Y fue el número de los que lamieron las aguas, llevándola con la mano a la boca, trescientos hombres; y todo el resto del pueblo se dobló sobre sus rodillas para beber las aguas.
Y los tres escuadrones tocaron las trompetas, y quebrando los cántaros tomaron en la mano izquierda las teas, y en la mano derecha las trompetas con que tocaban, y gritaron: ¡La espada de Jehová y de Gedeón!
Y los principales de Sucot respondieron: ¿Está ya la mano de Zeba y Zalmuna en tu mano, para que tengamos que dar pan a tu ejército?
Y Gedeón dijo: Pues cuando Jehová hubiere entregado en mi mano a Zeba y a Zalmuna, yo trillaré vuestra carne con espinas y abrojos del desierto.
Y entrando a los de Sucot, dijo: He aquí a Zeba y a Zalmuna, sobre los cuales me injuriasteis, diciendo: ¿Está ya la mano de Zeba y de Zalmuna en tu mano, para que demos nosotros pan a tus hombres cansados?
Y los israelitas dijeron a Gedeón: Sé nuestro señor, tú, y tu hijo, y tu nieto; pues que nos has librado de mano de Madián.
(Pues que mi padre peleó por vosotros, y expuso su vida por libraros de mano de Madián;
¡Quisiera Dios que este pueblo estuviera bajo mi mano! Yo echaría luego a Abimelec. Y decía a Abimelec: Aumenta tus escuadrones, y sal.
Entonces subió Abimelec al monte de Salmón, él y toda la gente que con él estaba; y tomó Abimelec un hacha en su mano, y cortó una rama de los árboles, y levantándola se la puso sobre sus hombros, diciendo al pueblo que estaba con él: Lo que me habéis visto hacer, apresuraos y haced lo mismo.
Y Jehová se airó contra Israel, y los entregó en mano de los filisteos, y en mano de los hijos de Amón:
Pero Jehová Dios de Israel entregó a Sehón y a todo su pueblo en mano de Israel, y los venció; y poseyó Israel toda la tierra del amorreo que habitaba en aquel país.
Y Jefté pasó adonde estaban los hijos de Amón para pelear contra ellos; y Jehová los entregó en su mano.
Viendo, pues, que no me defendíais, puse mi vida en la palma de mi mano, y pasé contra los hijos de Amón, y Jehová los entregó en mi mano. ¿Por qué, pues, habéis subido hoy contra mí para pelear conmigo?
entonces le decían: Ahora, pues, di Shibolet. Y él decía Sibolet; porque no podía pronunciarlo correctamente. Entonces le echaban mano, y le degollaban junto a los vados del Jordán. Y murieron entonces de los de Efraín cuarenta y dos mil.
Y los hijos de Israel volvieron a hacer lo malo ante los ojos de Jehová; y Jehová los entregó en mano de los filisteos por cuarenta años.
Porque he aquí que concebirás, y darás a luz un hijo; y no pasará navaja sobre su cabeza, porque aquel niño será nazareo para Dios desde el vientre, y él comenzará a librar a Israel de mano de los filisteos.
Y el Espíritu de Jehová cayó sobre él, y lo despedazó como quien despedaza un cabrito, sin tener nada en su mano; pero no contó ni a su padre ni a su madre lo que había hecho.
Ellos entonces le dijeron: Nosotros hemos venido para prenderte, y entregarte en mano de los filisteos. Y Sansón les respondió: Juradme que vosotros no me mataréis.
Y hallando una quijada de asno fresca, extendió la mano y la tomó, e hirió con ella a mil hombres.
Y sucedió que cuando acabó de hablar, arrojó de su mano la quijada, y llamó a aquel lugar Ramat-lehi.
Y teniendo gran sed, clamó luego a Jehová, y dijo: Tú has dado esta gran salvación por mano de tu siervo: ¿y moriré yo ahora de sed, y caeré en mano de los incircuncisos?
Y viendo Dalila que él le había descubierto todo su corazón, envió a llamar a los príncipes de los filisteos, diciendo: Venid esta vez, porque él me ha descubierto todo su corazón. Y los príncipes de los filisteos vinieron a ella, trayendo en su mano el dinero.
Mas los filisteos echaron mano de él, y le sacaron los ojos, y le llevaron a Gaza; y le ataron con cadenas de bronce, para que moliese en la cárcel.
Y Sansón dijo al joven que le guiaba de la mano: Acércame, y hazme palpar las columnas sobre las que descansa la casa, para que me apoye sobre ellas.
Asió luego Sansón las dos columnas del medio sobre las cuales descansaba la casa, y estribó en ellas, la una con la mano derecha, y la otra con la izquierda;
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- 1.Gé 3:22-Éx 17:5
- 2.Éx 17:9-Deuteronomio 10:3
- 3.Deuteronomio 11:2-Jueces 16:29
- 4.Jueces 17:3-2 Samuel 13:19
- 5.2 Samuel 14:16-1 Crónicas 5:10
- 6.1 Crónicas 6:15-Ester 9:10
- 7.Ester 9:15-Proverbios 12:24
- 8.Proverbios 13:11-Jeremías 6:12
- 9.Jeremías 15:6-Ezequiel 20:28
- 10.Ezequiel 20:33-Malaquías 2:13
- 11.Mateo 3:12-Apocalipsis 5:1
- 12.Apocalipsis 5:7-Apocalipsis 20:1