104 Bible Verses about Dios matando
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Ved ahora que yo, yo soy, Y no hay dioses conmigo: Yo hago morir, y yo hago vivir: Yo hiero, y yo curo: Y no hay quien pueda librar de mi mano.
Jehová mata, y él da vida: El hace descender al sepulcro, y hace subir.
Y luego que el rey de Israel leyó las cartas, rasgó sus vestidos, y dijo: ¿Soy yo Dios, que mate y dé vida, para que éste envíe á mí á que sane un hombre de su lepra? Considerad ahora, y ved cómo busca ocasión contra mí.
Porque Jehová juzgará con fuego y con su espada á toda carne: y los muertos de Jehová serán multiplicados.
Y mi furor se encenderá, y os mataré á cuchillo, y vuestras mujeres serán viudas, y huérfanos vuestros hijos.
Háceslos pasar como avenida de aguas; son como sueño; Como la hierba que crece en la mañana:
Una cosa resta que yo diga: Al perfecto y al impío él los consume.
Y por cuanto he de talar de ti al justo y al impío, por tanto, mi espada saldrá de su vaina contra toda carne, desde el mediodía hasta el aquilón:
Y acercóse Abraham y dijo: ¿Destruirás también al justo con el impío?
Lejos de ti el hacer tal, que hagas morir al justo con el impío y que sea el justo tratado como el impío; nunca tal hagas. El juez de toda la tierra, ¿no ha de hacer lo que es justo?
Y no temáis á los que matan el cuerpo, mas al alma no pueden matar: temed antes á aquel que puede destruir el alma y el cuerpo en el infierno.
Mas os enseñaré á quién temáis: temed á aquel que después de haber quitado la vida, tiene poder de echar en la Gehenna: así os digo: á éste temed.
Llegó el estruendo hasta el cabo de la tierra; porque juicio de Jehová con las gentes: él es el Juez de toda carne; entregará los impíos á cuchillo, dice Jehová.
Ciertamente Dios herirá la cabeza de sus enemigos, La cabelluda mollera del que camina en sus pecados.
Y también á aquellos mis enemigos que no querían que yo reinase sobre ellos, traedlos acá, y degolladlos delante de mí.
De cierto, oh Dios, matarás al impío; Apartaos pues de mí, hombres sanguinarios.
Sino que juzgará con justicia á los pobres, y argüirá con equidad por los mansos de la tierra: y herirá la tierra con la vara de su boca, y con el espíritu de sus labios matará al impío.
El que guarda el mandamiento, guarda su alma: Mas el que menospreciare sus caminos, morirá.
Y serán muertos de Jehová en aquel día desde el un cabo de la tierra hasta el otro cabo; no se endecharán, ni se recogerán, ni serán enterrados; como estiércol serán sobre la haz de la tierra.
Y el rey, oyendo esto, se enojó; y enviando sus ejércitos, destruyó á aquellos homicidas, y puso fuego á su ciudad.
Y cualquiera persona que hiciere obra alguna en este mismo día, yo destruiré la tal persona de entre su pueblo.
¿Por qué moriréis, tú y tu pueblo, á cuchillo, de hambre, y pestilencia, según ha dicho Jehová á la gente que no sirviere al rey de Babilonia?
Y dejaréis vuestro nombre por maldición á mis escogidos, y el Señor Jehová te matará; y á sus siervos llamará por otro nombre.
He aquí, aunque me matare, en él esperaré; Empero defenderé delante de él mis caminos.
Y Er, el primogénito de Judá, fué malo á los ojos de Jehová, y quitóle Jehová la vida.
Los hijos de Judá: Er, Onán, y Sela. Estos tres le nacieron de la hija de Sua, Cananea. Y Er, primogénito de Judá, fué malo delante de Jehová; y matólo.
Y desagradó en ojos de Jehová lo que hacía, y también quitó á él la vida.
Y aconteció en el camino, que en una posada le salió al encuentro Jehová, y quiso matarlo.
El asna me ha visto, y hase apartado luego de delante de mí estas tres veces: y si de mí no se hubiera apartado, yo también ahora te mataría á ti, y á ella dejaría viva.
Por tanto Dios te derribará para siempre: Te asolará y te arrancará de tu morada, Y te desarraigará de la tierra de los vivientes. (Selah.)
A Sehón rey Amorrheo, Y á Og rey de Basán, Y á todos los reinos de Canaán.
A Sehón rey Amorrheo, Porque para siempre es su misericordia, Y á Og rey de Basán, Porque para siempre es su misericordia;
Si pecare el hombre contra el hombre, los jueces le juzgarán; mas si alguno pecare contra Jehová, ¿quién rogará por él? Mas ellos no oyeron la voz de su padre, porque Jehová los quería matar.
Dijo además David: Vive Jehová, que si Jehová no lo hiriere, ó que su día llegue para que muera, ó que descendiendo en batalla perezca,
Y no consultó á Jehová: por esta causa lo mató, y traspasó el reino á David, hijo de Isaí.
Y el furor de Jehová se encendió contra Uzza, é hiriólo allí Dios por aquella temeridad, y cayó allí muerto junto al arca de Dios.
Y el furor de Jehová se encendió contra Uzza, é hiriólo, porque había extendido su mano al arca: y murió allí delante de Dios.
Y luego el ángel del Señor le hirió, por cuanto no dió la gloria á Dios; y espiró comido de gusanos.
Y clamando á Jehová, dijo: Jehová Dios mío, ¿aun á la viuda en cuya casa yo estoy hospedado has afligido, matándole su hijo?
Secóse como un tiesto mi vigor, Y mi lengua se pegó á mi paladar; Y me has puesto en el polvo de la muerte.
Y talaré los moradores de Azoto, y los gobernadores de Ascalón: y tornaré mi mano sobre Ecrón, y las reliquias de los Palestinos perecerán, ha dicho el Señor Jehová.
Y quebraré la barra de Damasco, y talaré los moradores de Bicath-aven, y los gobernadores de Beth-eden: y el pueblo de Aram será trasportado á Chîr, dice Jehová.
Ahora pues, oh Jehová, ruégote que me mates; porque mejor me es la muerte que la vida.
Dícenle: á los malos destruirá miserablemente, y su viña dará á renta á otros labradores, que le paguen el fruto á sus tiempos.
Y entonces será manifestado aquel inicuo, al cual el Señor matará con el espíritu de su boca, y destruirá con el resplandor de su venida;
Y su mujer le respondió: Si Jehová nos quisiera matar, no tomara de nuestras manos el holocausto y el presente, ni nos hubiera mostrado todas estas cosas, ni en tal tiempo nos habría anunciado esto.
Y salió fuego de Jehová, y consumió los doscientos y cincuenta hombres que ofrecían el sahumerio.
Vuestros ojos vieron lo que hizo Jehová con motivo de Baal-peor; que á todo hombre que fué en pos de Baal-peor destruyó Jehová tu Dios de en medio de ti.
E hirió Jehová á Benjamín delante de Israel; y mataron los hijos de Israel aquel día veinticinco mil y cien hombres de Benjamín, todos los cuales sacaban espada.
Entonces hirió Dios á los de Beth-semes, porque habían mirado en el arca de Jehová; hirió en el pueblo cincuenta mil y setenta hombres. Y el pueblo puso luto, porque Jehová le había herido de tan gran plaga.
Cuando vino sobre ellos el furor de Dios, Y mató los más robustos de ellos, Y derribo los escogidos de Israel.
Entesó su arco como enemigo, afirmó su mano derecha como adversario, Y mató toda cosa hermosa á la vista: En la tienda de la hija de Sión derramó como fuego su enojo.
Desplegaste la ira, y nos perseguiste; mataste, no perdonaste.
¿Acaso ha sido herido como quien lo hirió? ¿ó ha sido muerto como los que lo mataron?
Si los mataba, entonces buscaban á Dios; Entonces se volvían solícitos en busca suya.
Por esta causa corté con los profetas, con las palabras de mi boca los maté; y tus juicios serán como luz que sale.
Envié entre vosotros mortandad al modo que en Egipto: maté á cuchillo vuestros mancebos, con cautiverio de vuestros caballos; é hice subir el hedor de vuestros reales hasta vuestras narices: empero no os tornasteis á mí, dice Jehová.
Porque no pudo Jehová meter este pueblo en la tierra de la cual les había jurado, los mató en el desierto.
Y díjoles: Contaminad la casa, y henchid los atrios de muertos: salid. Y salieron, é hirieron en la ciudad.
Niños y viejos yacían por tierra en las calles; Mis vírgenes y mis mancebos cayeron a cuchillo: Mataste en el día de tu furor, degollaste, no perdonaste.
Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.
Y dijo Dios á Noé: El fin de toda carne ha venido delante de mí; porque la tierra está llena de violencia á causa de ellos; y he aquí que yo los destruiré con la tierra.
Y yo, he aquí que yo traigo un diluvio de aguas sobre la tierra, para destruir toda carne en que haya espíritu de vida debajo del cielo; todo lo que hay en la tierra morirá.
Porque pasados aún siete días, yo haré llover sobre la tierra cuarenta días y cuarenta noches; y raeré toda sustancia que hice de sobre la faz de la tierra.
Así fué destruída toda sustancia que vivía sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y los reptiles, y las aves del cielo; y fueron raídos de la tierra; y quedó solamente Noé, y lo que con él estaba en el arca.
Y percibió Jehová olor de suavidad; y dijo Jehová en su corazón: No tornaré más á maldecir la tierra por causa del hombre; porque el intento del corazón del hombre es malo desde su juventud: ni volveré más á destruir todo viviente, como he hecho.
Y quitaré el juez de en medio de él, y mataré con él á todos sus príncipes, dice Jehová.
Porque mi Angel irá delante de ti, y te introducirá al Amorrheo, y al Hetheo, y al Pherezeo, y al Cananeo, y al Heveo, y al Jebuseo, á los cuales yo haré destruir.
CUANDO Jehová tu Dios talare las gentes, cuya tierra Jehová tu Dios te da á ti, y tú las heredares, y habitares en sus ciudades, y en sus casas;
Cuando hubiere devastado delante de ti Jehová tu Dios las naciones á donde tú vas para poseerlas, y las heredares, y habitares en su tierra,
El Señor á tu diestra Herirá á los reyes en el día de su furor: Juzgará en las gentes, Llenará las de cadáveres: Herirá las cabezas en muchas tierras.
Porque esto vino de Jehová, que endurecía el corazón de ellos para que resistiesen con guerra á Israel, para destruirlos, y que no les fuese hecha misericordia, antes fuesen desarraigados, como Jehová lo había mandado á Moisés.
Mas Abimelech no había llegado á ella, y dijo: Señor, ¿matarás también la gente justa?
Jehová guarda á todos los que le aman; Empero destruirá á todos los impíos.
Porque ahora yo extenderé mi mano para herirte á ti y á tu pueblo de pestilencia, y serás quitado de la tierra.
Persíguelos en tu furor, y quebrántalos de debajo de los cielos, oh Jehová.
Embriagaré de sangre mis saetas, Y mi espada devorará carne: En la sangre de los muertos y de los cautivos, De las cabezas, con venganzas de enemigo.
Pues yo pasaré aquella noche por la tierra de Egipto, y heriré á todo primogénito en la tierra de Egipto, así en los hombres como en las bestias: y haré juicios en todos los dioses de Egipto. YO JEHOVA.
Entonces caerá el Assur por cuhillo, no de varón; y consumirálo espada, no de hombre; y huirá de la presencia de la espada, y sus mancebos serán tributarios.
A causa del día que viene para destrucción de todos los Palestinos, para talar á Tiro, y á Sidón, á todo ayudador que quedó vivo: porque Jehová destruirá á los Palestinos, al resto de la isla de Caphtor.
Y mataré á sus hijos con muerte; y todas las iglesias sabrán que yo soy el que escudriño los riñones y los corazones: y daré á cada uno de vosotros según sus obras.
Por tanto, así ha dicho Jehová: He aquí yo extiendo mi mano sobre los Palestinos, y talaré los Ceretheos, y destruiré el resto de la ribera de la mar.
Y henchiré sus montes de sus muertos: en tus collados, y en tus valles, y en todos tus arroyos, caerán ellos muertos á cuchillo.
Y yo litigaré con él con pestilencia y con sangre; y haré llover sobre él, y sobre sus compañías, y sobre los muchos pueblos que están con él, impetuosa lluvia, y piedras de granizo, fuego y azufre.
Ay de los que moran á la parte de la mar, de la gente de Cheretim! La palabra de Jehová es contra vosotros, oh Canaán, tierra de Palestinos, que te haré destruir hasta no quedar morador.
Ni su plata ni su oro podrá librarlos en el día de la ira de Jehová; pues toda la tierra será consumida con el fuego de su celo: porque ciertamente consumación apresurada hará con todos los moradores de la tierra.
Y atribularé los hombres, y andarán como ciegos, porque pecaron contra Jehová: y la sangre de ellos será derramada como polvo, y su carne como estiércol.
Vosotros también los de Etiopía seréis muertos con mi espada.
Al que hirió grandes reyes, Porque para siempre es su misericordia;
Y mató reyes poderosos, Porque para siempre es su misericordia;
Ya te he dicho que dejes ir á mi hijo, para que me sirva, mas no has querido dejarlo ir: he aquí yo voy á matar á tu hijo, tu primogénito.
Y aconteció que á la medianoche Jehová hirió á todo primogénito en la tierra de Egipto, desde el primogénito de Faraón que se sentaba sobre su trono, hasta el primogénito del cautivo que estaba en la cárcel, y todo primogénito de los animales.
Y endureciéndose Faraón en no dejarnos ir, Jehová mató en la tierra de Egipto á todo primogénito, desde el primogénito humano hasta el primogénito de la bestia: y por esta causa yo sacrifico á Jehová todo primogénito macho, y redimo todo primogénito de mi
Hirió además á todos los primogénitos en su tierra, El principio de toda su fuerza.
Al que hirió á Egipto en sus primogénitos, Porque para siempre es su misericordia.
Vosotros responderéis: Es la víctima de la Pascua de Jehová, el cual pasó las casas de los hijos de Israel en Egipto, cuando hirió á los Egipcios, y libró nuestras casas. Entonces el pueblo se inclinó y adoró.
Y dividiste la mar delante de ellos y pasaron por medio de ella en seco; y á sus perseguidores echaste en los profundos, como una piedra en grandes aguas.
Y Jehová los turbó delante de Israel, é hiriólos con gran mortandad en Gabaón: y siguiólos por el camino que sube á Beth-oron, é hiriólos hasta Azeca y Maceda. Y como iban huyendo de los Israelitas, á la bajada de Beth-oron, Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto á cuchillo.
Y como iban huyendo de los Israelitas, á la bajada de Beth-oron, Jehová echó sobre ellos del cielo grandes piedras hasta Azeca, y murieron: muchos más murieron de las piedras del granizo, que los que los hijos de Israel habían muerto á cuchillo.
Y aconteció que la misma noche salió el ángel de Jehová, é hirió en el campo de los Asirios ciento ochenta y cinco mil; y como se levantaron por la mañana, he aquí los cuerpos de los muertos.
Y salió el ángel de Jehová, é hirió ciento ochenta y cinco mil en el campo de los Asirios: y cuando se levantaron por la mañana, he aquí que todo era cuerpos de muertos.
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Dios matando a todas las personas
Génesis 6:7Y dijo Jehová: Raeré los hombres que he criado de sobre la faz de la tierra, desde el hombre hasta la bestia, y hasta el reptil y las aves del cielo: porque me arrepiento de haberlos hecho.