'Oro' en la Biblia
El rey hizo la plata y el oro {tan común} en Jerusalén como las piedras, e hizo los cedros tan abundantes como los sicómoros en el llano.
Ahora pues, envíame un hombre diestro para trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, y en {material de} púrpura, carmesí y violeta, y que sepa hacer grabados, para {trabajar} con los expertos que tengo en Judá y en Jerusalén, los cuales mi padre David proveyó.
hijo de una mujer de las hijas de Dan y cuyo padre es de Tiro, el cual sabe trabajar en oro, en plata, en bronce, en hierro, en piedra, en madera {y} en {material de} púrpura, violeta, lino y carmesí, y {sabe} hacer toda clase de grabados y cualquier diseño que se le asigne, {para trabajar} con tus expertos y con los expertos de mi señor David, tu padre.
Y el pórtico que estaba al frente del templo tenía la misma longitud que la anchura de la casa, veinte codos, y la altura, ciento veinte; y lo revistió por dentro de oro puro.
Recubrió el salón principal de madera de ciprés, la revistió de oro fino y la adornó con palmas y cadenillas.
Adornó además la casa con piedras preciosas; y el oro era oro de Parvaim.
También revistió de oro la casa: las vigas, los umbrales, sus paredes y sus puertas; y esculpió querubines en las paredes.
Hizo asimismo la habitación del lugar santísimo; su longitud, correspondiente a la anchura de la casa, {era de} veinte codos, y su anchura {era de} veinte codos; la revistió de oro fino, que {ascendía} a seiscientos talentos.
El peso de los clavos era {de} cincuenta siclos de oro. También revistió de oro los aposentos altos.
Entonces hizo dos querubines de obra tallada en la habitación del lugar santísimo y los revistió de oro.
Entonces hizo los diez candelabros de oro según su diseño y {los} puso en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda.
Hizo además diez mesas y {las} colocó en el templo, cinco a la derecha y cinco a la izquierda. Hizo también cien tazones de oro.
También hizo Salomón todas las cosas que {estaban en} la casa de Dios: el altar de oro, las mesas con el pan de la Presencia sobre ellas,
los candelabros con sus lámparas de oro puro, para que ardieran frente al santuario interior en la manera designada;
las flores, las lámparas y las tenazas de oro, de oro purísimo;
y las despabiladeras, los tazones, las cucharas y los incensarios de oro puro. La entrada de la casa, sus puertas interiores para el lugar santísimo y las puertas de la casa para la nave {eran también} de oro.
Así fue terminada toda la obra que Salomón hizo para la casa del SEÑOR. Y Salomón trajo las cosas consagradas por su padre David, es decir, la plata, el oro y todos los utensilios, {y los} puso en los tesoros de la casa de Dios.
Y por medio de sus siervos, Hiram le envió naves y marinos conocedores del mar; y {éstos} fueron con los siervos de Salomón a Ofir, y de allí tomaron cuatrocientos cincuenta talentos de oro, que llevaron al rey Salomón.
Cuando la reina de Sabá oyó de la fama de Salomón, vino a Jerusalén a probar a Salomón con preguntas difíciles. Ella tenía un séquito muy grande, con camellos cargados de especias y gran cantidad de oro y piedras preciosas. Cuando vino a Salomón, habló con él de todo lo que tenía en su corazón.
Entonces ella dio al rey ciento veinte talentos de oro, y gran cantidad de especias aromáticas y piedras preciosas. Nunca hubo especias aromáticas como las que la reina de Sabá dio al rey Salomón.
Y los siervos de Hiram y los siervos de Salomón que habían traído oro de Ofir, trajeron también madera de sándalo y piedras preciosas.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un solo año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
sin contar lo que los mercaderes y los comerciantes traían. Todos los reyes de Arabia y los gobernadores de la tierra traían oro y plata a Salomón.
Y el rey Salomón hizo doscientos escudos grandes de oro batido, usando seiscientos {siclos} {de} oro batido en cada escudo.
También {hizo} trescientos escudos de oro batido, usando trescientos siclos de oro en cada escudo; y el rey los puso en la casa del bosque del Líbano.
El rey hizo además un gran trono de marfil y lo revistió de oro puro.
Y {había} seis gradas hasta el trono y un estrado de oro unido al trono, con brazos a cada lado del asiento, y dos leones de pie junto a los brazos.
Todos los vasos de beber del rey Salomón {eran} de oro, y todas las vasijas de la casa del bosque del Líbano {eran} de oro puro. A la plata no se le atribuía valor en los días de Salomón,
porque el rey tenía naves que iban a Tarsis con los siervos de Hiram, {y} cada tres años las naves de Tarsis venían trayendo oro, plata, marfil, monos y pavos reales.
Cada uno de ellos traía su presente: objetos de plata y objetos de oro, vestidos, armas, especias, caballos y mulos; {y} así año tras año.
Subió, pues, Sisac, rey de Egipto, contra Jerusalén y tomó los tesoros de la casa del SEÑOR y los tesoros del palacio del rey. De todo se apoderó, tomó hasta los escudos de oro que había hecho Salomón.
Y ahora vosotros intentáis resistir al reinado del SEÑOR que está en manos de los hijos de David, porque sois una gran multitud y {tenéis} con vosotros los becerros de oro que Jeroboam os hizo por dioses.
Y cada mañana y cada tarde queman holocaustos e incienso aromático al SEÑOR; y el pan está colocado sobre la mesa limpia, y el candelabro de oro con sus lámparas para ser encendidas cada tarde; porque nosotros guardamos la ordenanza del SEÑOR nuestro Dios, pero vosotros le habéis abandonado.
Y trajo a la casa de Dios las cosas consagradas por su padre y sus propias cosas consagradas: plata, oro y utensilios.
Entonces Asa sacó plata y oro de los tesoros de la casa del SEÑOR y de la casa del rey, y los envió a Ben-adad, rey de Aram, que habitaba en Damasco, diciendo:
{Haya} alianza entre tú y yo, {como hubo} entre mi padre y tu padre. He aquí, te he enviado plata y oro; ve, rompe tu alianza con Baasa, rey de Israel, para que se aparte de mí.
Su padre les había dado muchos presentes de plata, oro y cosas preciosas, y ciudades fortificadas en Judá, pero dio el reino a Joram porque era el primogénito.
Cuando terminaron, trajeron el resto del dinero delante del rey y de Joiada; y lo convirtieron en utensilios para la casa del SEÑOR, utensilios para el ministerio y para el holocausto, y recipientes y utensilios de oro y de plata. Y todos los días de Joiada ofrecieron holocaustos en la casa del SEÑOR continuamente.
Y {tomó} todo el oro y la plata, todos los utensilios que se encontraban con Obed-edom en la casa de Dios, los tesoros de la casa del rey y {también} los rehenes, y se volvió a Samaria.
Pues una {gran} multitud del pueblo, es decir, muchos de Efraín y de Manasés, de Isacar y de Zabulón, no se habían purificado; no obstante, comieron la Pascua contrario a lo escrito. Empero Ezequías oró por ellos, diciendo: Que el buen SEÑOR perdone
En aquellos días Ezequías cayó enfermo de muerte; y oró al SEÑOR, y El le habló y le dio una señal.
Y tenía Ezequías inmensas riquezas y honores. Hizo para sí depósitos para plata, oro, piedras preciosas, especias, escudos y toda clase de objetos de valor.
Y cuando oró a El, {Dios} se conmovió por su ruego, oyó su súplica y lo trajo de nuevo a Jerusalén, a su reino. Entonces Manasés supo que el SEÑOR {era} Dios.
Entonces el rey de Egipto lo destituyó en Jerusalén, e impuso a la tierra una multa de cien talentos de plata y un talento de oro.