'Pues' en la Biblia
Mi siervo Moisés ha muerto; ahora pues, levántate, cruza este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel.
Y Josué, hijo de Nun, envió secretamente desde Sitim a dos espías, diciendo: Id, reconoced la tierra, especialmente Jericó. Fueron, pues, y entraron en la casa de una ramera que se llamaba Rahab, y allí se hospedaron.
Ahora pues, juradme por el SEÑOR, ya que os he tratado con bondad, que vosotros trataréis con bondad a la casa de mi padre, y dadme una promesa segura,
Ahora pues, tomad doce hombres de las tribus de Israel, un hombre de cada tribu.
Llamó, pues, Josué a los doce hombres que había señalado de entre los hijos de Israel, uno de cada tribu;
Pues los hijos de Israel anduvieron por el desierto cuarenta años, hasta que pereció toda la nación, {es decir,} los hombres de guerra que salieron de Egipto, porque no escucharon la voz del SEÑOR; a ellos el SEÑOR les juró que no les permitiría ver la tierra que el SEÑOR había jurado a sus padres que nos daría, una tierra que mana leche y miel.
Y a los hijos de ellos, que El levantó en su lugar, Josué los circuncidó; pues eran incircuncisos, porque no los habían circuncidado en el camino.
Y sucedió que, a la séptima vez, cuando los sacerdotes tocaron las trompetas, Josué dijo al pueblo: ¡Gritad! Pues el SEÑOR os ha dado la ciudad.
Entraron, pues, los jóvenes espías y sacaron a Rahab, a su padre, a su madre, a sus hermanos y todo lo que poseía; también sacaron a todos sus parientes, y los colocaron fuera del campamento de Israel.
No pueden, pues, los hijos de Israel hacer frente a sus enemigos; vuelven la espalda delante de sus enemigos porque han venido a ser anatema. No estaré más con vosotros a menos que destruyáis las cosas dedicadas al anatema de en medio de vosotros.
``Por la mañana os acercaréis, pues, por tribus. Y será que la tribu que el SEÑOR señale se acercará por familias, y la familia que el SEÑOR señale se acercará por casas, y la casa que el SEÑOR señale se acercará hombre por hombre.
y ellos saldrán tras nosotros hasta que los hayamos alejado de la ciudad, porque dirán: ``Huyen ante nosotros como la primera vez." Huiremos, pues, ante ellos.
Vinieron a Josué al campamento en Gilgal, y le dijeron a él y a los hombres de Israel: Hemos venido de un país lejano; haced, pues, pacto con nosotros.
Y los hombres de Israel dijeron a los heveos: Quizá habitáis en nuestra tierra, ¿cómo, pues, haremos pacto con vosotros?
Y nuestros ancianos y todos los habitantes de nuestro país nos hablaron, diciendo: ``Tomad provisiones en vuestra mano para el camino, id a su encuentro y decidles: `Somos vuestros siervos; haced, pues, pacto con nosotros.'"
Ahora pues, malditos sois y nunca dejaréis de ser esclavos, leñadores y aguadores para la casa de mi Dios.
Ahora pues, he aquí estamos en tus manos; haz con nosotros lo que te parezca bueno y justo.
Se reunieron, pues, los cinco reyes de los amorreos, el rey de Jerusalén, el rey de Hebrón, el rey de Jarmut, el rey de Laquis {y} el rey de Eglón, y subieron ellos con todos sus ejércitos, y acamparon junto a Gabaón y lucharon contra ella.
Vino, pues, Josué sobre ellos de repente, habiendo marchado toda la noche desde Gilgal.
Hirió, pues, Josué toda la tierra: la región montañosa, el Neguev, la tierra baja y las laderas, y a todos sus reyes. No dejó ningún sobreviviente, sino que destruyó por completo a todo el que tenía vida, tal como el SEÑOR, Dios de Israel, había mandado.
Tomó, pues, Josué toda aquella tierra: la región montañosa, todo el Neguev, toda la tierra de Gosén, las tierras bajas, el Arabá, la región montañosa de Israel y sus tierras bajas,
Tomó, pues, Josué toda la tierra de acuerdo con todo lo que el SEÑOR había dicho a Moisés. Y Josué la dio por heredad a Israel conforme a sus divisiones por sus tribus. Y la tierra descansó de la guerra.
Estos, pues, son los reyes de la tierra a quienes los hijos de Israel derrotaron, y cuya tierra poseyeron al otro lado del Jordán, hacia el oriente, desde el valle del Arnón hasta el monte Hermón, y todo el Arabá hacia el oriente:
Estos, pues, son los reyes de la tierra que Josué y los hijos de Israel derrotaron al otro lado del Jordán, hacia el occidente, desde Baal-gad en el valle del Líbano hasta el monte Halac que se levanta hacia Seir; y Josué dio la tierra en posesión a las tribus de Israel según sus divisiones,
Ahora pues, reparte esta tierra como heredad a las nueve tribus, y a la media tribu de Manasés.
Pero los hijos de Israel no desposeyeron a los gesureos ni a los maacateos; pues Gesur y Maaca habitan en medio de Israel hasta hoy.
Dio, pues, Moisés {una heredad} a la tribu de los hijos de Rubén conforme a sus familias.
Pues Moisés había dado la heredad de las dos tribus y de la media tribu al otro lado del Jordán; pero no dio heredad entre ellos a los levitas.
Ahora pues, dame esta región montañosa de la cual el SEÑOR habló aquel día, porque tú oíste aquel día que allí {había} anaceos con grandes ciudades fortificadas; tal vez el SEÑOR esté conmigo y los expulsaré como el SEÑOR ha dicho.
Y el nombre de Hebrón antes era Quiriat-arba; {pues Arba era} el hombre más grande entre los anaceos. Entonces la tierra descansó de la guerra.
Recibieron, pues, su heredad los hijos de José, Manasés y Efraín.
Dijo, pues, Josué a los hijos de Israel: ¿Hasta cuándo pospondréis el entrar a tomar posesión de la tierra que el SEÑOR, el Dios de vuestros padres, os ha dado?
Pues los levitas no tienen porción entre vosotros porque el sacerdocio del SEÑOR es su herencia. Gad, Rubén y la media tribu de Manasés también han recibido su herencia al otro lado del Jordán hacia el oriente, la cual les dio Moisés, siervo del SEÑOR.
La heredad de los hijos de Simeón {se tomó} de la porción de los hijos de Judá, porque la porción de los hijos de Judá era demasiado grande para ellos; los hijos de Simeón recibieron, pues, heredad en medio de la heredad de Judá.
Y ahora, el SEÑOR vuestro Dios ha dado descanso a vuestros hermanos, como El les había dicho; volved, pues, e id a vuestras tiendas, a la tierra de vuestra posesión que Moisés, siervo del SEÑOR, os dio al otro lado del Jordán.
Nosotros, pues, dijimos: ``Sucederá el día de mañana, que si nos dicen {esto} a nosotros o a nuestras generaciones, entonces diremos: `Ved la réplica del altar del SEÑOR que nuestros padres edificaron, no para holocaustos ni para sacrificios, sino más bien como testigo entre nosotros y vosotros.'"
Y los hijos de Rubén y los hijos de Gad llamaron al altar {Testigo;} pues {dijeron:} Es testigo entre nosotros de que el SEÑOR es Dios.
Esforzaos, pues, en guardar y en hacer todo lo que está escrito en el libro de la ley de Moisés, para que no os apartéis de ella ni a la derecha ni a la izquierda,
Ahora pues, temed al SEÑOR y servidle con integridad y con fidelidad; quitad los dioses que vuestros padres sirvieron al otro lado del Río y en Egipto, y servid al SEÑOR.
Y el SEÑOR echó de delante de nosotros a todos los pueblos, incluso a los amorreos, que moraban en la tierra. Nosotros, {pues,} también serviremos al SEÑOR, porque El es nuestro Dios.
Ahora pues, quitad los dioses extranjeros que están en medio de vosotros, e inclinad vuestro corazón al SEÑOR, Dios de Israel.
Y dijo Josué a todo el pueblo: He aquí, esta piedra servirá de testigo contra nosotros, porque ella ha oído todas las palabras que el SEÑOR ha hablado con nosotros; será, pues, testigo contra vosotros para que no neguéis a vuestro Dios.