'Quién' en la Biblia
Asna montés acostumbrada al desierto, que respira como quiere; ¿de su ocasión quién la detendrá? Todos los que la buscaren no se cansarán; hallaránla en su mes.
Circuncidaos á Jehová, y quitad los prepucios de vuestro corazón, varones de Judá y moradores de Jerusalem; no sea que mi ira salga como fuego, y se encienda y no haya quien apague, por la malicia de vuestras obras.
Porque fueron hallados en mi pueblo impíos; acechaban como quien pone lazos; pusieron trampa para tomar hombres.
¿A quién tengo de hablar y amonestar, para que oigan? He aquí que sus orejas son incircuncisas, y no pueden escuchar; he aquí que la palabra de Jehová les es cosa vergonzosa, no la aman.
Y serán los cuerpos muertos de este pueblo para comida de las aves del cielo y de las bestias de la tierra; y no habrá quien las espante.
Y los esparcirán al sol, y á la luna, y á todo el ejército del cielo, á quien amaron, y á quienes sirvieron, y en pos de quienes anduvieron, y á quienes preguntaron, y á quienes se encorvaron. No serán recogidos, ni enterrados: serán por muladar sobre la
Por tanto daré á otros sus mujeres, y sus heredades á quien las posea: porque desde el chico hasta el grande cada uno sigue la avaricia, desde el profeta hasta el sacerdote todos hacen engaño.
Oh quién me diese en el desierto un mesón de caminantes, para que dejase mi pueblo, y de ellos me apartase! Porque todos ellos son adúlteros, congregación de prevaricadores.
Sobre los montes levantaré lloro y lamentación, y llanto sobre las moradas del desierto; porque desolados fueron hasta no quedar quien pase, ni oyeron bramido de ganado: desde las aves del cielo y hasta las bestias de la tierra se trasportaron, y se fuero
¿Quién es varón sabio que entienda esto? ¿y á quién habló la boca de Jehová, para que pueda declararlo? ¿Por qué causa la tierra ha perecido, ha sido asolada como desierto, que no hay quien pase?
Habla: Así ha dicho Jehová: Los cuerpos de los hombres muertos caerán como estiércol sobre la haz del campo, y como manojo tras el segador, que no hay quien lo recoja.
¿Quién no te temerá, oh Rey de las gentes? porque á tí compete ello; porque entre todos los sabios de las gentes, y en todos sus reinos, no hay semejante á ti.
Mi tienda es destruída, y todas mis cuerdas están rotas: mis hijos fueron sacados de mí, y perecieron: no hay ya más quien extienda mi tienda, ni quien levante mis cortinas.
Las ciudades del mediodía fueron cerradas, y no hubo quien las abriese: toda Judá fué trasportada, trasportada fué toda ella.
Y el pueblo á quien profetizan, echado será en las calles de Jerusalem por hambre y por espada; y no habrá quien los entierre, ellos, y sus mujeres, y sus hijos, y sus hijas; y sobre ellos derramaré su maldad.
¿Hay entre las vanidades de las gentes quien haga llover? ¿y darán los cielos lluvias? ¿No eres tú, Jehová, nuestro Dios? en ti pues esperamos; pues tú hiciste todas estas cosas.
Porque ¿quién tendrá compasión de ti, oh Jerusalem? ¿ó quién se entristecerá por tu causa? ¿ó quién ha de venir á preguntar por tu paz?
Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?
Por tanto, así dijo Jehová: Preguntad ahora á las gentes, quién tal haya oído. Gran fealdad ha hecho la virgen de Israel.
Dirás pues: Oid palabra de Jehová, oh reyes de Judá, y moradores de Jerusalem. Así dice Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mal sobre este lugar, tal que quien lo oyere, le retiñan los oídos.
Y les dirás: Así ha dicho Jehová de los ejércitos: Así quebrantaré á este pueblo y á esta ciudad, como quien quiebra un vaso de barro, que no puede más restaurarse; y en Topheth se enterrarán, porque no habrá otro lugar para enterrar.
Casa de David, así dijo Jehová: Juzgad de mañana juicio, y librad al oprimido de mano del opresor; porque mi ira no salga como fuego, y se encienda, y no haya quien apague, por la maldad de vuestras obras.
He aquí yo contra ti, moradora del valle de la piedra de la llanura, dice Jehová: los que decís: ¿Quién subirá contra nosotros? ¿y quién entrará en nuestras moradas?
¿Es este hombre Conías un ídolo vil quebrado? ¿es vaso con quien nadie se deleita? ¿Por qué fueron arrojados, él y su generación, y echados á tierra que no habían conocido?
Así ha dicho Jehová: Escribid que será este hombre privado de generación, hombre á quien nada sucederá prósperamente en todos los días de su vida: porque ningún hombre de su simiente que se sentare sobre el trono de David, y que se enseñoreare sobre Judá,
A causa de los profetas mi corazón está quebrantado en medio de mí, todos mis huesos tiemblan; estuve como hombre borracho, y como hombre á quien dominó el vino, delante de Jehová y delante de las palabras de su santidad.
Porque ¿quién estuvo en el secreto de Jehová, y vió, y oyó su palabra? ¿quién estuvo atento á su palabra, y oyó?
El profeta con quien fuere sueño, cuente sueño; y el con quien fuere mi palabra, cuente mi palabra verdadera. ¿Qué tiene que ver la paja con el trigo? dice Jehová.
Yo hice la tierra, el hombre y las bestias que están sobre la haz de la tierra, con mi grande potencia y con mi brazo extendido, y díla á quien me plugo.
Tú pues, siervo mío Jacob, no temas, dice Jehová, ni te atemorices, Israel: porque he aquí que yo soy el que te salvo de lejos, y á tu simiente de la tierra de su cautividad; y Jacob tornará, y descansará y sosegará, y no habrá quien le espante.
No hay quien juzgue tu causa para salud: no hay para ti eficaces medicamentos.
Y de él será su fuerte, y de en medio de él saldrá su enseñoreador; y haréle llegar cerca, y acercaráse á mí: porque ¿quién es aquel que ablandó su corazón para llegarse á mí? dice Jehová.
También desecharé la simiente de Jacob, y de David mi siervo, para no tomar de su simiente quien sea señor sobre la simiente de Abraham, de Isaac, y de Jacob. Porque haré volver su cautividad, y tendré de ellos misericordia.
Por tanto, así ha dicho Jehová, en orden á Joacim rey de Judá: No tendrá quien se siente sobre el trono de David; y su cuerpo será echado al calor del día y al hielo de la noche.
Y levantóse Ismael hijo de Nethanías, y los diez hombres que con él estaban, é hirieron á cuchillo á Gedalías hijo de Ahicam, hijo de Saphán, matando así á aquel á quien el rey de Babilonia había puesto sobre la tierra.
Será pues, que todos los hombres que tornaren sus rostros para entrarse en Egipto, para peregrinar allí, morirán á cuchillo, de hambre, y de pestilencia: no habrá de ellos quien quede vivo, ni quien escape delante del mal que traeré yo sobre ellos.
Y del resto de Judá que entraron en tierra de Egipto para morar allí, no habrá quien escape, ni quien quede vivo, para volver á la tierra de Judá, por la cual suspiran ellos por volver para habitar allí: porque no volverán sino los que escaparen.
Y los que escaparen del cuchillo, volverán de tierra de Egipto á tierra de Judá, pocos hombres; sabrán pues todas las reliquias de Judá, que han entrado en Egipto á morar allí la palabra de quién ha de permanecer, si la mía, ó la suya.
¿Quién es éste que como río sube, y cuyas aguas se mueven como ríos?
Y tú no temas, siervo mío Jacob, y no desmayes, Israel; porque he aquí que yo te salvo de lejos, y á tu simiente de la tierra de su cautividad. Y volverá Jacob, y descansará y será prosperado, y no habrá quien lo espante.
Y haré cesar de Moab, dice Jehová, quien sacrifique en altar, y quien ofrezca sahumerio á sus dioses.
¿Por qué te glorías de los valles? Tu valle se deshizo, oh hija contumaz, la que confía en sus tesoros, la que dice: ¿Quién vendrá contra mí?
He aquí yo traigo sobre ti espanto, dice el Señor Jehová de los ejércitos, de todos tus alrededores; y seréis lanzados cada uno en derechura de su rostro, y no habrá quien recoja al errante.
He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán contra la bella y robusta; porque muy pronto harélo correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré; porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿y quién será aquel pastor que
Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante: y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.
He aquí que como león subirá de la hinchazón del Jordán á la morada fuerte: porque muy pronto le haré correr de sobre ella, y al que fuere escogido la encargaré: porque ¿quién es semejante á mí? ¿y quién me emplazará? ¿ó quién será aquel pastor que me pod
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