'Racimos' en la Biblia
y en la vid tres sarmientos; y ella como que florecía, salía su renuevo, maduraron sus racimos de uvas;
Por tanto de la vid de Sodoma es la vid de ellos, y de los campos de Gomorra; las uvas de ellos son uvas ponzoñosas, racimos muy amargos tienen.
Entonces Abigail se dio prisa y tomó doscientos panes, dos odres de vino, cinco ovejas ya preparadas, cinco medidas de grano tostado, cien racimos de uvas pasas, y doscientas tortas de higos, y {los} puso sobre asnos.
{También} le dieron un pedazo de torta de higos y dos racimos de uvas pasas y comió, y su espíritu se reanimó; porque no había comido pan ni bebido agua en tres días y tres noches.
Cuando David pasó un poco más allá de la cumbre, he aquí que Siba, el criado de Mefiboset, {salió} a su encuentro con un par de asnos aparejados, y sobre ellos {había} doscientos panes, cien racimos de uvas pasas, cien frutas de verano y un odre de vino.
También, los que estaban cerca de ellos, {y} hasta Isacar, Zabulón y Neftalí, trajeron víveres en asnos, camellos, mulos y bueyes; grandes cantidades de tortas de harina, tortas de higos y racimos de uvas pasas, vino, aceite, bueyes y ovejas. Verdaderamente había alegría en Israel.
Su cabeza es {como} oro, oro puro, sus cabellos, {como} racimos de dátiles, negros como el cuervo.
Tu estatura es semejante a la palma, y tus pechos a los racimos!
Yo dije: Subiré a la palma, me asiré de sus ramas. Y tus pechos serán ahora como racimos de vid, y el aliento de tu nariz como de manzanas;
Porque los campos de Hesbón se han marchitado, {también} las vides de Sibma; los señores de las naciones pisotearon sus mejores racimos, hasta Jazer alcanzaban {y} se extendían por el desierto; sus sarmientos se extendían {y} pasaban el mar.
Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían algunos racimos? Si {vinieran} ladrones de noche, {Sólo} destruirían hasta que les bastara.
"Si vinieran a ti ladrones O salteadores de noche ( ¡cómo quedarías arruinado!), ¿No robarían {sólo} hasta que les bastara? Si vinieran a ti vendimiadores, ¿No dejarían {algunos} rebuscos (racimos)?
Y otro ángel salió del altar, el cual tenía poder sobre el fuego, y clamó con gran voz al que tenía la hoz aguda, diciendo: Mete tu hoz aguda, y vendimia los racimos de la tierra; porque están maduras sus uvas.
El ángel blandió su hoz sobre la tierra, y vendimió {los racimos de} la vid de la tierra y {los} echó en el gran lagar del furor de Dios.