'Resurrección' en la Biblia
Aquel día, vinieron a Él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron,
En la resurrección, pues, ¿de cuál de los siete será esposa, pues todos la tuvieron?
Porque en la resurrección ni se casan, ni se dan en casamiento, sino que son como los ángeles de Dios en el cielo.
Pero en cuanto a la resurrección de los muertos, ¿no habéis leído lo que os fue dicho por Dios, cuando dijo:
y saliendo de los sepulcros, después de su resurrección, vinieron a la santa ciudad y aparecieron a muchos.
Entonces vinieron a Él los saduceos, que dicen que no hay resurrección, y le preguntaron, diciendo:
En la resurrección, pues, cuando resuciten, ¿de cuál de ellos será esposa? Porque los siete la tuvieron por esposa.
y serás bienaventurado; porque ellos no te pueden recompensar; pues tú serás recompensado en la resurrección de los justos.
Entonces vinieron unos de los saduceos, los cuales niegan que hay resurrección, y le preguntaron,
En la resurrección, pues, ¿de cuál de ellos será esposa? porque los siete la tuvieron por esposa.
pero los que fueren tenidos por dignos de aquel mundo y la resurrección de los muertos, ni se casan, ni se dan en casamiento.
Porque no pueden morir ya más; pues son iguales a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo hijos de la resurrección.
y los que hicieron bien, saldrán a resurrección de vida; y los que hicieron mal, a resurrección de condenación.
Le dijo Marta: Yo sé que resucitará en la resurrección, en el día postrero.
Jesús le dijo: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté muerto, vivirá.
comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día que fue recibido arriba de entre nosotros, uno sea hecho testigo con nosotros de su resurrección.
viéndolo antes, habló de la resurrección de Cristo, que su alma no fue dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción.
resentidos de que enseñasen al pueblo, y predicasen en Jesús la resurrección de los muertos.
Y con gran poder los apóstoles daban testimonio de la resurrección del Señor Jesús; y abundante gracia había sobre todos ellos.
Y ciertos filósofos de los epicúreos y de los estoicos, disputaban con él; y unos decían: ¿Qué querrá decir este palabrero? Y otros: Parece que es predicador de dioses extraños; porque les predicaba a Jesús y la resurrección.
Y cuando oyeron de la resurrección de los muertos, unos se burlaban, y otros decían: Te oiremos acerca de esto en otra ocasión.
Y cuando Pablo percibió que una parte era de saduceos, y la otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hermanos, yo siendo fariseo, hijo de fariseo; de la esperanza y de la resurrección de los muertos soy juzgado.
Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu; pero los fariseos profesan estas cosas.
teniendo esperanza en Dios que ha de haber resurrección de los muertos, así de justos como de injustos, la cual también ellos esperan.
a no ser por aquella voz, que clamé estando entre ellos: Acerca de la resurrección de los muertos soy juzgado hoy por vosotros.
Que Cristo había de padecer, y ser el primero de la resurrección de los muertos, para anunciar luz al pueblo y a los gentiles.
y que fue declarado ser el Hijo de Dios con poder, según el Espíritu de santidad, por la resurrección de entre los muertos,
Porque si fuimos plantados juntamente con Él en la semejanza de su muerte, también lo seremos en la semejanza de su resurrección;
Y si se predica que Cristo resucitó de los muertos, ¿cómo dicen algunos entre vosotros que no hay resurrección de muertos?
Porque si no hay resurrección de muertos, tampoco Cristo resucitó.
Y por cuanto la muerte entró por un hombre, también por un hombre la resurrección de los muertos.
Así también es la resurrección de los muertos. Se siembra en corrupción, se levantará en incorrupción;
a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, en conformidad a su muerte;
si en alguna manera llegase a la resurrección de los muertos.
que se han descaminado de la verdad, diciendo que la resurrección ya pasó, y trastornan la fe de algunos.
de la doctrina de bautismos, y de la imposición de manos, y de la resurrección de los muertos, y del juicio eterno.
Las mujeres recibieron sus muertos por resurrección; mas otros fueron torturados, no aceptando el rescate, a fin de obtener mejor resurrección.
Bendito sea el Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su grande misericordia nos hizo renacer para una esperanza viva, por la resurrección de Jesucristo de los muertos;
A la figura de lo cual el bautismo que ahora corresponde nos salva (no quitando las inmundicias de la carne, sino como testimonio de una buena conciencia delante de Dios) por la resurrección de Jesucristo,
Mas los otros muertos no volvieron a vivir hasta que se cumplieron mil años. Ésta es la primera resurrección.
Bienaventurado y santo el que tiene parte en la primera resurrección; la segunda muerte no tiene potestad sobre éstos; sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, y reinarán con Él mil años.
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