'Sesenta' en la Biblia
Y Mahalaleel vivió sesenta y cinco años, y engendró a Jared.
Y Jared vivió ciento sesenta y dos años, y engendró a Enoc.
El total de los días de Jared fue de novecientos sesenta y dos años, y murió.
Y Enoc vivió sesenta y cinco años, y engendró a Matusalén.
El total de los días de Enoc fue de trescientos sesenta y cinco años.
El total de los días de Matusalén fue de novecientos sesenta y nueve años, y murió.
Y después salió su hermano, con su mano asida al talón de Esaú, y lo llamaron Jacob. Isaac {tenía} sesenta años cuando ella los dio a luz.
Todas las personas {de la familia} de Jacob, que vinieron a Egipto, descendientes directos suyos, no incluyendo las mujeres de los hijos de Jacob, {eran} en total sesenta y seis personas.
``Pero si da a luz una niña, quedará impura por dos semanas, como en {los días de} su menstruación; y permanecerá en la sangre de su purificación por sesenta y seis días.
``Si tu valuación es de varón de veinte hasta sesenta años, entonces tu valuación será de cincuenta siclos de plata, según el siclo del santuario.
``Y si {son} de sesenta años o más, si es varón, tu valuación será de quince siclos, y para la mujer, de diez siclos.
los enumerados de la tribu de Dan {fueron} sesenta y dos mil setecientos.
y su ejército, los enumerados, sesenta y dos mil setecientos.
de los primogénitos de los hijos de Israel tomó el dinero conforme al siclo del santuario, mil trescientos sesenta y cinco {siclos.}
El total de los animales para el sacrificio de las ofrendas de paz, fue de veinticuatro novillos; los carneros, sesenta; los machos cabríos, sesenta; {y} los corderos de un año, sesenta. Esta {fue} la {ofrenda} de la dedicación del altar después que fue ungido.
Estas son las familias de Isacar según los que fueron contados en ellas: sesenta y cuatro mil trescientos.
Estas son las familias de los zabulonitas según los que fueron contados en ellas: sesenta mil quinientos.
Todas las familias de los suhamitas, según los que fueron contados en ellas: sesenta y cuatro mil cuatrocientos.
y los asnos, treinta mil quinientos, de los cuales el tributo al SEÑOR fue de sesenta y uno.
Y tomamos en aquel entonces todas sus ciudades; no quedó ciudad que no les tomáramos: sesenta ciudades, toda la región de Argob, el reino de Og en Basán.
Y su territorio fue desde Mahanaim, todo Basán, todo el reino de Og, rey de Basán, y todos los pueblos de Jair que están en Basán, sesenta ciudades;
Pero los siervos de David habían herido de Benjamín y de los hombres de Abner, a trescientos sesenta hombres, {los cuales} murieron.
Ben-geber en Ramot de Galaad (las aldeas de Jair, hijo de Manasés, que están en Galaad {eran} de él: la región de Argob que está en Basán, sesenta grandes ciudades con muros y cerrojos de bronce {eran} de él);
La provisión de Salomón para un día era de treinta coros de flor de harina y sesenta coros de harina,
La casa que el rey Salomón edificó para el SEÑOR {tenía} sesenta codos de largo, veinte {codos} de ancho y treinta codos de alto.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
Y de la ciudad tomó a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, y a cinco hombres de los consejeros del rey que se hallaban en la ciudad, y al escriba del capitán del ejército, que alistaba a la gente del país, y a sesenta hombres del pueblo de la tierra que se hallaban en la ciudad.
Después Hezrón se unió a la hija de Maquir, padre de Galaad, y la tomó {por mujer} cuando él tenía sesenta años; y ella dio a luz a Segub.
Pero Gesur y Aram les tomaron las aldeas de Jair, con Kenat y sus aldeas, sesenta ciudades. Todos estos {fueron} los hijos de Maquir, padre de Galaad.
Los hijos de Rubén y de Gad y la media tribu de Manasés, hombres valientes, hombres que traían escudo y espada y tiraban con arco, y que {eran} diestros en batalla, {fueron} cuarenta y cuatro mil setecientos sesenta que salían a la batalla.
y sus parientes, jefes de sus casas paternas, mil setecientos sesenta hombres, muy capaces para la obra del servicio de la casa de Dios.
y a Obed-edom con sus sesenta y ocho parientes; a Obed-edom, también hijo de Jedutún, y a Hosa como porteros.
Todos éstos {fueron} de los hijos de Obed-edom; ellos, sus hijos y sus parientes {fueron} hombres capaces con fuerza para el servicio: sesenta y dos de Obed-edom.
Estos son los cimientos que Salomón puso para la edificación de la casa de Dios. La longitud en codos, conforme a la medida antigua, {era de} sesenta codos, y la anchura de veinte codos.
El peso del oro que llegaba a Salomón en un solo año era de seiscientos sesenta y seis talentos de oro,
Y amó Roboam a Maaca, hija de Absalón, más que a todas sus {otras} mujeres y concubinas. Porque había tomado dieciocho mujeres y sesenta concubinas, y engendró veintiocho hijos y sesenta hijas.
con mil doscientos carros y sesenta mil hombres de a caballo. Y era innumerable el pueblo que vino con él de Egipto: libios, suquienos y etíopes.
los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y seis;
Toda la asamblea reunida {era de} cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
Según sus medios dieron al tesoro para la obra sesenta y un mil dracmas de oro, cinco mil minas de plata y cien túnicas sacerdotales.
En el año primero del rey Ciro, el rey Ciro proclamó un decreto: ``{En cuanto} a la casa de Dios en Jerusalén, que sea reedificado el templo, el lugar donde se ofrecen los sacrificios, y que se conserven sus cimientos, con su altura de sesenta codos y su anchura de sesenta codos;
de los hijos de Bani, Selomit, hijo de Josifías, y con él ciento sesenta varones;
de los hijos de Adonicam, los postreros, cuyos nombres son estos: Elifelet, Jeiel y Semaías, y con ellos sesenta varones;
los hijos de Zacai, setecientos sesenta;
los hijos de Adonicam, seiscientos sesenta y siete;
los hijos de Bigvai, dos mil sesenta y siete;
Toda la asamblea reunida {era de} cuarenta y dos mil trescientos sesenta,
Lo que dio el resto del pueblo {fue} veinte mil dracmas de oro, dos mil minas de plata y sesenta y siete túnicas sacerdotales.
Todos los hijos de Fares que habitaron en Jerusalén {fueron} cuatrocientos sesenta y ocho hombres fuertes.
He aquí, es la litera de Salomón; sesenta valientes la rodean, de los valientes de Israel.
Sesenta son las reinas y ochenta las concubinas, y las doncellas, sin número;
Porque la cabeza de Aram es Damasco, y la cabeza de Damasco es Rezín (y dentro de otros sesenta y cinco años Efraín será destrozado, dejando de ser pueblo),
También tomó de la ciudad a un oficial que estaba encargado de los hombres de guerra, a siete de los consejeros del rey que se hallaban en la ciudad, al escriba del comandante del ejército que reclutaba al pueblo de la tierra, y a sesenta hombres del pueblo que se hallaban dentro de la ciudad.
Midió también los pilares, {y tenía} sesenta codos {de altura.} El atrio alrededor de la puerta {se extendía} hasta el pilar lateral.
El rey Nabucodonosor hizo una estatua de oro cuya altura {era} de sesenta codos {y} su anchura de seis codos; la levantó en el llano de Dura, en la provincia de Babilonia.
Has de saber y entender {que} desde la salida de la orden para restaurar y reconstruir a Jerusalén hasta el Mesías Príncipe, {habrá} siete semanas y sesenta y dos semanas; volverá a ser edificada, con plaza y foso, pero en tiempos de angustia.
Después de las sesenta y dos semanas el Mesías será muerto y no tendrá nada, y el pueblo del príncipe que ha de venir destruirá la ciudad y el santuario. Su fin {vendrá} con inundación; aun hasta el fin habrá guerra; las desolaciones están determinadas.