'Sucedió' en la Biblia
Y sucedió que cuando Baasa {lo} oyó, dejó de fortificar Ramá, y abandonó su obra.
Y sucedió que cuando los capitanes de los carros vieron a Josafat, dijeron: Este es el rey de Israel; y se desviaron para pelear contra él. Pero Josafat clamó, y el SEÑOR vino en su ayuda, y Dios los apartó de él,
Y sucedió que cuando Jehú estaba ejecutando justicia contra la casa de Acab, encontró a los príncipes de Judá y a los hijos de los hermanos de Ocozías sirviendo a Ocozías, y los mató.
Sucedió después de esto que Joás decidió restaurar la casa del SEÑOR.
Y sucedió que una vez afianzado el reino en su mano, mató a los siervos suyos que habían asesinado al rey su padre.
Entonces se regocijó Ezequías con todo el pueblo por lo que Dios había preparado para el pueblo, pues todo sucedió rápidamente.
Y sucedió que cuando el rey oyó las palabras de la ley, rasgó sus vestidos.
Y sucedió que cuando Sanbalat se enteró de que estábamos reedificando la muralla, se enfureció y se enojó mucho. Y burlándose de los judíos,
Y sucedió que cuando los judíos que habitaban cerca de ellos vinieron y nos dijeron diez veces: Subirán contra nosotros de todo lugar adonde os volváis,
Sucedió que nuestros enemigos se enteraron que lo sabíamos y que Dios había desbaratado sus planes; entonces todos nosotros volvimos a la muralla, cada uno a su trabajo.
Y sucedió que desde aquel día la mitad de mis hombres trabajaban en la obra mientras que la otra mitad portaba las lanzas, los escudos, los arcos y las corazas; y los capitanes {estaban} detrás de toda la casa de Judá.
Y sucedió que cuando oyeron la ley, excluyeron de Israel a todo extranjero.
Y sucedió que cuando el mandato y el decreto del rey fueron oídos, muchas jóvenes fueron reunidas en la fortaleza de Susa bajo la custodia de Hegai; y Ester {también} fue llevada al palacio del rey, bajo la custodia de Hegai, encargado de las mujeres.
Y sucedió que después que ellos le habían hablado día tras día y él se había negado a escucharlos, se {lo} informaron a Amán para ver si la palabra de Mardoqueo era firme; porque él les había declarado que era judío.
En el mes doce (es decir, el mes de Adar), el día trece cuando estaban para ejecutarse el mandato y edicto del rey, el {mismo} día que los enemigos de los judíos esperaban obtener dominio sobre ellos, sucedió lo contrario, porque fueron los judíos los que obtuvieron dominio sobre los que los odiaban.
{Esto sucedió} el día trece del mes de Adar, y el {día} catorce descansaron, y lo proclamaron día de banquete y de regocijo.
Y sucedió que un día cuando los hijos de Dios vinieron a presentarse delante del SEÑOR, vino también Satanás entre ellos para presentarse delante del SEÑOR.
Y sucedió que después que el SEÑOR habló estas palabras a Job, el SEÑOR dijo a Elifaz temanita: Se ha encendido mi ira contra ti y contra tus dos amigos, porque no habéis hablado de mí lo que es recto, como mi siervo Job.
Y sucedió que cuando oyó {esto} el rey Ezequías, rasgó sus vestidos, se cubrió de cilicio y entró en la casa del SEÑOR.
Y sucedió que mientras él adoraba en la casa de su dios Nisroc, sus hijos Adramelec y Sarezaer lo mataron a espada y huyeron a la tierra de Ararat. Y su hijo Esar-hadón reinó en su lugar.
Acercaos a mí, escuchad esto: Desde el principio no he hablado en secreto, desde el momento en que sucedió, allí estaba yo. Y ahora me ha enviado el Señor DIOS, y su Espíritu.
Y sucedió que por la liviandad con que fornicó, profanó la tierra, y cometió adulterio con la piedra y con el leño.
Y sucedió que después de muchos días el SEÑOR me dijo: Levántate, vete al Eufrates y toma de allí el cinturón que te mandé que escondieras allá.
Y sucedió que el mismo año, al principio del reinado de Sedequías, rey de Judá, en el año cuarto, en el mes quinto, el profeta Hananías, hijo de Azur, que era de Gabaón, me habló en la casa del SEÑOR en presencia de los sacerdotes y de todo el pueblo, diciendo:
({Esto sucedió} después de salir de Jerusalén el rey Jeconías y la reina madre, los oficiales de la corte, los príncipes de Judá y de Jerusalén, los artífices y los herreros.)
Pero sucedió que cuando Nabucodonosor, rey de Babilonia, subió contra la tierra, dijimos: ``Venid y huyamos a Jerusalén ante el ejército de los caldeos y ante el ejército de Aram." Por eso habitamos en Jerusalén.
Y sucedió que en el año cuarto de Joacim, hijo de Josías, rey de Judá, vino esta palabra a Jeremías de parte del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió que cuando oyeron todas las palabras, se miraron unos a otros atemorizados, y dijeron a Baruc: Ciertamente haremos saber al rey todas estas palabras.
Y sucedió que cuando el ejército de los caldeos levantó {el sitio} de Jerusalén por causa del ejército de Faraón,
Y sucedió que cuando los vieron Sedequías, rey de Judá, y todos los hombres de guerra, huyeron y salieron de la ciudad de noche por el camino del jardín del rey, por la puerta entre los dos muros; y se fueron por el camino del Arabá.
Y sucedió que al siguiente día del asesinato de Gedalías, cuando nadie {lo} sabía {aún,}
Y sucedió que cuando entraron en la ciudad, Ismael, hijo de Netanías, y los hombres que con él estaban, los degollaron {y los echaron} en la cisterna.
Y sucedió que cuando todo el pueblo que estaba con Ismael vio a Johanán, hijo de Carea, y a los capitanes de las tropas que estaban con él, se alegraron.
Y sucedió que al cabo de diez días, vino la palabra del SEÑOR a Jeremías.
Pero sucedió que cuando Jeremías terminó de hablar a todo el pueblo todas las palabras del SEÑOR su Dios, es decir, todas estas palabras con las cuales el SEÑOR su Dios le había enviado,
Por causa de la ira del SEÑOR sucedió {esto} en Jerusalén y en Judá, hasta que El los echó de su presencia. Y Sedequías se rebeló contra el rey de Babilonia.
Sucedió que en el año treinta, al quinto {día} del cuarto mes, estando yo entre los desterrados junto al río Quebar, los cielos se abrieron y vi visiones de Dios.
Y sucedió que al cabo de los siete días vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió en el año sexto, en el {día} cinco del sexto mes, que estando yo sentado en mi casa y los ancianos de Judá sentados ante mí, bajó allí sobre mí la mano del Señor DIOS.
Y sucedió que mientras herían, quedé yo {solo} y caí sobre mi rostro; clamé y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Destruirás a todo el remanente de Israel derramando tu furor sobre Jerusalén?
Y sucedió que cuando ordenó al hombre vestido de lino, diciendo: Toma fuego de entre las ruedas, de entre los querubines, él entró y se paró junto a una rueda.
Y sucedió que mientras yo profetizaba, Pelatías, hijo de Benaía, murió. Entonces caí sobre mi rostro, y clamé a gran voz y dije: ¡Ah, Señor DIOS! ¿Vas a acabar por completo con el remanente de Israel?
`También te di mi pan, la flor de harina, el aceite y la miel con que yo te alimentaba, y lo ofrecías ante ellas como aroma agradable. Así sucedió' --declara el Señor DIOS.
`Y sucedió que después de toda tu maldad (`` ¿Ay, ay de ti!" --declara el Señor DIOS)
Y sucedió que en el año séptimo, el {día} diez del quinto mes, vinieron algunos de los ancianos de Israel a consultar al SEÑOR, y se sentaron delante de mí.
Y sucedió que en el undécimo año, el día primero del mes, vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió en el año once, el {mes} primero, el {día} siete del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió en el undécimo año, el tercer {mes,} el {día} primero del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió en el año duodécimo, el {mes} duodécimo, el {día} primero del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Y sucedió en el año duodécimo, el quince del mes, que vino a mí la palabra del SEÑOR, diciendo:
Cuando miré en la visión, sucedió que al mirar, yo {me encontraba} en la ciudadela de Susa, que {está} en la provincia de Elam, y vi en la visión que yo estaba junto al río Ulai.
Y sucedió que después que yo, Daniel, había visto la visión, y trataba de comprenderla, he aquí, {vi} de pie, ante mí, uno con apariencia de hombre.
Y sucedió que cuando habían terminado de devorar la hierba de la tierra, yo dije: Señor DIOS, perdona, te ruego. ¿Cómo podrá resistir Jacob si es tan pequeño?
Y sucedió que al salir el sol, dispuso Dios un sofocante viento solano, y el sol hirió la cabeza de Jonás y él desfallecía, y deseaba con {toda} su alma morir, diciendo: Mejor me es la muerte que la vida.
Y sucedió que en el año cuarto del rey Darío vino la palabra del SEÑOR a Zacarías el cuarto {día} del mes noveno, Quisleu.
Y sucedió que, como yo había clamado y ellos no habían querido escuchar, así ellos clamaron y yo no quise escuchar --dice el SEÑOR de los ejércitos--
Todo esto sucedió para que se cumpliera lo que el Señor había hablado por medio del profeta, diciendo:
Y sucedió que estando El sentado {a la mesa} en la casa, he aquí, muchos recaudadores de impuestos y pecadores llegaron y se sentaron {a la mesa} con Jesús y sus discípulos.
Y sucedió que cuando Jesús terminó de dar instrucciones a sus doce discípulos, se fue de allí a enseñar y predicar en las ciudades de ellos.
Y sucedió que cuando Jesús terminó estas parábolas, se fue de allí.
Esto sucedió para que se cumpliera lo dicho por medio del profeta, cuando dijo:
Y sucedió que uno de los que estaban con Jesús, extendiendo la mano, sacó su espada, e hiriendo al siervo del sumo sacerdote, le cortó la oreja.
Y sucedió en aquellos días que Jesús vino de Nazaret de Galilea, y fue bautizado por Juan en el Jordán.
Y sucedió que estando Jesús sentado {a la mesa} en casa de Leví, muchos recaudadores de impuestos y pecadores estaban comiendo con Jesús y sus discípulos; porque había muchos de ellos que le seguían.
Y sucedió que mientras estaban ellos allí, se cumplieron los días de su alumbramiento.
y lo mismo {les sucedió} también a Jacobo y a Juan, hijos de Zebedeo, que eran socios de Simón. Y Jesús dijo a Simón: No temas; desde ahora serás pescador de hombres.
Y sucedió que al retirarse ellos de El, Pedro dijo a Jesús: Maestro, bueno es que estemos aquí; hagamos tres enramadas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías; no sabiendo lo que decía.
Y sucedió que cuando se cumplían los días de su ascensión, El, con determinación, afirmó su rostro para ir a Jerusalén.
Estaba {Jesús} echando fuera un demonio, que era mudo, y sucedió que cuando el demonio salió, el mudo habló; y las multitudes se maravillaron.
Y sucedió que mientras decía estas cosas, una de las mujeres en la multitud alzó su voz y le dijo: ¡Dichosa la matriz que te concibió y los senos que te criaron!
Y sucedió que murió el pobre y fue llevado por los ángeles al seno de Abraham; y murió también el rico y fue sepultado.
Cuando El los vio, les dijo: Id y mostraos a los sacerdotes. Y sucedió que mientras iban, quedaron limpios.
Y sucedió que al regresar él, después de haber recibido el reino, mandó llamar a su presencia a aquellos siervos a los cuales había dado el dinero, para saber lo que habían {ganado} negociando.
Y sucedió que mientras conversaban y discutían, Jesús mismo se acercó y caminaba con ellos.
Y sucedió que al sentarse {a la mesa} con ellos, tomó pan, y {lo} bendijo; y partiéndo{lo,} les dio.
Porque esto sucedió para que se cumpliera la Escritura: NO SERA QUEBRADO HUESO SUYO.
Y sucedió que al día siguiente se reunieron en Jerusalén sus gobernantes, ancianos y escribas;
Y sucedió que mientras viajaba, al acercarse a Damasco, de repente resplandeció en su derredor una luz del cielo;
Y sucedió que en aquellos días se enfermó y murió; y lavado {su cuerpo,} lo pusieron en un aposento alto.
Y esto sucedió tres veces, e inmediatamente el lienzo fue recogido al cielo.
Y sucedió que cuando Pedro iba a entrar, Cornelio salió a recibirlo, y postrándose a sus pies, {lo} adoró.
Esto sucedió tres veces, y todo volvió a ser llevado arriba al cielo.
Y viendo que esto agradaba a los judíos, hizo arrestar también a Pedro. Esto sucedió durante los días de los panes sin levadura.
Y sucedió que mientras íbamos al lugar de oración, nos salió al encuentro una muchacha esclava que tenía espíritu de adivinación, la cual daba grandes ganancias a sus amos, adivinando.
Cuando llegó a las gradas, sucedió que los soldados tuvieron que cargarlo por causa de la violencia de la turba;
y que los demás {siguieran,} algunos en tablones, y otros en diferentes objetos de la nave. Y así sucedió que todos llegaron salvos a tierra.
Y sucedió que el padre de Publio yacía {en cama,} enfermo con fiebre y disentería; y Pablo entró a {ver}lo, y después de orar puso las manos sobre él, y lo sanó.
Cuando esto sucedió, los demás habitantes de la isla que tenían enfermedades venían {a él} y eran curados.
Finalmente, hermanos, orad por nosotros, para que la palabra del Señor se extienda rápidamente y sea glorificada, así como {sucedió} también con vosotros;
Pero no progresarán más, pues su insensatez será manifiesta a todos, como también sucedió con la de aquellos {dos}.