'Sus' en la Biblia
Y a Heber nacieron dos hijos; el nombre del uno fue Peleg, por cuanto en sus días fue dividida la tierra; y el nombre de su hermano fue Joctán.
Y éstas son sus descendencias: El primogénito de Ismael, Nebaiot; después Cedar, Adbeel, Mibsam,
Y Gesur y Aram tomaron las ciudades de Jair de ellos, y a Kenat con sus aldeas, sesenta lugares. Todos éstos fueron de los hijos de Maquir padre de Galaad.
Y Jabes fue más ilustre que sus hermanos, al cual su madre llamó Jabes, diciendo: Por cuanto lo di a luz en dolor.
Los hijos de Simeí fueron dieciséis, y seis hijas; pero sus hermanos no tuvieron muchos hijos, ni multiplicaron toda su familia como los hijos de Judá.
en Bet-marcabot, en Hasasusim, en Bet-birai y en Saaraim. Éstas fueron sus ciudades hasta el reino de David.
Y sus aldeas fueron Etam, Aín, Rimón, Toquén y Asán, cinco pueblos;
y todas sus aldeas que estaban en contorno de estas ciudades hasta Baal. Ésta fue su habitación, y ésta su descendencia.
Éstos por sus nombres son los principales que vinieron en sus familias, y que fueron multiplicados en gran manera en las casas de sus padres.
Y llegaron hasta la entrada de Gedor hasta el oriente del valle, buscando pastos para sus ganados.
Y estos que han sido escritos por sus nombres, vinieron en días de Ezequías rey de Judá, y desbarataron sus tiendas y las habitaciones que allí hallaron, y los destruyeron, hasta hoy, y habitaron allí en lugar de ellos; porque allí había pastos para sus ganados.
Y los hijos de Rubén, primogénito de Israel (porque él era el primogénito, pero como violó el lecho de su padre, sus derechos de primogenitura fueron dados a los hijos de José, hijo de Israel; y no fue contado por primogénito.
Porque Judá prevaleció sobre sus hermanos, y de él procedió el príncipe; pero el derecho de primogenitura era de José),
Y sus hermanos por sus familias, cuando eran contados en sus descendencias, tenían por príncipes a Jeiel y a Zacarías.
Y en los días de Saúl hicieron guerra contra los agarenos, los cuales cayeron en su mano; y ellos habitaron en sus tiendas sobre toda la región oriental de Galaad.
Y sus hermanos, según las familias de sus padres, fueron Micael, Mesulam, Seba, Jorai, Jacán, Zía y Heber; siete en total.
También Ahí, hijo de Abdiel, hijo de Guni, fue principal en la casa de sus padres.
Los cuales habitaron en Galaad, en Basán y en sus aldeas, y en todos los ejidos de Sarón hasta salir de ellos.
Y fueron ayudados contra ellos, y los agarenos se dieron en sus manos, y todos los que con ellos estaban; porque clamaron a Dios en la guerra, y les fue favorable, porque confiaron en Él.
Y tomaron sus ganados, cincuenta mil camellos, y doscientas cincuenta mil ovejas, dos mil asnos, y cien mil personas.
Y cayeron muchos muertos, porque la guerra era de Dios; y habitaron en sus lugares hasta el cautiverio.
Y éstas fueron las cabezas de las casas de sus padres: Efer, Isi, Eliel, Azriel, Jeremías, Odavías y Jadiel, hombres valientes y esforzados, varones de renombre y cabezas de las casas de sus padres.
Pero se rebelaron contra el Dios de sus padres, y se prostituyeron siguiendo a los dioses de los pueblos de la tierra, a los cuales Dios había destruido delante de ellos.
Los hijos de Merari: Mahali, y Musi. Éstas son las familias de Leví, según sus descendencias.
Éstos, pues, servían, con sus hijos. De los hijos de Coat, Hemán cantor, hijo de Joel, hijo de Samuel;
Y sus hermanos, los hijos de Merari, estaban a la mano izquierda, esto es, Etán hijo de Quisi, hijo de Abdi, hijo de Maluc;
Y sus hermanos los levitas fueron puestos sobre todo el ministerio del tabernáculo de la casa de Dios.
Mas Aarón y sus hijos quemaban ofrendas sobre el altar del holocausto, y sobre el altar del incienso, en toda la obra del lugar santísimo, y para hacer las expiaciones sobre Israel, conforme a todo lo que Moisés siervo de Dios había mandado.
Y éstas son sus habitaciones, conforme a sus domicilios y sus términos, las de los hijos de Aarón por las familias de los coatitas, porque de ellos les tocó en suerte.
Les dieron, pues, a Hebrón en tierra de Judá, y sus ejidos alrededor de ella.
Mas el territorio de la ciudad y sus aldeas se dieron a Caleb, hijo de Jefone.
Y a los hijos de Aarón dieron las ciudades de Judá, esto es, a Hebrón, la ciudad de refugio, además a Libna con sus ejidos, a Jatir y Estemoa con sus ejidos,
Y de la tribu de Benjamín, a Geba, con sus ejidos, y a Alemet con sus ejidos, y a Anatot con sus ejidos. Todas sus ciudades fueron trece ciudades, repartidas por sus linajes.
Y a los hijos de Gersón, por sus linajes, dieron de la tribu de Isacar, de la tribu de Aser, de la tribu de Neftalí y de la tribu de Manasés en Basán, trece ciudades. 387
Y a los hijos de Merari, por sus linajes, de la tribu de Rubén, y de la tribu de Gad, y de la tribu de Zabulón, se dieron por suerte doce ciudades.
Y dieron los hijos de Israel a los levitas ciudades con sus ejidos.
Y dieron por suerte de la tribu de los hijos de Judá, y de la tribu de los hijos de Simeón, y de la tribu de los hijos de Benjamín, las ciudades que nombraron por sus nombres.
Y a los linajes de los hijos de Coat dieron ciudades con sus términos de la tribu de Efraín.
Y les dieron las ciudades de refugio, Siquem con sus ejidos en el monte de Efraín, y a Gezer con sus ejidos,
De la media tribu de Manasés, a Aner con sus ejidos, y a Bilam con sus ejidos, para los del linaje de los hijos de Coat que habían quedado.
Y a los hijos de Gersón dieron de la familia de la media tribu de Manasés, a Golán en Basán con sus ejidos y a Astarot con sus ejidos;
y de la tribu de Isacar, a Cedes con sus ejidos, a Daberat con sus ejidos,
y de la tribu de Aser a Masal con sus ejidos, y a Abdón con sus ejidos,
Y de la tribu de Neftalí, a Cedes en Galilea con sus ejidos, y a Hamón con sus ejidos, a Quiriataim con sus ejidos.
Y a los hijos de Merari que habían quedado, dieron de la tribu de Zabulón a Rimón con sus ejidos, y a Tabor con sus ejidos.
Y del otro lado del Jordán, frente a Jericó, al oriente del Jordán, dieron de la tribu de Rubén, a Beser en el desierto con sus ejidos; y a Jahaza con sus ejidos.
Y de la tribu de Gad, a Ramot en Galaad con sus ejidos, y a Mahanaim con sus ejidos,
Los hijos de Tola: Uzi, Refaías, Jeriel, Jamai, Jibsam y Samuel, cabezas en las familias de sus padres. De Tola fueron contados por sus linajes en el tiempo de David, veintidós mil seiscientos hombres muy valerosos.
Y había con ellos en sus linajes, por las familias de sus padres, treinta y seis mil hombres de guerra; por que tuvieron muchas esposas e hijos.
Y sus hermanos por todas las familias de Isacar, contados todos por sus genealogías, eran ochenta y siete mil hombres valientes en extremo.
Y contados por sus descendencias, por sus linajes, los que eran cabezas de sus familias, resultaron veinte mil doscientos hombres de grande esfuerzo.
Zabad su hijo, y Sutela su hijo, Ezer y Elad. Mas los hijos de Gat, naturales de aquella tierra, los mataron, porque vinieron a quitarles sus ganados.
Y Efraín su padre hizo duelo por muchos días, y vinieron sus hermanos a consolarlo.
Y la heredad y habitación de ellos fue Betel con sus aldeas; y hacia el oriente Naarán, y a la parte del occidente Gezer y sus aldeas; asimismo Siquem con sus aldeas, hasta Gaza y sus aldeas.
Y junto al territorio de los hijos de Manasés, Bet-seán con sus aldeas, Taanac con sus aldeas, Meguido con sus aldeas, Dor con sus aldeas. En estos lugares habitaron los hijos de José, hijo de Israel.
Y todos éstos fueron hijos de Aser, cabezas de familias paternas, escogidos, esforzados, cabezas de príncipes; y el número por sus linajes de entre los que podían tomar las armas e ir a la guerra fue veintiséis mil hombres.
Y Saharaim engendró hijos en la provincia de Moab, después que dejó a Husim y a Baara que eran sus esposas.
Jeúz, Soquías y Mirma. Éstos son sus hijos, cabezas de familias.
Y los hijos de Elpaal: Heber, Misam y Semed (el cual edificó a Ono, y a Lod con sus aldeas),
Éstos fueron jefes principales de familias por sus linajes, y habitaron en Jerusalén.
Y Miclot engendró a Simea. Éstos también habitaron con sus hermanos en Jerusalén, enfrente de ellos.
Y contado todo Israel por sus genealogías, fueron escritos en el libro de los reyes de Israel y de Judá, que fueron trasportados a Babilonia por su rebelión.
Los primeros moradores que entraron en sus posesiones en sus ciudades, fueron los israelitas, los sacerdotes, los levitas y los servidores del templo.
Y de los hijos de Zera, Jehuel y sus hermanos, seiscientos noventa.
Y sus hermanos según sus generaciones fueron novecientos cincuenta y seis. Todos estos hombres fueron cabezas de familia en las casas de sus padres.
y sus hermanos, cabezas de las casas de sus padres, en número de mil setecientos sesenta, hombres de gran eficacia en la obra del ministerio en la casa de Dios.
Y los porteros: Salum, Acub, Talmón, Ahimán y sus hermanos. Salum era el jefe.
Y Salum hijo de Coré, hijo de Ebiasaf, hijo de Coré, y sus hermanos los coreítas por la casa de su padre, tuvieron cargo de la obra del ministerio, guardando las puertas del tabernáculo; así como sus padres fueron guardas de la entrada del campamento de Jehová.
Todos éstos, escogidos para guardas en las puertas, eran doscientos doce cuando fueron contados por el orden de sus linajes en sus aldeas, a los cuales constituyó en su oficio David y Samuel el vidente.
Así ellos y sus hijos eran porteros por sus turnos a las puertas de la casa de Jehová, y de la casa del tabernáculo.
Y sus hermanos que estaban en sus aldeas, venían cada siete días por sus tiempos con ellos.
Y algunos de los hijos de Coat, y de sus hermanos, tenían el cargo de los panes de la proposición, los cuales ponían por orden cada sábado.
Y de éstos había cantores, principales de familias de los levitas, los cuales estaban en sus cámaras exentos de otros servicios; porque de día y de noche estaban en aquella obra.
Éstos eran jefes de familias de los levitas por sus linajes, jefes que habitaban en Jerusalén.
Y Miclot engendró a Samaán. Y éstos habitaban también en Jerusalén con sus hermanos enfrente de ellos.
Y los filisteos siguieron a Saúl y a sus hijos, y mataron los filisteos a Jonatán, y a Abinadab y a Malquisúa, hijos de Saúl.
Así murió Saúl, y sus tres hijos; y toda su casa murió juntamente con él.
Y viendo todos los de Israel que habitaban en el valle, que habían huido, y que Saúl y sus hijos eran muertos, dejaron sus ciudades y huyeron, y vinieron los filisteos y habitaron en ellas.
Y sucedió que al día siguiente, cuando los filisteos vinieron a despojar los muertos, hallaron a Saúl y a sus hijos tendidos en el monte de Gilboa.
Y luego que le despojaron, tomaron su cabeza y sus armas, y enviaron mensajeros por toda la tierra de los filisteos, para dar las nuevas a sus ídolos y al pueblo.
Y pusieron sus armas en el templo de sus dioses, y colgaron la cabeza en el templo de Dagón.
se levantaron todos los hombres valientes, y tomaron el cuerpo de Saúl, y los cuerpos de sus hijos, y los trajeron a Jabes; y enterraron sus huesos debajo del alcornoque en Jabes, y ayunaron siete días.
Guárdeme mi Dios de hacer esto: ¿había yo de beber la sangre de estos varones que con riesgo de sus vidas la han traído? Y no la quiso beber. Esto hicieron aquellos tres valientes.
También de los de Gad se pasaron a David, estando en la fortaleza en el desierto, hombres de guerra muy valientes para pelear, dispuestos a hacerlo con escudo y lanza; sus rostros eran como rostros de leones, y eran ligeros como las gacelas sobre los montes.
Éstos pasaron el Jordán en el mes primero, cuando había salido sobre todas sus riberas; e hicieron huir a todos los de los valles al oriente y al poniente.
Y de los hijos de Efraín, veinte mil ochocientos, muy valientes, varones ilustres en las casas de sus padres.
Y de los hijos de Isacar, doscientos principales, entendidos en los tiempos, y que sabían lo que Israel debía hacer, cuyo dicho seguían todos sus hermanos.
Y estuvieron allí con David tres días comiendo y bebiendo, porque sus hermanos habían prevenido para ellos.
Y dijo David a todo la congregación de Israel: Si os parece bien y si es la voluntad de Jehová nuestro Dios, enviaremos por todas partes para llamar a nuestros hermanos que han quedado en todas las tierras de Israel, y a los sacerdotes y levitas que están con ellos en sus ciudades y ejidos que se unan con nosotros;
Y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas, con cánticos, arpas, salterios, tamboriles, címbalos y trompetas.
Y dejaron allí sus dioses, y David dijo que los quemasen.