'Tuya' en la Biblia
Ahora pues, di que eres mi hermana, para que yo halle bien por causa tuya, y viva mi alma por amor de ti.
que no tomaré ni un hilo ni una correa de zapato, ni ninguna cosa tuya, para que no digas: ``Yo enriquecí a Abram."
Pero Labán le respondió: Si ahora he hallado gracia ante tus ojos, {quédate conmigo;} me he dado cuenta de que el SEÑOR me ha bendecido por causa tuya.
Y tomarás el pecho del carnero de las consagraciones, el cual es de Aarón, y lo mecerás por ofrenda mecida delante del SEÑOR; y será porción tuya.
y dijo: Si ahora, Señor, he hallado gracia ante tus ojos, vaya ahora el Señor en medio de nosotros, aunque el pueblo sea de dura cerviz; y perdona nuestra iniquidad y nuestro pecado, y tómanos por posesión tuya.
Y sazonarás toda ofrenda de tu presente con sal; y no harás que falte jamás de tu presente la sal de la alianza de tu Dios; en toda ofrenda tuya ofrecerás sal.
La comeréis, pues, en lugar santo, porque es la porción tuya y la porción de tus hijos de las ofrendas encendidas al SEÑOR; porque así se me ha ordenado.
Sin embargo, el pecho de la ofrenda mecida y la pierna de la ofrenda podéis comer{los} en un lugar limpio, tú, y tus hijos y tus hijas contigo; porque han sido dadas como la porción tuya y la de tus hijos de los sacrificios de las ofrendas de paz de los hijos de Israel.
La pierna {que fue} ofrecida levantándola, y el pecho {que fue} ofrecido meciéndolo, los traerán junto con las ofrendas encendidas de los pedazos de grasa, para presentarlos como ofrenda mecida delante del SEÑOR; así será para siempre la porción tuya y la de tus hijos contigo, tal como el SEÑOR ha ordenado.
La desnudez de la hija de tu hijo, o de la hija de tu hija, su desnudez no descubrirás, porque es la desnudez tuya.
Y la carne de ellos será tuya; como el pecho de la mecedura y como la espaldilla derecha, será tuya.
De un extranjero {lo} puedes exigir, mas tu mano perdonará cualquier cosa tuya que tu hermano tenga.
Y aquel día Moisés juró, diciendo: ``Ciertamente, la tierra que ha pisado tu pie será herencia tuya y de tus hijos para siempre, porque has seguido plenamente al SEÑOR mi Dios."
sino que la región montañosa será tuya. Porque aunque es bosque, la desmontarás, y será tuya hasta sus límites más lejanos; porque expulsarás a los cananeos, aunque tengan carros de hierro {y} aunque sean fuertes.
Entonces Saúl se enardeció contra Jonatán, y le dijo: Hijo de la perversa y rebelde, ¿no sé yo que tú has elegido al hijo de Isaí para confusión tuya, y para confusión de la vergüenza de tu madre?
Y Jonathán dijo á David: Vete en paz, que ambos hemos jurado por el nombre de Jehová, diciendo: Jehová sea entre mí y ti, entre mi simiente y la simiente tuya, para siempre.
Quédate conmigo, no temas; quien buscare mi vida, buscará también la tuya; bien que tú estarás conmigo guardado.
Y aconteció que, cuando David acabó de decir estas palabras a Saúl, Saúl dijo: ¿No es esta la voz tuya, hijo mío David? Y alzando Saúl su voz lloró.
Entonces todas las tribus de Israel fueron a David, en Hebrón, y dijeron: Henos aquí, hueso tuyo y carne tuya somos.
Y Urías respondió a David: El arca, e Israel y Judá, están debajo de tiendas; y mi señor Joab, y los siervos de mi señor sobre la faz del campo; ¿y había yo de entrar en mi casa para comer y beber, y dormir con mi mujer? Por vida tuya, y por vida de tu alma, que yo no haré tal cosa.
`` ¿Por qué has despreciado la palabra del SEÑOR haciendo lo malo a sus ojos? Has matado a espada a Urías hitita, y has tomado a su mujer para que sea mujer tuya, y lo has matado con la espada de los hijos de Amón.
Y sucedió que a la hora de ofrecerse el sacrificio de la {tarde}, el profeta Elías se acercó y dijo: Oh SEÑOR, Dios de Abraham, de Isaac y de Israel, que se sepa hoy que tú eres Dios en Israel, que yo soy tu siervo y que he hecho todas estas cosas por palabra tuya.
Y le hablarás, diciendo: Así dijo el SEÑOR: ¿No cometiste homicidio y también has despojado? Y tornarás a hablarle, diciendo: Así dijo el SEÑOR: En el mismo lugar donde lamieron los perros la sangre de Nabot, los perros lamerán también tu sangre, la tuya misma.
Entonces se congregó todo Israel en torno a David en Hebrón, y dijeron: He aquí, hueso tuyo y carne tuya somos.
Tuya es, oh SEÑOR, la magnificencia, y el poder, y la gloria, la victoria, y el honor; porque todas las cosas que están en los cielos y en la tierra son tuyas. Tuyo, oh SEÑOR, es el reino, y la altura sobre todos los que están por cabeza.
Hacemos saber al rey, que si esta ciudad fuere edificada, y los muros fundados, la parte más allá del río no será tuya.
Pídeme, y te daré por heredad los gentiles, y por posesión tuya los términos de la tierra.
Pero por causa tuya nos matan cada día; se nos considera como ovejas para el matadero.
Y tuya Señor, es la misericordia; porque tú pagas a cada uno conforme a su obra.
Iré en la valentía del Señor DIOS; haré memoria de tu justicia, de la tuya solamente.
Tuyo es el día, tuya también es la noche; tú aparejaste la lumbre y el sol.
mira en mí, y ten misericordia de mí; da fortaleza tuya a tu siervo, y guarda al hijo de tu sierva.
Tuyos son los cielos, tuya también la tierra; el mundo y su plenitud, tú lo fundaste.
Paloma mía, que estás en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, Muéstrame tu rostro, hazme oir tu voz; Porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
¿Qué dirás cuando El ponga sobre ti (a los que tú mismo habías enseñado) a antiguos compañeros para ser cabeza tuya? ¿No te vendrán dolores como de mujer de parto?
Ve, y habla a Ebed-melec etíope, diciendo: Así dijo el SEÑOR de los ejércitos, Dios de Israel: He aquí que yo traigo mis palabras sobre esta ciudad para mal, y no para bien; y vendrán a ser en aquel día en presencia tuya.
``Todos los habitantes de las costas están pasmados por causa tuya; sus reyes están aterrorizados sobremanera, demudados {sus} rostros.
Todos los astros brillantes del cielo oscureceré por causa tuya, y pondré tinieblas sobre tu tierra --declara el Señor DIOS.
Y haré que muchos pueblos se queden pasmados por causa tuya, y sus reyes en gran manera se aterrorizarán de ti cuando yo blanda mi espada ante ellos; temblarán constantemente, cada uno por su vida, el día de tu caída.
Tuya es, Señor, la justicia, y nuestra la confusión de rostro, como el día de hoy es a todo hombre de Judá, y a los moradores de Jerusalén, y a todo Israel, a los de cerca y a los de lejos, en todas las tierras adonde los has echado a causa de su rebelión con que contra ti se rebelaron.
Entonces le respondieron algunos de los escribas y fariseos, diciendo: Maestro, queremos ver una señal de parte tuya.
Y yendo un poco más adelante, se postró sobre su rostro, y oró diciendo: Padre mío, si es posible, que pase de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Y dijo: Abba, Padre, todas las cosas te son posibles; aparta de mí esta copa; pero no sea mi voluntad, sino la tuya.
Pero respondiendo él, le dijo al padre: ``Mira, por tantos años te he servido y nunca he desobedecido ninguna orden tuya, y {sin embargo,} nunca me has dado un cabrito para regocijarme con mis amigos;
diciendo: Padre, si quieres, pasa este vaso de mí; pero no se haga mi voluntad, sino la tuya.
Pero no les prestes atención, porque más de cuarenta hombres de ellos, que se han comprometido bajo juramento a no comer ni beber hasta que lo hayan matado, esperan emboscados; ya están listos esperando promesa de parte tuya.
Y citado que fue, Tértulo comenzó a acusarle, diciendo: Como por causa tuya vivamos en gran paz, y muchas cosas son bien gobernadas en el pueblo por tu prudencia,
Tal como está escrito: POR CAUSA TUYA SOMOS PUESTOS A MUERTE TODO EL DIA; SOMOS CONSIDERADOS COMO OVEJAS PARA EL MATADERO.
La conciencia, digo, no la tuya, sino la del otro. Pues ¿por qué ha de ser juzgada mi libertad por otra conciencia?