'Un' en la Biblia
Entonces el rey me dijo, estando la reina sentada junto a él: ¿Cuánto durará tu viaje, y cuándo volverás? Y le agradó al rey enviarme, y yo le di un plazo fijo.
Entonces les dije: Vosotros veis la mala situación en que estamos, que Jerusalén está desolada y sus puertas quemadas a fuego. Venid, reedifiquemos la muralla de Jerusalén para que ya no seamos un oprobio.
Después de él hizo reparaciones Nehemías, hijo de Azbuc, oficial de la mitad del distrito de Bet-sur, hasta {un punto} frente a los sepulcros de David, hasta el estanque artificial y hasta la casa de los valientes.
habló en presencia de sus hermanos y de los ricos de Samaria, y dijo: ¿Qué hacen estos débiles judíos? ¿{La} restaurarán para sí mismos? ¿Podrán ofrecer sacrificios? ¿Terminarán en un día? ¿Harán revivir las piedras de los escombros polvorientos, aun las quemadas?
Tobías el amonita {estaba} cerca de él, y dijo: Aun lo que están edificando, si un zorro saltara sobre {ello}, derribaría su muralla de piedra.
Los que reedificaban la muralla y los que llevaban cargas llevaban la carga en una mano trabajando en la obra, y en la otra empuñaban un arma.
Lo que se preparaba para cada día era un buey {y} seis ovejas escogidas, también eran preparadas aves para mí; cada diez días toda clase de vino {se proveía} en abundancia. Y con todo esto, no reclamé el pan del gobernador, porque era pesada la servidumbre sobre este pueblo.
Sanbalat y Gesem me enviaron {un mensaje,} diciendo: Ven, reunámonos en Quefirim en el llano de Ono. Pero ellos tramaban hacerme daño.
También has puesto profetas para anunciar en Jerusalén {en} cuanto a ti: ``Un rey está en Judá." Y ahora llegarán a oídos del rey estos informes. Ahora pues, ven, consultemos juntos.
Entonces le envié {un mensaje,} diciendo: No han sucedido esas cosas que tú dices, sino que las estás inventando en tu corazón.
Pero yo dije: ¿Huir un hombre como yo? ¿Acaso uno como yo entraría al templo para salvar su vida? No entraré.
Le pagaron por esta razón, para que yo me atemorizara y obrara de esa manera y pecara, y ellos tuvieran un mal informe {de mí} y pudieran reprocharme.
Y el gobernador les dijo que no comieran de las cosas santísimas hasta que un sacerdote se levantara con Urim y Tumim.
Se reunió todo el pueblo como un solo hombre en la plaza que {estaba} delante de la puerta de las Aguas, y pidieron al escriba Esdras que trajera el libro de la ley de Moisés que el SEÑOR había dado a Israel.
El escriba Esdras estaba sobre un estrado de madera que habían hecho para {esta} ocasión. Junto a él, a su derecha, estaban Matatías, Sema, Anías, Urías, Hilcías y Maasías; y a su izquierda, Pedaías, Misael, Malquías, Hasum, Hasbadana, Zacarías {y} Mesulam.
Hallaste fiel su corazón delante de ti, e hiciste con él un pacto para dar{le} la tierra del cananeo, del hitita, del amorreo, del ferezeo, del jebuseo y del gergeseo, para darla a su descendencia. Y has cumplido tu palabra, porque eres justo.
Entonces hiciste señales y maravillas contra Faraón, contra todos sus siervos y contra todo el pueblo de su tierra; pues supiste que ellos los trataban con soberbia, y te hiciste un nombre como el de hoy.
Rehusaron escuchar, y no se acordaron de las maravillas que hiciste entre ellos; endurecieron su cerviz y eligieron un jefe para volver a su esclavitud en Egipto. Pero tú eres un Dios de perdón, clemente y compasivo, lento para la ira y abundante en misericordia, y no los abandonaste.
Ni siquiera cuando se hicieron un becerro de metal fundido y dijeron: ``Este es tu Dios que te sacó de Egipto", y cometieron grandes blasfemias,
Pero en tu gran compasión no los exterminaste ni los abandonaste, porque tú eres un Dios clemente y compasivo.
A causa de todo esto, nosotros hacemos un pacto fiel por escrito; y en el documento sellado {están los nombres de} nuestros jefes, nuestros levitas {y} nuestros sacerdotes.
se adhieren a sus parientes, sus nobles, y toman sobre sí un voto y un juramento de andar en la ley de Dios que fue dada por medio de Moisés, siervo de Dios, y de guardar y cumplir todos los mandamientos de DIOS nuestro Señor, y sus ordenanzas y sus estatutos;
También nos imponemos la obligación de contribuir con un tercio de un siclo al año para el servicio de la casa de nuestro Dios:
Y un sacerdote, hijo de Aarón, estará con los levitas cuando los levitas reciban los diezmos, y los levitas llevarán la décima parte de los diezmos a la casa de nuestro Dios, a las cámaras del almacén;
porque {había} un mandato del rey acerca de ellos y un reglamento fijo para los cantores de cada día.
le había preparado un gran aposento, donde anteriormente se colocaban las ofrendas de cereal, el incienso, los utensilios, y los diezmos del cereal, del mosto y del aceite prescritos para los levitas, los cantores y los porteros, y las contribuciones para los sacerdotes.
y vine a Jerusalén y me enteré del mal que Eliasib había hecho por {favorecer a} Tobías, al prepararle un aposento en los atrios de la casa de Dios.