'Ungido' en la Biblia
si el sacerdote ungido pecare, según la culpabilidad del pueblo, ofrecerá por su pecado que habrá cometido, un novillo sin tacha por su pecado.
Y el sacerdote ungido tomará de la sangre del novillo, y la traerá al tabernáculo del testimonio;
Y el sacerdote ungido meterá de la sangre del novillo en el tabernáculo del testimonio.
Y el sacerdote ungido en su lugar, de entre sus hijos, hará la ofrenda; estatuto perpetuo del SEÑOR: toda se quemará en perfume.
Y hará la reconciliación el sacerdote que fuere ungido, y cuya mano hubiere sido llena para ser sacerdote en lugar de su padre; y se vestirá los vestidos de lino, los vestidos santos;
Y aconteció, que cuando Moisés hubo acabado de levantar el tabernáculo, y lo hubo ungido y santificado, con todos sus vasos; y asimismo ungido y santificado el altar, con todos sus vasos;
Y ofrecieron los príncipes a la dedicación del altar el día que fue ungido, ofrecieron los príncipes su ofrenda delante del altar.
Esta fue la dedicación del altar, el día que fue ungido, por los príncipes de Israel: doce platos de plata, doce jarros de plata, doce cucharros de oro.
Y todos los bueyes del sacrificio de la paz veinticuatro novillos, sesenta los carneros, sesenta los machos cabríos, sesenta los corderos de un año. Esta fue la dedicación del altar, después que fue ungido.
Y la congregación librará al homicida de mano del pariente del muerto, y la congregación lo hará volver á su ciudad de acogimiento, á la cual se había acogido; y morará en ella hasta que muera el gran sacerdote, el cual fué ungido con el aceite santo.
SEÑOR, serán quebrantados sus adversarios; y sobre ellos tronará desde los cielos. El SEÑOR juzgará los términos de la tierra, y dará fortaleza a su Rey, y ensalzará el cuerno de su ungido. \'
Y yo me despertaré un sacerdote fiel, que haga conforme a mi corazón y a mi alma; y yo le edificaré casa firme, y él andará delante de mi Ungido \'
Tomando entonces Samuel una ampolla de aceite, la derramó sobre su cabeza, y lo besó, y le dijo: ¿No te ha ungido el SEÑOR por capitán sobre su heredad?
Aquí estoy; atestiguad contra mí delante del SEÑOR y delante de su ungido, si he tomado el buey de alguno, o si he tomado el asno de alguno, o si he calumniado a alguien, o si he agraviado a alguno, o si de alguien he tomado cohecho \'
Y él les dijo: El SEÑOR es testigo contra vosotros, y su ungido también es testigo en este día, que no habéis hallado en mi mano cosa ninguna. Y ellos respondieron: Así es.
Y dijo Samuel: Siendo tú pequeño en tus propios ojos ¿no has sido hecho cabeza a las tribus de Israel, y el SEÑOR te ha ungido por rey sobre Israel?
Y aconteció que cuando ellos vinieron, él vio a Eliab, y se dijo: ¿Por ventura está delante del SEÑOR su ungido?
Y dijo a los suyos: El SEÑOR me guarde de hacer tal cosa contra mi señor, el ungido del SEÑOR, que yo extienda mi mano contra él; porque es ungido del SEÑOR.
He aquí han visto hoy tus ojos cómo el SEÑOR te ha puesto hoy en mis manos en esta cueva; y dijeron que te matara, mas te perdoné, porque dije: No extenderé mi mano contra mi señor, porque ungido es del SEÑOR.
Y David respondió a Abisai: No le mates; porque ¿quién extendió su mano contra el ungido del SEÑOR, y fue inocente?
me guarde el SEÑOR de extender mi mano contra el ungido del SEÑOR; pero toma ahora la lanza que está a su cabecera, y la botija del agua, y vámonos.
Esto que has hecho, no está bien. Vive el SEÑOR, que sois dignos de muerte, que no habéis guardado a vuestro señor, al ungido del SEÑOR. Mira, pues, ahora dónde está la lanza del rey, y la botija del agua que estaba a su cabecera.
Y el SEÑOR pague a cada uno su justicia y su lealtad; que el SEÑOR te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido del SEÑOR.
Y le dijo David: ¿Cómo no tuviste temor de extender tu mano para matar al ungido del SEÑOR?
Y David le dijo: Tu sangre sea sobre tu cabeza, pues que tu boca atestiguó contra ti, diciendo: Yo maté al ungido del SEÑOR.
Montes de Gilboa, ni rocío ni lluvia caiga sobre vosotros, ni seáis tierras de ofrendas; porque allí fue desechado el escudo de los valientes, el escudo de Saúl, como si no hubiera sido ungido con aceite.
Esfuércense pues ahora vuestras manos, y sed valientes; pues que muerto Saúl vuestro señor, los de la casa de Judá me han ungido por rey sobre ellos.
Que yo ahora aún soy tierno rey ungido; y estos hombres, los hijos de Sarvia, muy duros me son; el SEÑOR dé el pago al que mal hace, conforme a su malicia.
Y oyendo los filisteos que habían ungido a David por rey sobre Israel, todos los filisteos subieron a buscar a David; lo cual cuando David lo oyó, vino a la fortaleza.
Y Absalón, a quien habíamos ungido sobre nosotros, ha muerto en la batalla. ¿Por qué pues os estáis ahora quedos en orden a hacer volver al rey?
Y Abisai hijo de Sarvia respondió y dijo: ¿No ha de morir por esto Simei, que maldijo al ungido del SEÑOR?
El que engrandece la salud de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.
Estas son las postreras palabras de David. Dijo David hijo de Jessé, dijo aquel varón que fue levantado alto, el ungido del Dios de Jacob, el dulce cantor de Israel:
y Sadoc, el sacerdote y Natán, el profeta lo han ungido en Gihón por rey; y de allá han subido con alegrías, y la ciudad está llena de estruendo. Este es el alboroto que habéis oído.
Hiram rey de Tiro envió también sus siervos a Salomón, luego que oyó que lo habían ungido por rey en lugar de su padre; porque Hiram había siempre amado a David.
Toma luego la botija de aceite, y derrámala sobre su cabeza, y di: Así dijo el SEÑOR: Yo te he ungido por rey sobre Israel. Y abriendo la puerta, echa a huir, y no esperes.
Y él se levantó, y entró en casa; y el otro derramó el aceite sobre su cabeza, y le dijo: Así dijo el SEÑOR Dios de Israel: Yo te he ungido por rey sobre el pueblo del SEÑOR, sobre Israel.
Y ellos dijeron: Mentira; decláranoslo ahora. Y él dijo: Así y así me habló, diciendo: Así dijo el SEÑOR: Yo te he ungido por rey sobre Israel.
Y oyendo los filisteos que David había sido ungido por rey sobre todo Israel, subieron todos los filisteos en busca de David. Y cuando David lo oyó, salió contra ellos.
SEÑOR Dios, no hagas volver el rostro de tu ungido; acuérdate de las misericordias de David tu siervo.
Pero esto venía de Dios, para que Ocozías fuera hollado viniendo a Joram; porque tan pronto llegó, salió con Joram a encontrarse con Jehú hijo de Nimsi, al cual el SEÑOR había ungido para que talara la casa de Acab.
Estarán los reyes de la tierra, y príncipes consultarán unidos contra el SEÑOR, y contra su ungido, diciendo:
El cual engrandece las saludes de su rey, y hace misericordia a su ungido David, y a su simiente, para siempre.
Ahora he conocido que el SEÑOR ha guardado a su ungido; lo oirá desde los cielos de su santidad con las valentías de la salud de su diestra.
Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
El SEÑOR es la fortaleza de su pueblo, y el esfuerzo de las saludes de su ungido.
Has amado la justicia y aborrecido la iniquidad; por tanto Dios, tu Dios, te ha ungido con óleo de alegría más que a tus compañeros.
Mira, oh Dios, escudo nuestro, y pon los ojos en el rostro de tu Ungido.
He hallado a David mi siervo; lo he ungido con mi óleo santo,
Mas tú desechaste y menospreciaste a tu Ungido; y te has airado con él.
Porque tus enemigos, oh SEÑOR, han deshonrado, porque tus enemigos han deshonrado los pasos de tu Ungido.
Y tú ensalzaste mi cuerno como de unicornio; fue ungido con óleo verde.
Por amor de David tu siervo no vuelvas de tu ungido el rostro.
Allí haré reverdecer el cuerno de David; yo he aparejado lámpara a mi ungido.
ASI dice Jehová á su ungido, á Ciro, al cual tomé yo por su mano derecha, para sujetar gentes delante de él y desatar lomos de reyes; para abrir delante de él puertas, y las puertas no se cerrarán:
El Espíritu del Señor DIOS está sobre mí, porque me ha ungido el SEÑOR para traer buenas nuevas a los afligidos; me ha enviado para vendar a los quebrantados de corazón, para proclamar libertad a los cautivos y liberación a los prisioneros;
Res: El resuello de nuestras narices, el ungido del SEÑOR, fue preso en sus hoyos, de quien habíamos dicho. A su sombra tendremos vida entre los gentiles.
Tú, querubín ungido, protector; yo te puse así; en el santo monte de Dios estuviste; en medio de piedras de fuego has andado.
Sepas, pues, y entiendas, que desde la salida de la palabra para hacer volver el pueblo y edificar a Jerusalén, hasta el Príncipe Ungido, \'
Y después de las sesenta y dos semanas el Ungido, \'
Saliste para salvar a tu pueblo, para salvar con tu Ungido. Traspasaste la cabeza de la casa del impío, desnudando el cimiento hasta el cuello. Selah.
El Espíritu del Señor es sobre mí, por cuanto me ha ungido para predicar el evangelio a los pobres; me ha enviado para sanar a los quebrantados de corazón; para pregonar a los cautivos libertad, y a los ciegos vista; para poner en libertad a los quebrantados;
No ungiste mi cabeza con óleo; y ésta ha ungido con ungüento mis pies.
Este halló primero a su hermano Simón, y le dijo: Hemos hallado al Mesías (al Ungido) que declarado es, el Cristo.
Le dice la mujer: Sé que el Mesías (el Ungido) ha de venir, el cual se dice el Cristo; cuando él viniere nos declarará todas las cosas.
"Pero Dios ha cumplido así lo que anunció de antemano por boca de todos los profetas: que Su Cristo (el Mesías, el Ungido) debía padecer.
SE PRESENTARON LOS REYES DE LA TIERRA, Y LOS GOBERNANTES SE JUNTARON A UNA CONTRA EL SEÑOR Y CONTRA SU CRISTO (EL MESIAS, EL UNGIDO).'
La gracia de Dios, por Jesús, el Cristo o el Ungido , Señor nuestro. Así que, yo mismo con la mente sirvo a la ley de Dios, pero con la carne a la ley del pecado.
Así que ahora, ninguna condenación hay para los que están en el Ungido, Jesús, que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu.
Porque la ley del Espíritu de vida en el Ungido, Jesús, me ha librado de la ley del pecado y de la muerte.
¿Quién es el que los condenará? El Ungido, Jesús, es el que murió; más aun, el que también resucitó, quien además está a la diestra de Dios, el que también demanda por nosotros.
ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar de la caridad de Dios, que es en el Ungido, Jesús, Señor nuestro.
Mas el Dios de la paciencia y de la consolación os dé que entre vosotros seáis unánimes según el Ungido Jesús;
Así que tengo de qué gloriarme en el Ungido, Jesús, para con Dios.
Saludad a Priscila y Aquila, mis coadjutores en el Ungido Jesús;
Saludad a Andrónico y a Junias, mis parientes, (y mis compañeros en la cautividad) los cuales son insignes entre los apóstoles; los cuales fueron antes de mí en el Ungido.
Saludad a Urbano, nuestro ayudador en el Ungido, y a Estaquis, amado mío.
HAS AMADO LA JUSTICIA Y ABORRECIDO LA INIQUIDAD; POR LO CUAL DIOS, TU DIOS, TE HA UNGIDO CON OLEO DE ALEGRIA MAS QUE A TUS COMPAÑEROS.
teniendo buena conciencia, para que en lo que murmuran de vosotros como de malhechores, sean confundidos los que blasfeman vuestra buena conversación en el Ungido.