1 Juan 3:5

Y sabéis que Él apareció para quitar nuestros pecados, y no hay pecado en Él.

2 Corintios 5:21

Al que no conoció pecado, lo hizo pecado por nosotros, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en Él.

Hebreos 9:28

Así también Cristo fue ofrecido una sola vez, para llevar los pecados de muchos; y aparecerá por segunda vez, sin relación con el pecado, para salvación de los que le esperan.

1 Juan 1:2

(porque la vida fue manifestada, y la vimos, y testificamos, y os anunciamos aquella vida eterna, la cual estaba con el Padre, y se nos manifestó).

Juan 1:29

El siguiente día vio Juan a Jesús que venía a él, y dijo: He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo.

Hebreos 9:26

de otra manera le hubiera sido necesario padecer muchas veces desde el principio del mundo; pero ahora en la consumación de los siglos, se presentó una sola vez por el sacrificio de sí mismo para quitar el pecado.

1 Pedro 1:20

ya preordinado desde antes de la fundación del mundo, pero manifestado en los postreros tiempos por amor a vosotros,

1 Pedro 2:22

El cual no hizo pecado; ni fue hallado engaño en su boca:

Isaías 53:4-12

Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido.

Oseas 14:2

Tomad con vosotros palabras, y volved a Jehová, y decidle: Quita toda iniquidad, y acéptanos con gracia, y daremos becerros de nuestros labios.

Mateo 1:21

Y dará a luz un hijo, y llamarás su nombre JESÚS; porque Él salvará a su pueblo de sus pecados.

Lucas 23:41

Y nosotros, a la verdad, justamente padecemos; porque recibimos lo que merecieron nuestros hechos; mas Éste ningún mal hizo.

Lucas 23:47

Y cuando el centurión vio lo que había acontecido, dio gloria a Dios, diciendo: Verdaderamente este hombre era justo.

Juan 1:31

Y yo no le conocía; mas para que fuese manifestado a Israel, por eso vine yo bautizando en agua.

Juan 8:46

¿Quién de vosotros me redarguye de pecado? Y si digo la verdad, ¿por qué vosotros no me creéis?

Juan 14:30

Ya no hablaré mucho con vosotros; porque viene el príncipe de este mundo; y no tiene nada en mí.

Romanos 3:24-26

siendo justificados gratuitamente por su gracia mediante la redención que es en Cristo Jesús;

Efesios 5:25-27

Maridos, amad a vuestras esposas, así como Cristo amó a la iglesia, y se entregó a sí mismo por ella;

1 Timoteo 1:15

Palabra fiel y digna de ser recibida por todos; que Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, de los cuales yo soy el primero.

1 Timoteo 3:16

Y sin contradicción, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne; justificado en el Espíritu; visto de los ángeles; predicado a los gentiles; creído en el mundo; recibido arriba en gloria.

Tito 2:14

quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad, y purificar para sí un pueblo peculiar, celoso de buenas obras.

Hebreos 1:3

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Hebreos 4:15

Porque no tenemos un Sumo Sacerdote que no pueda compadecerse de nuestras flaquezas; sino uno que fue tentado en todo según nuestra semejanza, pero sin pecado.

Hebreos 7:26

Porque tal Sumo Sacerdote nos convenía; santo, inocente, limpio, apartado de los pecadores, y hecho más sublime que los cielos;

1 Pedro 2:24

Quien llevó Él mismo nuestros pecados en su cuerpo sobre el madero, para que nosotros, siendo muertos a los pecados, vivamos a la justicia; por las heridas del cual habéis sido sanados.

1 Pedro 3:18

Porque también Cristo padeció una sola vez por los pecados, el justo por los injustos, para llevarnos a Dios, siendo a la verdad muerto en la carne, pero vivificado por el Espíritu;

1 Juan 1:7

mas si andamos en luz, como Él está en luz, tenemos comunión unos con otros, y la sangre de Jesucristo su Hijo nos limpia de todo pecado.

1 Juan 2:1

Hijitos míos, estas cosas os escribo para que no pequéis; y si alguno hubiere pecado, abogado tenemos para con el Padre, a Jesucristo el justo.

1 Juan 4:9-14

En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por Él.

Apocalipsis 1:5

y de Jesucristo, el testigo fiel, el primogénito de los muertos, y príncipe de los reyes de la tierra. Al que nos amó, y nos lavó de nuestros pecados con su propia sangre,

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)