1 Pedro 4:2

para que ya el tiempo que queda en la carne, viva, no en las concupiscencias de los hombres, sino en la voluntad de Dios.

Marcos 3:35

Porque todo aquel que hiciere la voluntad de Dios, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre.

Romanos 6:11

Así también vosotros consideraos en verdad muertos al pecado, pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro.

Romanos 14:7

Porque ninguno de nosotros vive para sí, y ninguno muere para sí.

2 Corintios 5:15

y por todos murió, para que los que viven, ya no vivan para sí, sino para Aquél que murió y resucitó por ellos.

Salmos 143:10

Enséñame a hacer tu voluntad, porque tú eres mi Dios; Bueno es tu Espíritu; guíame a tierra de rectitud.

Oseas 6:7

Mas ellos, cual Adán, traspasaron el pacto; allí prevaricaron contra mí.

Mateo 7:21

No todo el que me dice: Señor, Señor, entrará en el reino de los cielos, sino el que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo.

Mateo 12:50

Porque todo aquel que hace la voluntad de mi Padre que está en el cielo, ése es mi hermano, y hermana, y madre.

Mateo 21:31

¿Cuál de los dos hizo la voluntad de su padre? Ellos le dijeron: El primero. Jesús les dijo: De cierto os digo, que los publicanos y las rameras van delante de vosotros al reino de Dios.

Marcos 7:21

Porque de dentro, del corazón del hombre, salen los malos pensamientos, los adulterios, las fornicaciones, los homicidios,

Juan 1:13

Los cuales son engendrados, no de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.

Juan 7:17

Si alguno quiere hacer su voluntad, conocerá de la doctrina, si es de Dios, o si yo hablo de mí mismo.

Romanos 6:2

¡En ninguna manera! Porque los que somos muertos al pecado, ¿cómo viviremos aún en él?

Romanos 7:4

Así también vosotros mis hermanos, habéis muerto a la ley por el cuerpo de Cristo; para que seáis de otro, de Aquél que resucitó de entre los muertos, a fin de que llevemos fruto para Dios.

Romanos 12:2

Y no os conforméis a este mundo; mas transformaos por la renovación de vuestra mente, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.

Gálatas 2:19-20

Porque yo por la ley soy muerto a la ley, a fin de que viva para Dios.

Efesios 2:3

entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo; en la concupiscencia de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.

Efesios 4:17

Esto, pues, digo y requiero en el Señor; que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente,

Efesios 4:22-24

En cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre, que está viciado conforme a las concupiscencias engañosas;

Efesios 5:7-8

No seáis, pues, partícipes con ellos.

Efesios 5:17

Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor.

Efesios 6:6

No sirviendo al ojo, como los que agradan a los hombres; sino como siervos de Cristo, haciendo la voluntad de Dios de corazón.

Colosenses 1:9

Por lo cual también nosotros, desde el día que lo oímos, no cesamos de orar por vosotros, y de pedir que seáis llenos del conocimiento de su voluntad en toda sabiduría y entendimiento espiritual;

Colosenses 3:7-8

en las cuales también vosotros anduvisteis en otro tiempo cuando vivíais en ellas.

Colosenses 4:12

Os saluda Epafras, el cual es uno de vosotros, siervo de Cristo; siempre esforzándose por vosotros en oración, para que estéis firmes, perfectos y completos en toda la voluntad de Dios.

1 Tesalonicenses 5:18

Dad gracias en todo; porque ésta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús.

Tito 3:3-8

Porque nosotros también éramos en otro tiempo insensatos, rebeldes, extraviados, esclavos de concupiscencias y diversos placeres, viviendo en malicia y envidia, aborrecibles, aborreciéndonos unos a otros.

Hebreos 13:21

os haga perfectos para toda obra buena para que hagáis su voluntad, haciendo Él en vosotros lo que es agradable delante de Él por Jesucristo; al cual sea gloria para siempre jamás. Amén.

Santiago 1:18

Él, de su voluntad nos ha engendrado por la palabra de verdad, para que seamos primicias de sus criaturas.

1 Pedro 1:14

Como hijos obedientes, no os conforméis a las concupiscencias que antes teníais estando en vuestra ignorancia;

1 Pedro 2:1

Desechando, pues, toda malicia, y todo engaño, e hipocresía, y envidia, y toda maledicencia,

1 Pedro 2:14-15

ya a los gobernadores, como por Él enviados para castigo de los malhechores y alabanza de los que hacen bien.

1 Juan 2:17

Y el mundo pasa, y su concupiscencia; pero el que hace la voluntad de Dios, permanece para siempre.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)