1 Reyes 10:18

Hizo también el rey un gran trono de marfil, el cual cubrió de oro purísimo.

1 Reyes 10:22

Porque el rey tenía en el mar la flota de Tarsis, con la flota de Hiram. Una vez en cada tres años venía la flota de Tarsis, y traía oro, plata, marfil, simios y pavos reales.

Salmos 45:8

Mirra, áloe y casia exhalan todas tus vestiduras; desde palacios de marfil te han alegrado.

1 Reyes 22:39

Los demás hechos de Acab, y todas las cosas que hizo, y la casa de marfil que construyó, y todas las ciudades que edificó, ¿no están escritos en el libro de las crónicas de los reyes de Israel?

2 Crónicas 9:17-19

Hizo además el rey un gran trono de marfil, y lo cubrió de oro puro.

Salmos 45:6

Tu trono, oh Dios, es eterno y para siempre; cetro de equidad es el cetro de tu reino.

Salmos 110:1

«Salmo de David» Jehová dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra, hasta que ponga a tus enemigos por estrado de tus pies.

Salmos 122:5

Porque allá están los tronos del juicio, los tronos de la casa de David.

Ezequiel 27:6

De encinas de Basán hicieron tus remos; compañía de asirios hicieron tus bancos de marfil de las islas de Quitim.

Amós 6:4

Duermen en camas de marfil, y se extienden sobre sus lechos; y comen los corderos del rebaño, y los becerros de en medio del engordadero;

Hebreos 1:3

el cual, siendo el resplandor de su gloria, y la imagen misma de su sustancia, y quien sustenta todas las cosas con la palabra de su poder, habiendo hecho la expiación de nuestros pecados por sí mismo, se sentó a la diestra de la Majestad en las alturas,

Hebreos 1:8

Mas al Hijo dice: Tu trono, oh Dios, por siempre jamás: Cetro de equidad es el cetro de tu reino.

Apocalipsis 18:12

mercadería de oro, y plata, y piedras preciosas, y perlas, y lino fino, y púrpura, y seda, y escarlata, y toda madera olorosa, y todo artículo de marfil, y todo artículo de madera preciosa, y de bronce, y de hierro, y de mármol;

Apocalipsis 20:11

Y vi un gran trono blanco y al que estaba sentado sobre él, de delante del cual huyeron la tierra y el cielo; y no fue hallado lugar para ellos.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)