1 Reyes 14:4

Así lo hizo la mujer de Jeroboam; se levantó, fue a Silo y llegó a casa de Ahías. Y Ahías no podía ver porque sus ojos se habían nublado a causa de su vejez.

1 Reyes 11:29

Y sucedió en aquel tiempo que cuando Jeroboam salió de Jerusalén, el profeta Ahías silonita lo encontró en el camino. Ahías se había puesto un manto nuevo y los dos estaban solos en el campo.

1 Samuel 3:2

Y aconteció un día, estando Elí acostado en su aposento (sus ojos habían comenzado a oscurecerse {y} no podía ver {bien}),

1 Samuel 4:15

Elí tenía noventa y ocho años, sus ojos se habían cegado y no podía ver.

Génesis 27:1

Y aconteció que siendo ya viejo Isaac, y sus ojos demasiado débiles para ver, llamó a Esaú, su hijo mayor, y le dijo: Hijo mío. Y él le respondió: Heme aquí.

Génesis 48:10

Y los ojos de Israel estaban {tan} débiles por la vejez {que} no podía ver. Entonces {José} se los acercó, y él los besó y los abrazó.

Deuteronomio 34:7

Aunque Moisés tenía ciento veinte años cuando murió, no se habían apagado sus ojos, ni había perdido su vigor.

Josué 18:1

Entonces toda la congregación de los hijos de Israel se reunió en Silo, y levantaron allí la tienda de reunión; y la tierra estaba sometida delante de ellos.

1 Samuel 4:3-4

Cuando el pueblo volvió al campamento, los ancianos de Israel dijeron: ¿Por qué nos ha derrotado hoy el SEÑOR delante de los filisteos? Tomemos con nosotros, de Silo, el arca del pacto del SEÑOR, para que vaya en medio de nosotros y nos libre del poder de nuestros enemigos.

1 Reyes 14:2

Y Jeroboam dijo a su mujer: Levántate ahora y disfrázate para que no conozcan que eres la mujer de Jeroboam, y ve a Silo; he aquí, allí está el profeta Ahías, que dijo de mí {que yo sería} rey sobre este pueblo.

Salmos 90:10

Los días de nuestra vida llegan a setenta años; y en caso de {mayor} vigor, a ochenta años. Con todo, su orgullo es {sólo} trabajo y pesar, porque pronto pasa, y volamos.

Eclesiastés 12:3

el día cuando tiemblen los guardas de la casa y los fuertes se encorven, las que muelen estén ociosas porque son pocas, y se nublen los que miran por las ventanas;

Jeremías 7:12-14

Ahora pues, id a mi lugar en Silo, donde al principio hice morar mi nombre, y ved lo que hice con él a causa de la maldad de mi pueblo Israel.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido