1 Reyes 4:29

Y Dios dio a Salomón sabiduría, y prudencia muy grande, y anchura de corazón como la arena que está a la orilla del mar.

1 Reyes 3:12

he aquí he hecho conforme a tus palabras; he aquí que te he dado corazón sabio y entendido, tanto que no haya habido antes de ti otro como tú, ni después de ti se levantará otro como tú.

1 Reyes 4:20

Judá e Israel eran muchos, como la arena que está junto al mar en multitud, comiendo, bebiendo y alegrándose.

Génesis 41:49

Y acopió José trigo como arena del mar, mucho en extremo, hasta que dejó de contar, porque no tenía número.

Jueces 7:12

Y Madián, y Amalec, y todos los orientales, estaban tendidos en el valle como langostas en muchedumbre, y sus camellos eran innumerables, como la arena que está a la ribera del mar en multitud.

1 Reyes 3:28

Y todo Israel oyó aquel juicio que había dado el rey; y temieron al rey, porque vieron que había en él sabiduría de Dios para juzgar.

1 Reyes 10:23-24

Así excedía el rey Salomón a todos los reyes de la tierra en riquezas y en sabiduría.

2 Crónicas 1:10-12

Dame ahora sabiduría y entendimiento, para salir y entrar delante de este pueblo: porque ¿quién podrá juzgar a este tu pueblo que es tan grande?

Salmos 119:34

Dame entendimiento, y guardaré tu ley; y la observaré de todo corazón.

Proverbios 2:6

Porque Jehová da la sabiduría, y de su boca viene el conocimiento y la inteligencia.

Eclesiastés 1:16

Hablé yo con mi corazón, diciendo: He aquí yo me hallo engrandecido, y he crecido en sabiduría sobre todos los que fueron antes de mí en Jerusalén; y mi corazón ha percibido mucha sabiduría y ciencia.

Eclesiastés 2:26

Porque al hombre que le agrada, Dios le da sabiduría, ciencia y gozo; mas al pecador da el trabajo de recoger y amontonar, para darlo al que agrada a Dios. También esto es vanidad y aflicción de espíritu.

Isaías 60:5

Entonces verás y resplandecerás; y se maravillará y ensanchará tu corazón, porque se convertirá a ti la multitud del mar, y las fuerzas de los gentiles vendrán a ti.

Jeremías 33:22

Como no puede ser contado el ejército del cielo, ni la arena del mar se puede medir, así multiplicaré la simiente de David mi siervo, y los levitas que a mí ministran.

Habacuc 1:9

Toda ella vendrá a la presa; sus rostros hacia adelante como el viento solano; y recogerá cautivos como arena.

Santiago 1:5

Si alguno de vosotros tiene falta de sabiduría, pídala a Dios, el cual da a todos abundantemente y sin reproche, y le será dada.

Santiago 1:17

Toda buena dádiva y todo don perfecto desciende de lo alto, del Padre de las luces, en el cual no hay mudanza, ni sombra de variación.

Santiago 3:17

Mas la sabiduría que es de lo alto, primeramente es pura, luego pacífica, modesta, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos, imparcial y sin hipocresía.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)