1 Reyes 8:40

para que te teman todos los días que vivieren sobre la faz de la tierra que tú diste a nuestros padres.

Salmos 130:4

Pero en ti hay perdón, para que seas temido.

Génesis 22:12

Y dijo: No extiendas tu mano sobre el muchacho, ni le hagas nada; que ya conozco que temes a Dios, pues que no me rehusaste tu hijo, tu único;

Éxodo 20:20

Y Moisés respondió al pueblo: No temáis; que para probaros vino Dios, y para que su temor esté en vuestra presencia y no pequéis.

Deuteronomio 6:2

Para que temas a Jehová tu Dios, guardando todos sus estatutos y sus mandamientos que yo te mando, tú, y tu hijo, y el hijo de tu hijo, todos los días de tu vida, y que tus días sean prolongados.

Deuteronomio 6:13

A Jehová tu Dios temerás, y a Él solo servirás, y por su nombre jurarás.

1 Samuel 12:24

Solamente temed a Jehová, y servidle en verdad con todo vuestro corazón, pues considerad cuán grandes cosas ha hecho por vosotros.

Salmos 115:13

Bendecirá a los que temen a Jehová; a chicos y a grandes.

Jeremías 32:39-40

Y les daré un corazón, y un camino, para que me teman perpetuamente, para bien de ellos, y de sus hijos después de ellos.

Oseas 3:5

Después volverán los hijos de Israel, y buscarán a Jehová su Dios, y a David su rey; y temerán a Jehová y a su bondad en el fin de los días.

Hechos 9:31

Entonces las iglesias tenían paz por toda Judea, y Galilea, y Samaria, y eran edificadas, andando en el temor del Señor; y en el consuelo del Espíritu Santo se multiplicaban.

Hechos 10:2

piadoso y temeroso de Dios con toda su casa, que daba muchas limosnas al pueblo y oraba a Dios siempre.

Hebreos 12:28

Así que, recibiendo nosotros un reino inconmovible, tengamos gracia, por la cual sirvamos a Dios agradándole con temor y reverencia;

Apocalipsis 15:4

¿Quién no te temerá, oh Señor, y glorificará tu nombre? pues sólo tú eres santo; por lo cual todas las naciones vendrán, y adorarán delante de ti, porque tus juicios se han manifestado.

Apocalipsis 19:5

Y salió una voz del trono, que decía: Load a nuestro Dios todos sus siervos, y los que le teméis, así pequeños como grandes.

Tesoro del Conocimiento Bíblico no añadido

Reina Valera Gómez (© 2010)