1 Samuel 25:31

entonces, señor mío, no te será esto en tropiezo y turbación de corazón, el que hayas derramado sangre sin causa, y que mi señor se haya vengado por sí mismo. Guárdese pues mi señor, y cuando el SEÑOR hiciere bien a mi señor, acuérdate de tu sierva.

Génesis 40:14

Por tanto te acordarás de mí dentro de ti cuando tuvieres bien, y te ruego que hagas conmigo misericordia, que hagas mención de mí al Faraón, y me saques de esta casa;

1 Samuel 24:15

El SEÑOR, pues, será juez, y él juzgará entre mí y ti. El vea, y pleitee mi pleito, y me defienda de tu mano.

1 Samuel 25:33

y bendito sea tu razonamiento, y bendita seas tú, que me has estorbado hoy el ir a derramar sangre, y a vengarme por mi propia mano;

1 Samuel 25:40

Y los criados de David vinieron a Abigail en el Carmelo, y hablaron con ella, diciendo: David nos ha enviado a ti, para tomarte por su mujer.

1 Samuel 26:23

Y el SEÑOR pague a cada uno su justicia y su lealtad; que el SEÑOR te había entregado hoy en mi mano, mas yo no quise extender mi mano sobre el ungido del SEÑOR.

2 Samuel 22:48

El Dios que me ha dado venganzas, y sujeta los pueblos debajo de mí.

Salmos 94:1

SEÑOR, Dios de las venganzas, Dios de las venganzas, muéstrate.

Proverbios 5:12-13

y digas: ¡Cómo aborrecí el castigo, y mi corazón menospreció la reprensión;

Lucas 23:42

Y dijo a Jesús: Señor, acuérdate de mí cuando vinieres en tu Reino.

Romanos 12:19

No defendiéndoos a vosotros mismos, amados; antes dad lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza; yo pagaré, dice el Señor.

Romanos 14:21

Bueno es no comer carne, ni beber vino, ni nada en que tu hermano tropiece, o se ofenda o sea enfermo.

2 Corintios 1:12

Porque nuestro regocijo es éste: el testimonio de nuestra conciencia, que con simplicidad y sinceridad de Dios, no con sabiduría carnal, sino con la gracia de Dios, hemos conversado en el mundo, y mucho más con vosotros.

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